TGN y TGS no podrán aumentar los precios hasta abril del 2022
El lunes, el gobierno nacional olficializó la suba, promedio, del 6% en la tarifa de para residenciales y 4% para pymes. Para compensar el impacto para la distribuidoras, se autorizó a que las empresas suspendan cualquier tipo de inversión y destinen lo recaudado a pagar salarios y a productoras.
"Durante el presente Acuerdo Transitorio de Renegociación no se contempla un plan de inversiones obligatorias a ejecutar por la licenciataria", dice la cláusula de convenios del Enargas con las distribuidoras: Metrogas, Naturgy BAN, Camuzzi Gas del Sur, Camuzzi Gas Pampeana, Gasnor, Distribuidora Gas Cuyana, Distribuidora Gas del Centro, Litoral Gas y Gasnea.
A diferencia de las nueve distribuidoras, que tuvieron una suba de 25% las transportistas no firmaron las actas acuerdo, porque sus tarifas se mantendrán congeladas hasta el año que viene.
Según explicó Federico Bernal, la incidencia de las nuevas tarifas impactarán parcialmente en las facturas de julio y agosto, y en forma plena a partir de septiembre.
"Puesto en montos, esos porcentajes representarán, para un 50% del total de usuarios residenciales, aumentos de la factura de menos de 30 pesos en julio y agosto. Y estimamos que para el 80% de usuarios, la suba en septiembre y octubre va a ser menor a 120 pesos".
Si bien las transportistas y distribuidoras no demandan subsidios, las transferencias del Estado van a las petroleras locales y a las proveedoras del gas importado y serán $ 110.000 millones, $ 37.000 millones más que los presupuestados.
Nuevo esquema complica a transportadoras
ANDRÉS SANGUINETTI/iPROFESIONAL
Mientras las distribuidoras de gas podrán aplicar un aumento del 6% a las facturas que envía todos los meses a sus clientes, las transportadoras deberán mantener sus tarifas congeladas por orden del gobierno.
La decisión complica todavía más las cuentas de las dos más grandes compañías de este sector como son Transportadora de Gas del Norte (TGN) y Transportadora de Gas del Sur (TGS).
Ambas son las encargadas de suministrar el insumo a las distribuidoras del estilo de Metrogas para que éstas, a su vez, lo comercialicen entre sus clientes.
De hecho, en el componente tarifario, el transporte de gas representa un 13% del total de la factura, mientras que la distribución llega a un 27% y el resto se conforma por otros factores como impuestos y el valor del gas en boca de pozo.
En el caso de la distribución, el incremento del 6% permitido por las autoridades nacionales, según cálculos de Metrogas, implicará valores adicionales de entre $85 y $120 mensuales para sus clientes, lo cual no parece generar un gran gasto adicional para los usuarios y tampoco resolver los graves problemas financieros que sufren tanto la empresa propiedad de la petrolera estatal YPF como el resto de las distribuidoras del país.
En cuanto al futuro de TGN y TGS también continuará siendo incierto, a partir de la determinación adoptada por el Ministerio de Economía, a través del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), para que los precios a los que deben vender sigan congelados, amparándose en el decreto presidencial que estableció un régimen tarifario transitorio ("RTT").
El proceso implica no sólo que las tarifas de TGN y de TGS continuarán congeladas sino también que ambas empresas tienen la obligación de continuar prestando el servicio de transporte de gas; no podrán distribuir dividendos ni pagar anticipadamente préstamos con accionistas (excepto autorización del Enargas).
Tampoco se les permite adquirir empresas u otorgar créditos (excepto a usuarios o contratistas que no sean nuestros accionistas), ni encarar inversiones nuevas durante el plazo que dure la renegociación integral del contrato que el gobierno estima será de dos años, como mínimo.
Y como se trata de promesas de inversión que se incluyeron en el anterior proceso de renegociación tarifaria alcanzado en el 2017 con el gobierno del expresidente Mauricio Macri, se encuentran bajo investigación por parte del Enargas que está llevando adelante una auditoría, para evaluar su grado de cumplimiento.
Asimismo, el proceso contempla la posibilidad de que el Enargas ajuste las tarifas de TGN y TGS recién a partir del 1 de abril del 2022 con lo cual sumarán tres años sin cambios en sus ingresos, con un nivel de inflación anual que supera el 45% en promedio.
Además habrá que tener en cuenta si dentro de un año las condiciones de la economía permiten ese revalúo tarifario a partir también del factor ideológico que el kirchnersimo le aplica al sector de los servicios públicos al considerar que el Estado debe subsidiar el mayor porcentaje posible de la tarifa que paga la sociedad no sólo por el gas sino también por la electricidad, además de la telefonía; la televisión por cable e internet.
De hecho, el propio interventor del Enargas, Federico Bernal, ha dicho públicamente que el actual nivel de tarifas permite a las transportadoras de gas la prestación adecuada del servicio, les garantiza la confiabilidad y la seguridad de las instalaciones.
El funcionario entiende que las tarifas de ambas transportistas han registrado un aumento porcentual superior a la variación de todos los demás índices analizados, desde el inicio de los acuerdos transitorios del 2016, y advierte que, de haberse continuado con los ajustes semestrales a partir de octubre del 2019, la proyección observada exhibe que la variación acumulada también habría sido mayor a la observada en los restantes índices analizados.
Bernal también sostuvo durante las audiencias públicas llevadas a cabo a fines de marzo pasado, que TGN y TGS no verifican problemas de liquidez para afrontar la primera etapa del proceso de transición.
