BEATRIZ TALEGON
Esta semana, el gobierno de Serbia ha puesto el punto y final en un asunto del que poco se ha sabido, y que habría podido tener algo que ver con el «Caso Novak Djokovic». Los permisos a la multinacional anglo-australiana Río Tinto han sido cancelados por el Gobierno serbio.
La teoría que sostiene que la deportación del tenista número uno tendría más que ver con la política que con una cuestión de salud pública va tomando cierta forma si seguimos el hilo de lo sucedido con la extracción de litio en Serbia y las protestas que estaba suponiendo, que tuvieron el apoyo de Djokovic en los últimos meses.
Ciertamente, como apunta El Confidencial, es difícil conocer si la cancelación de este proyecto tiene algo que ver con la crisis diplomática que se desató entre Serbia y Australia tras la polémica del tenista. Pero cierto es que la polémica sobre la presencia de Rio Tinto en Jadar lleva meses sobre la mesa.
Proyecto Jadar
La propia página web de la empresa Río Tinto, explica que «Jadar lleva el nombre de jadarita, un mineral de boroscilicato de litio y sodio que descubrimos en Serbia en 2004, cerca de la ciudad de Loznica, en el oeste del país». «El proyecto Jadar en Serbia es uno de los proyecto de litio greenfield más grande del mundo. Jadar producirá carbonato de litio, un mineral crítico utilizado en baterías a gran escala para vehículos eléctricos y almacenamiento de energía renovable. Además, Jadar producirá boratos, necesarios para el desarrollo de equipos de energía renovable, como paneles solares y turbinas eólicas.» «La escala y naturaleza de alto grado de la mineralización de Jadar garantizarán una operación de larga duración».
«El desarrollo propuesto incluirá una mina subterránea con infraestructura y equipos asociados, incluídos camiones de acarreo eléctricos, así como una planta de procesamiento químico para producir carbonato de litio«.
La previsión de la empresa apuntaba a que la primera producción vendible de la mina no se produciría antes de 2027, alcanzando la producción anual de 58.000 toneladas de carbonato de litio y 160.000 toneladas de ácido bórico y 255.000 toneladas de sulfato de sodio.
La propia empresa afirma que, al extraer estas cantidades de minerales, «Rio Tinto se convertiría en uno de los diez principales productores de litio en el mundo.» Además, hace previsiones de que «durante los 40 años de vida útil de la mina, la operación producirá 2,3 millones de toneladas de carbonato de litio».
Protestas de los vecinos de la zona minera
Los movimientos ciudadanos afectados por la extracción de estos minerales llevan meses movilizándose para evitar lo que considerarían un problema medioambiental.
La campaña contra la presencia de Rio Tinto ha movilizado a miles de personas, incluso a localidades enteras. En una de las páginas web que promueven la movilización se explica que «la tierra más fértil de Serbia se encuentra en el hermoso valle de Jadar. Los pequeños agricultores cultivan allí frambuesas y ciruelas, se dedican a la apicultura y al pastoreo de ovejas y cabras. El valle bordea la montaña, está rodeado de agua y alberga miles de granjas multigeneracionales sostenibles.»
Denuncian que «en lugar de protegerlo, el gobierno serbio aprobó un proyecto con la corporación minera multinacional Rio Tinto, para la explotación de «jadarita», un mineral de litio en el valle. El gobierno y la empresa han ignorado a los científicos y expertos en minería que desaconsejan con vehemencia la mina, que amenaza con causar daños irreparables al agua, a la tierra, al aire y a sus gentes. Los ciudadanos locales, que no quieren renunciar a sus tierras agrícolas sostenibles, que han pertenecido a sus familias durante generaciones, están siendo ignorados.«
La preocupación es sobre el destrozo que puede suponer en la zona, considerada un paraje natural que debe ser protegido.
En primer lugar, por los daños al agua
Los activistas denuncian que «el proceso de separación del litio químicamente estable del mineral de jadarita implica el uso de ácido sulfúrico concentrado. El proceso se llevaría a cabo a 20 km del Río Drina y utilizaría 300 metros cúbicos de agua cada hora, mientras que el agua tratada químicamente se devolvería al río Jadar. El derramamiento de agua inevitablemente contaminada, así como aguas subterráneas que contienen arsénico, mercurio y plomo, contaminaría las cuencas fluviales enteras y continuarían su viaje a través del Jadar hasta Drina y Sava, contaminando no sólo a Serbia sino también a las fuentes de agua de otros países».
En segundo lugar, por los dalos al aire.
«Rechazamos la contaminación del aire. El tratamiento con los ácidos agresivos mencionados anteriormente produce gases tóxicos que pueden propagarse en un radio de más de 10 kilómetros y que corroerán la piel y los pulmones de humanos y animales».
Puestos de trabajo prometidos: Evidentemente, la controversia está sobre la mesa, puesto que frente a los daños medioambientales, están los beneficios económicos para la población. La empresa ha prometido unos 700 puestos de trabajo. Sin embargo, los activistas contraponen este número de trabajadores a la estimación de las 19.000 personas que potencialmente podrían sufrir en su salud y sus pérdidas de medios de vida.
El Gobierno pone fin a la licencia
El pasado jueves el Gobierno serbio puso fin al proyecto de mina de litio de la multinacional Rio Tinto y canceló sus permisos para la continuación de su trabajo. «Hemos cumplido todas las exigencias de las protestas ecologistas y hemos puesto punto final al Rio Tinto en Serbia. Con esto ha terminado todo lo relativo al proyecto Jadar» declaró la primera ministra serbia, Ana Brnabic en una rueda de prensa pública.
La primera ministra ha explicado que la empresa Rio Tinto no mantuvo suficiente comunicación con los municipios abarcados por el proyecto ni con el Gobierno serbio para informar sobre detalles y planes de protección medioambiental exigidos previamente por las autoridades.