Actualidad, proyecciones y expectativas sobre el mineral en Salta, que cuenta con la mayor cantidad de proyectos de explotación
PABLO FERRER
Hay un interés creciente alrededor del litio, promovido por la inexorable transformación del mundo hacia una forma de consumo energético sustentable con el medioambiente. Más temprano que tarde el uso de energías "limpias" será predominante, por sobre el de combustibles fósiles.
Y en esa tendencia, el mineral que abunda en los salares de la Puna salteña cumple un rol clave, porque es uno de los elementos fundamentales para fabricar las baterías que requiere esa transición. Es una ventaja geológica de la provincia que no se puede desaprovechar.
De los 23 proyectos de explotación de litio más avanzados que la Secretaría de Minería de la Nación identificó en el país, 13 están radicados en Salta. Solo dos yacimientos se encuentran en producción: Mina Fénix, de Catamarca, y Salar de Olaroz, en Jujuy.
Ambos proyectos tienen una capacidad extractiva de 37.500 toneladas por año de carbonato de litio equivalente (LCE). De acuerdo al mismo organismo nacional, el 41% de las reservas de litio en Argentina corresponden a Salta.
En Salta los proyectos con mayor desarrollo son Centenario-Ratones, a cargo de la empresa francesa Eramet; Pastos Grandes, explorado por la canadiense Millennial Lithium, y Salar del Rincón, operado por Rincon Limited, que lleva 15 años trabajando en la provincia y ya invirtió cerca de 250 millones de dólares. Todo estos se encuentran en estado de factibilidad, es decir un paso anterior a que empiecen con su construcción.
También hay gran expectativa por el proyecto Sal de Oro, a cargo de la minera surcoreana Posco, que recientemente realizó la correspondiente audiencia pública sobre el estudio de impacto ambiental y social para poner en marcha sus operaciones en el Salar del Hombre Muerto. La empresa avanza hacia la etapa comercial, con una inversión de 500 millones de dólares y la construcción de una planta de procesamiento de litio en el parque industrial de General Güemes.
En similar situación se encuentra el proyecto Mariana, ubicado en el Salar de Llullaico y explotado por la compañía china Ganfeng Lithium. La empresa anunció, en junio pasado, una inversión de cerca de 600 millones de dólares en la provincia en el yacimiento y en la construcción de una planta para procesar carbonato de litio en el parque industrial de Güemes.
Hace un par de semanas Ganfeng anunció que adquirirá todas las acciones en circulación de Millennial, por cerca de US$280 millones. Millennial es operadora del proyecto de litio en el salar salteño de Pastos Grandes. Si bien el acuerdo está sujeto a determinadas condiciones, las partes esperan que se cierre en el cuarto trimestre de 2021.
Los recientes anuncios de inversiones son una consecuencia de la aceleración de la transformación energética impulsada por el nuevo paradigma ambiental que propone el presidente Joe Biden desde Estados Unidos para el mundo, sumado a las regulaciones en Europa para erradicar los motores a combustión y la participación cada vez más creciente de China en el negocio de la electrificación.
De tocar un precio de 6.000 dólares la tonelada de carbonato de litio grado batería a principios de 2020, en la actualidad el precio ronda los US$14.000. En China, el principal comprador mundial, los precios del litio de grado batería subieron debido a que los proveedores lograron obtener mejores condiciones de pago, en medio de actividades de reabastecimiento de rutina, entre los consumidores que pretendían asegurar las unidades del mineral para el mes de agosto. En Europa y EEUU, los precios en el complejo del litio también se mantuvieron, en gran medida, esta bles.
¿Y las baterías?
La fabricación de baterías con litio en Argentina es un anhelo que está muy lejos de concretarse, sencillamente porque no es un negocio rentable, dada la dinámica capitalista del mundo actual. El litio representa solo el 5% del total de una batería.
Los restantes componentes habría que importarlos. Y un factor que no se puede soslayar: las fábricas de autos eléctricos, por lo que gira el boom del litio, no se encuentran por estas latitudes.
Un reciente informe de la Bolsa de Comercio de Rosario lo explica con más detalle: “La estrategia de inserción en las cadenas de valor del litio no debe perder de vista lo difícil que sería la integración nacional total de la cadena. Nuestro país tendría limitaciones en la disponibilidad de grafito y cobre (insumos fundamentales para las baterías de litio). Lo mismo sucedería con el agua y gas natural próximo a las zonas productivas en cantidades suficientes para dar escala a la producción. Por el momento los accesos al transporte y fuentes de energía tienen limitaciones para encarar la concreción de varios proyectos en cartera”.
De todas maneras, desde Jujuy hicieron punta hacia el destino final del litio. A mediados de mayo, el gobernador de la provincia vecina, Gerardo Morales, firmó junto al ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, Matías Kulfas, un memorándum de entendimiento con la empresa china Ganfeng con el fin de instalar una fábrica de baterías de litio para movilidad sustentable en el norte del país.
Además, acordaron avanzar en la identificación de oportunidades de inversión en actividades de explotación del litio.
Con el mismo objetivo, YPF empezará a incursionar en el litio, no solo para la extracción del mineral sino para avanzar en los estadios más desarrollados de la industrialización litífera.
Impulso
Desde el Estado nacional buscan aggiornarse a la ola ambiental internacional con la ley de Movilidad Sustentable, que hasta ahora está en formato de proyecto. La iniciativa promueve programas de subsidios e inversiones públicas y privadas para avanzar en una matriz energética más sustentable.
Entre otros aspectos, se propone un régimen promocional de incentivos a la producción y compra de autos eléctricos hasta 2040.
“La ley de Movilidad Sustentable nos permitirá pensar la industria automotriz de los próximos 20 años”, prometió el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.