En su presentación, el titular del Enargas recordó que el período 2016-2019 terminó con un importante deterioro económico-social que involucró incrementos tarifarios de elevada magnitud para gran parte de los usuarios "que implicaron una pérdida de acceso a la energía e incrementaron la pobreza energética de la población y que el gasto por la provisión de gas por redes a hogares se incrementó durante este período, lo que, junto a la pérdida del ingreso en la población, provocó un aumento de la participación tarifaria del gas natural en los ingresos de los hogares, pasando de un 3,1% en 2015 a un pico del 10,7% en 2019".
Según la visión del Gobierno, aun considerando a los beneficiarios de la tarifa social, la incidencia tarifaria del gas natural de los hogares con menores ingresos se multiplicaron por 2,7 entre 2015 y 2019 "y subsumió a más de 1,4 millones de hogares en la pobreza energética, a la vez que entre 2016 y 2019 se duplicó la pobreza energética y apareció la indigencia energética".
En el caso de la pobreza energética, el Enargas sostiene que llegó a su pico histórico durante 2019, cuando más de 4,27 millones de hogares llegaron a ser pobres energéticamente, dentro de los cuales 1,42 millones fueron directamente indigentes energéticos.
Incertidumbre empresaria
En las empresas hasta ahora hubo silencio y solamente se manifestaron sobre las medidas en sendas cartas que enviaron a la Comisión Nacional de Valores (CNV), en las cuales anticipan que se encuentran "analizando el alcance de dichas resoluciones y evaluando las acciones a tomar en protección de nuestros derechos".
Durante las audiencias públicas que se llevaron a cabo en abril pasado para discutir los aumentos tarifarios, el enviado de TGN pidió la "necesaria e ineludible" aprobación de la renegociación tarifaria que habían concretado con Macri para poder alcanzar un nivel de ingresos mínimo, que permita mantener la sustentabilidad en la prestación del servicio público de transporte, mientras se recorre el camino de renegociación tarifaria que la actual administración nacional ha iniciado a partir de la sanción del Decreto N° 1020/20.
En tanto, el representante de TGS agregó que, dada la situación económica y social del país, sin perjuicio de que ello implique la renuncia al incremento tarifario no aplicado, y con el propósito de habilitar el inicio del nuevo proceso de RTI que permita lograr la recomposición de su Licencia conforme el marco regulatorio, se proponía la aplicación de un incremento de transición.
Lo cierto es que no lograron el objetivo y deberán esperar por lo menos un año para recibir algún tipo de mejora en sus ingresos que actualmente se encuentran en caída, tal como se evidencia en los balances presentados por las empresas sobre el primer trimestre del año.
En este sentido, TGS informó una utilidad integral por $3.909 millones contra $4.873 millones del mismo trimestre del 2020, con ingresos por ventas totales que disminuyeron en $694 millones, principalmente como consecuencia de la caída del segmento de transporte de gas natural.
Entre enero y marzo pasados, logró ventas por $5.328 contra $7.724 millones del primer trimestre del año pasado. Es decir, una caída de $2.396 millones que la empresa atribuye a la falta de actualización nominal de las tarifas, cuyo último incremento data de abril de 2019, y el impacto negativo que la evolución de la inflación tiene sobre ellas.
En este marco, la estrategia futura de TGS apunta de todos modos a buscar nuevas oportunidades de negocios con foco en Vaca Muerta, además de generar canales de diálogo válidos y constructivos con las autoridades que le permitan gestionar el negocio de manera rentable y eficiente acorde al desarrollo energético del país, considerando las necesidades de las demandas interna.
En el segmento de Producción y Comercialización de Líquidos, la estrategia estará orientada a optimizar el mix de producción que permita priorizar productos y canales de distribución que aporten mayores márgenes, y a la maximización del acceso a la RTP a costos razonables.
En materia financiera, llevó a cabo ajustes presupuestarios necesarios a fin de efectuar una prudente asignación de recursos y lograr mitigar el impacto negativo que las principales variables macroeconómicas tienen en sus negocios y los retrasos en el otorgamiento de los incrementos tarifarios.
Sin embargo, el impacto negativo del Covid-19 en los mercados financieros afectó el costo de los préstamos, las actividades de cobertura y el acceso a los mercados de capitales en general, lo cual le podría limitar la capacidad de obtener coberturas o financiamiento de manera oportuna y en términos aceptables.
Además, el frágil entorno económico en Argentina que se intensificó por la desaceleración de la actividad económica causada por la pandemia podría incrementar los índices de incobrabilidad de sus clientes. Teniendo en cuenta estos factores, en la empresa asumen que deberán depender solo del flujo de fondos generado por sus operaciones para cumplir con los requisitos de capital de trabajo, servicio de la deuda y gastos de capital.
Por su parte, TGN tuvo también un primer trimestre con caída de ingresos y, a diferencia de TGS, con pérdidas que ascendieron a $702,7 millones contra una ganancia de $1.142,8 millones en igual trimestre del 2020, principalmente explicado por una menor ganancia operativa.
Las ventas de la compañía sumaron $3.902,4 millones representando una reducción del 36,4% en comparación con el mismo período del año pasado cuando alcanzaron los $6.134,7 millones. Dicha disminución responde principalmente a la suspensión de los ajustes tarifarios en un contexto de aceleración de la inflación y a un menor transporte con destino a exportación.