El plan de construcción de Tía María se ha detenido y reajustado dos veces, en 2011 y 2015, debido a la feroz oposición de los lugareños
JAMES ATTWOOD
Southern Copper mantiene la esperanza de poder convencer al nuevo gobierno de izquierda de Perú de los méritos de construir una mina de cobre ferozmente disputada en las montañas costeras.
El presidente Pedro Castillo ha señalado al proyecto de Tía María como un proyecto no emprendedor bajo su administración, una opinión de la que se hizo eco el ministro de Energía y Minas, Iván Merino.
Pero la oposición al proyecto se basa en suposiciones incorrectas sobre su huella ecológica, según el director financiero Raúl Jacob. Por ejemplo, la mina obtendrá el agua de una planta desalinizadora en lugar de sumergirse en el río Tambo y utilizará un proceso de lixiviación que es más limpio que los métodos de producción convencionales, dijo.
"Es posible que algunas autoridades no conozcan esta información y eso ha creado cierta falta de comunicación", dijo Jacob. “Es cuestión de tiempo antes de que las autoridades reconozcan el trabajo que hemos estado haciendo, no solo en el aspecto técnico y de permisos, sino también con la población local”.
El desarrollo del proyecto de 1.400 millones de dólares sería un gran avance en un país donde las relaciones de la minería con las comunidades rurales aisladas a menudo se deterioran. La decisión del gobierno anterior en 2019 de aprobar una licencia para Tía María desató semanas de protestas en la región de Arequipa.
Reunión 'positiva'
Jacob describió la reunión con el ministro como positiva. La compañía presentó su cartera de proyectos de US$ 8.000 millones en el país, como parte de un objetivo general de la compañía de expandir su capacidad de 1 millón de toneladas a 1.8 millones de toneladas para 2030.
A pesar de su continua oposición a la tía María, la administración de Castillo está trabajando en un nuevo enfoque de las relaciones comunitarias y la burocracia para desbloquear más de la enorme riqueza mineral del país. Perú es el mayor productor de cobre después de Chile y un importante proveedor de zinc y plata.
Southern Copper está "muy cerca de firmar un nuevo programa social" con las comunidades para su proyecto Michiquillay, dijo Jacob, y agregó que las inversiones mineras ofrecen un impulso muy necesario para las economías locales.
Aún así, la compañía prestará mucha atención a las prioridades políticas establecidas por el primer ministro en una próxima presentación, lo que le ayudará a tomar decisiones de inversión. La administración de Castillo está estudiando una propuesta para levantar impuestos y dejar más ganancias mineras en el país.
Jacob dijo que las minas de la compañía funcionan normalmente durante la pandemia.
“Estamos cumpliendo con nuestros planes mineros”, agregó. "Esperamos ser un poco más altos de lo que creíamos a principios de año en términos de producción".