Este marco genere 126.400 millones en ingresos fiscales anuales para los Gobiernos de todo el mundo
Los países que debatían en el seno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) han llegado a un acuerdo para reformar el sistema fiscal internacional y que incluye, como estaba previsto, un tipo mínimo de Impuesto de Sociedades a nivel global del 15%.
La declaración sobre fiscalidad ha sido firmada por 130 países del mundo, representantes del 90% del producto interior bruto (PIB) a nivel mundial. Entre ellos se encuentran China y Estados Unidos, así como el resto de potencias europeas, entre ellas España.
Solo nueve de los 139 países involucrados en las conversaciones se negaron a firmar, incluidos Irlanda, Estonia y Hungría. Todas las naciones líderes del G20 respaldaron el plan tras el lobby de Estados Unidos.
Según detalló FT, la declaración acordada por la OCDE decía que las empresas de los sectores de servicios financieros regulados, minería y petróleo y gas quedarían excluidas de estas disposiciones.
A cambio de aceptar permitir que algunos de los impuestos que Estados Unidos cobra de Google, Amazon, Apple y Facebook sean gravados por otros países, los otros signatarios del acuerdo de la OCDE se han comprometido a abolir sus impuestos a los servicios digitales. Reglas especiales garantizarán que Amazon se incluya en el nuevo marco de la OCDE, aunque el margen de beneficio de la empresa esté por debajo del umbral.
"Tras años de intenso trabajo y negociaciones, este paquete histórico asegurará que las grandes empresas multinacionales pagan su parte justa de impuestos en todos lados", ha explicado el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann.
"Este paquete no elimina la competencia a nivel fiscal, y no debería, pero marca unas limitaciones multilaterales acordadas. También acomoda los diferentes intereses de la mesa de negociación, incluyendo los de jurisdicciones pequeñas y en desarrollo", ha agregado.
Los participantes de la negociación se han comprometido a finalizar el trabajo técnico para el mes de octubre de 2021. La implementación efectiva de esta fiscalidad internacional no se dará hasta 2023.
El acuerdo al que se ha llegado este jueves ataja los problemas derivados de la base imponible y el traslado de beneficios por parte de grandes empresas a jurisdicciones con una baja fiscalidad. Como ya se había acordado, el acuerdo global se centrará en dos pilares de actuación.
El primer pilar incluye a las multinacionales con ingresos globales superiores a los 20.000 millones de euros y una rentabilidad por encima del 10%, excluyendo las empresas extractivas (petroleras o mineras) y las de servicios financieros regulados. El marco fiscal asignará los ingresos a las jurisdicciones donde se consuman los bienes o servicios vendidos. Posteriormente, los beneficios en exceso de ese 10% (hasta un 30 máximo) se asignarán a las jurisdicciones usando el reparto de ingresos con el objetivo de estar sujetos a impuestos, según informa la agencia Europa Press.
El segundo pilar abarcará a las empresas que facturen 750 millones de euros o más a nivel global e incluye que el tipo mínimo de los Impuestos sobre Sociedades sea del 15% en todas las jurisdicciones adheridas al acuerdo.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo: "Con un impuesto mínimo global en vigor, las corporaciones multinacionales ya no podrán enfrentar a los países entre sí en un intento por reducir las tasas impositivas y proteger sus ganancias a expensas de los ingresos públicos".
Pero en una señal de las batallas potencialmente difíciles que se avecinan en el Congreso, Kevin Brady, el principal republicano en el comité de formas y medios de la Cámara de Representantes, dijo que el acuerdo era “una rendición económica peligrosa que envía empleos estadounidenses al extranjero”.
Olaf Scholz, el ministro de Finanzas alemán, elogió el acuerdo y lo calificó como un "paso colosal hacia una mayor justicia fiscal", mientras que Rishi Sunak, el canciller del Reino Unido, enfatizó que garantizaría que "los gigantes tecnológicos multinacionales paguen los impuestos adecuados en los países adecuados". ”.
La OCDE ha afirmado que este nuevo sistema "actualiza elementos clave" del sistema fiscal, ya que este no cumple sus objetivos en una economía "digitalizada y globalizada del siglo XXI".
"El paquete de dos pilares proporcionará un apoyo muy necesario a los Gobiernos en necesidad de recaudar los ingresos necesarios para reparar sus presupuestos y sus balances al tiempo que invierten en servicios públicos esenciales, infraestructuras y las medidas necesarias para ayudar a optimizar la fortaleza y la calidad de la recuperación postCovid", ha indicado el club de países.
Según los cálculos de la OCDE, el pilar uno del paquete readjudicará a las diferentes jurisdicciones una base imponible adicional de 100.000 millones de dólares (84.269 millones de euros). De su lado, el pilar dos, con su impuesto mínimo del 15%, generará anualmente 150.000 millones de dólares (126.400 millones de euros) en ingresos fiscales al año en todo el mundo.