Paraguay se prepara para debatir una iniciativa legislativa para convertirlo en moneda de curso legal
El Economista
El bitcoin, en particular, y las criptomonedas, en general, están atravesando un momento complejo. Tras meses de subidas y de récords históricos, en mayo dio comienzo una nueva etapa muy diferente. El bitcoin, por ejemplo, pasó de US$ 64.000 a caer por debajo de los 30.000 en cuestión de semanas. Ahora, el mercado parece haberse estabilizado. ¿Qué vendrá después?
La criptomoneda más grande está atascada en un rango que oscila entre los US$ 30.000 y 40.000 durante semanas después. Por ello, los analistas técnicos están buscando en los gráficos señales para descifrar hacia dónde podría dirigirse a continuación.
Mientras que ethereum, la segunda cripto más grande, que tocó los US$ 4.400 en mayo, ha estado cotizando en el área de los 2.100.
El precio del bitcoin revela "un gráfico amenazador lleno de sonido y furia, respaldado por nada", asegura Rich Ross, estratega técnico de Evercore ISI, en una nota reciente. Ve la primera resistencia en los US$ 36.000 con soporte en los US$ 30.000, y una caída probable (de romperse el soporte) hasta los US$ 22.000 o menos. Ether, por su parte, "es relativamente más constructivo, especialmente por encima de los US$ 2.400", asegura Ross en declaraciones a la agencia Bloomberg. El bitcoin peligra en el medio plazo.
Según los analistas de Bloomberg, estos son algunos gráficos que los inversores pueden ver mientras intentan encontrar la próxima tendencia para para el bitcoin y ether:
La rentabilidad del bitcoin ha sido hasta hace poco muy superior a la del S&P 500. Pero a medida que la criptomoneda ha ido perdiendo fuerza y las acciones han seguido sumando récords, la tendencia a ha cambiado. La rentabilidad ha sido más o menos igual durante algunas semanas.
Los inversores están mirando con cautela a las criptomonedas mientras que siguen apostando por las acciones, lo que puede suponer un signo de debilidad para el bitcoin y sus pares en los próximos meses.
¿Más volatilidad?
Las bandas de Bollinger están girando alrededor del precio del bitcoin, esencialmente advirtiendo de un próximo repunte de la volatilidad. El ancho de banda, definido por la diferencia porcentual entre las bandas superior e inferior, está coqueteando con los mínimos del año hasta la fecha, mientras que el rango verdadero promedio de 14 días está cerca de sus niveles más bajos del año.
Comparación con el oro
La correlación continua a 60 días entre el bitcoin y el oro al contado se ha vuelto negativa, una situación que ha sucedido solo unas pocas veces desde 2018. Eso en realidad puede verse como algo bueno, porque una correlación más baja hace que un activo sea más deseable para fines de diversificación de una cartera. Aún así, es una señal de que el apodo de 'oro digital' que algunos le han dado a bitcoin puede que ya no sea tan adecuado.
Un buen ejemplo se pudo ver en la última sesión. Tras el impresionante dato de inflación en EE.UU., el bitcoin sufrió un mini-crash, lo que revela que no funciona bien como cobertura contra la inflación como han asegurado muchos inversores y que tampoco guarda relación con el oro, al menos en los últimos meses. El bitcoin parece comportarse como un activo de riesgo más.
Ethereum resiste
Ether ha estado cotizando justo por encima de su promedio móvil de 200 días en las últimas sesiones, ya que la línea parece ofrecer soporte. Esa es la buena noticia. La mala noticia es que parece que el promedio de 50 días podría servir como resistencia, y en el rango de US$ 2.300, eso no ofrecería muchas ventajas.
En la jornada presente, las criptomonedas están sufriendo caídas notables que vuelven a acercar al bitcoin a la zona de los US$ 31.000. El aspecto técnico del rey de las criptodivisas no parece muy prometedor, pero mientras que no perfore con claridad el soporte de los US$ 30.000 todavía habrá esperanza para que vuelvan las subidas. Por su parte, ethereum presenta un aspecto y un futuro más halagüeño.
Bolsamanía
La decisión de El Salvador de aceptar el bitcoin como moneda de curso legal ha generado una oleada de interés en otros países latinoamericanos que ven en las criptodivisas una oportunidad para impulsar sus economías y sortear algunas ineficiencias de las mismas.
Panamá, México y especialmente Paraguay han dado pasos hacia una adopción generalizada de la más operada de las criptos, con importantes legislaciones para proveer un nuevo marco legal, lo que hace pensar a los analistas que Latinoamérica podría erigirse como centro mundial de referencia en las criptomonedas.
El país sudamericano es el que más cerca está de seguir los pasos del gobierno de Nayib Bukele, ya que el diputado paraguayo Carlitos Rejala y el senador Fernando Silva Facetti planean presentar un proyecto de ley del bitcoin en el Congreso hoy 14 de julio, subrayando la urgencia de los legisladores en formular una estrategia coherente de activos digitales para su país.
"Estoy aquí para unir a Paraguay", tuiteó Rejala, añadiendo que él y su compañero legislador están planeando una "mega sorpresa para Paraguay y el mundo”.
Sin dar más detalles sobre qué implicará la nueva legislación, se cree que, al igual que hizo El Salvador en junio, buscará que la creación de Satoshi Nakamoto sea considerada moneda de curso legal en el país, lo que implicará las mismas ventajas que en teoría disfruta la nación centroamericana.
Pero, además, se especula con que la futura normativa también introduzca medidas para convertir el país en un centro mundial para inversores de criptodivisas, negocios basados en estos activos digitales y, muy probablemente mineros, dados los bajos precios de la energía en Paraguay.
Los emprendedores tecnológicos de la nación van a una a la hora de defender la idoneidad de que la nación presidida por Mario Abdo Benítez se convierta en un núcleo de referencia en blockchain y tecnología estratégico en Sudamérica.
Así lo defendieron durante la conferencia Talent Land Jalisco 2021, un grupo de empresarios de esta industria, que cerraron filas con el hecho de que el país tiene “todas las condiciones”. Según explicaron, la mayor criptomoneda del mundo podría ser de utilidad para enviar y recibir remesas y para el comercio electrónico, todavía poco desarrollado en el país, según su visión.
Además, la producción de energía abundante y barata en esta nación funciona como un imán para las empresas de minería de criptomonedas -dedicadas al proceso de obtener estos activos a través de potencia computacional que consume grandes cantidades de electricidad—.
Las compañías asiáticas expulsadas de sus países por las estrictas regulaciones que se ciernen sobre los mineros, especialmente China donde se han prohibido estos negocios, están aterrizando en Paraguay donde el consumo energético es barato gracias a la cantidad de hidroeléctricas con las que cuenta y a que es el primer país del mundo en cuanto a disponibilidad de energía por cápita, según explicaron los empresarios reunidos en Jalisco la semana pasada.
Por todo lo anterior, los países latinoamericanos tienen todos los números de ser referente global en ‘criptos’ por diferentes factores. En primer lugar, según explica Enrique Palacios Rojo, COO de Onyze, monetariamente, “sus sistemas financieros no son tan potentes como en Europa y Estados Unidos, y la bancarización de su población es muy reducida lo cual genera una gran oportunidad para el mundo de las criptomonedas”; en segundo lugar, “ser de los primeros países a nivel mundial en sacar regulaciones estrictas para ellos les permite posicionarse como referentes”.
Por último, agrega el experto, "gracias a las capacidades energéticas en muchos de estos países del continente sudamericano y centroamericano, sirven de reclamo para un sector como el de la minería que se ha visto expulsado de China ante las prohibiciones del gran gigante asiático”.