Japón quiere que las energía bajas en CO2 representen el 60% de la electricidad
Japón ha reiniciado plantas de energía adicionales, incluido un reactor nuclear inactivo durante mucho tiempo, y ha tomado otras medidas para evitar una crisis energética a medida que aumentan las temperaturas y aumenta la demanda de enfriamiento, especialmente en Tokio, donde comienzan los Juegos Olímpicos.
Con los ojos del mundo puestos en Tokio como sede de los Juegos de Verano en medio de la preocupación por los riesgos que plantea la pandemia de coronavirus, Japón quiere evitar una recurrencia de la crisis eléctrica sufrida durante el invierno, cuando las compañías eléctricas instaron a los clientes a racionar el uso para evitar apagones.
A principios de este mes, Kansai Electric Power (9503.T) reinició otro reactor, el quinto que se reinicia en Japón desde enero, incluida una unidad de 44 años que había estado cerrada durante diez años.
Japón tiene nueve reactores en funcionamiento, el número más alto desde que el desastre atómico de Fukushima provocó el cierre de la industria nuclear japonesa. También se han puesto en funcionamiento una planta de gas y una de carbón antes de lo previsto.
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El aumento de la capacidad de generación le dio al Ministerio de Industria la confianza de que el suministro de electricidad sería suficiente.
"No nos preocupa el suministro de energía durante el verano, ya que los reinicios de las plantas de energía adicionales han aumentado la capacidad", dijo a Reuters Yuri Ito, subdirector de la oficina de política de suministro de electricidad del Ministerio de Industria.
La red eléctrica de Japón ha enfrentado períodos de intensa tensión en la década desde el desastre de Fukushima, y el gobierno ha introducido más competencia en el sector y más energías renovables en la mezcla.
Pero Japón todavía depende en gran medida de los combustibles fósiles, especialmente el gas natural licuado (GNL) y el carbón, que deben importarse.
Además de las presiones sobre el sector, muchas centrales eléctricas antiguas de petróleo y carbón se están cerrando en Japón debido a que la liberalización obliga a recortar los costos y la presión para reducir las emisiones de CO2 las hace inviables.
El Ministerio de Industria advirtió en mayo sobre el riesgo de cortes de energía durante el pico de demanda del verano y les dijo a las empresas de servicios públicos que aseguraran la capacidad de generación adecuada junto con las reservas de GNL.
Los inventarios de GNL eran de alrededor de 2 millones de toneladas a fines de junio, alrededor de 100,000 toneladas por encima del promedio de los últimos cuatro años, dijo Ito.
A medida que avanzaba el verano, se hizo evidente una cierta restricción en el suministro ya que los precios al contado de la electricidad para el área de Tokio se han duplicado este mes.
El martes, la oficina meteorológica del país emitió alertas de insolación por cuarto día consecutivo. Al mediodía, la temperatura en Tokio era de 34 grados centígrados y hay pronósticos de un verano más caluroso de lo habitual.
El monitor de red de Japón (OCCTO) estima el exceso de capacidad de generación en el área de Tokio en un 5% para julio y un 3,9% para agosto. Un exceso de capacidad por debajo del 3% podría provocar escasez de suministro y posiblemente incluso apagones.
OCCTO ha iniciado un nuevo programa de monitoreo utilizando datos de inventario de GNL de los principales generadores para medir la cantidad de suministro de electricidad que podría estar disponible en los períodos de máxima demanda y ayudar a anticipar la escasez de combustible.
"Todavía es una fase de prueba, pero queremos mejorar su precisión y claridad antes de la temporada de invierno más seria", dijo un funcionario de OCCTO.
El plan renovable
YOMIURI SHIMBUN
El gobierno de Japón pretende aumentar la proporción de fuentes de energía renovable en el mix energético hasta el 36-38% desde el actual 22-24% para el año fiscal 2030, y mantener la energía nuclear en el 20-22%, según un borrador del plan energético base que actualmente está en revisión.
El objetivo es que la generación de energía que no emite dióxido de carbono, como las energías renovables y la energía nuclear, represente alrededor del 60% de la electricidad generada en Japón.
El plan energético básico marca la dirección de las políticas energéticas del país a medio y largo plazo. A finales de abril, el primer ministro Yoshihide Suga fijó el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 46% para el año fiscal 2030 respecto a los niveles del año fiscal 2013.
A raíz de esta medida, la atención se ha centrado en la posición que ocuparán las energías renovables y la energía nuclear en el último plan.
El gobierno tiene previsto publicar el borrador el 21 de julio.
Se espera que el Consejo de Ministros apruebe el nuevo plan hacia el otoño de este año, tras solicitar la opinión del público.
El borrador estima que la cantidad total de electricidad que se generará en el año fiscal 2030 será de unos 934.000 millones de kWh. Se trata de un 10% menos que la cifra estimada en el plan actual publicado en 2018, debido a los avances en la eficiencia energética en fábricas y edificios de oficinas, entre otras instalaciones.
