Entre 2019 y 2020, su rentabilidad se redujo en $ 2700 millones por el congelamiento de tarifas y el impacto del Covid-19 en sus negocios
ANDRÉS SANGUINETTI
Del mismo modo que las empresas distribuidoras del servicio vienen atravesando escenarios financieros complejos, las transportadoras de gas se han visto afectadas por un escenario económico negativo que combina las consecuencias de las medidas sanitarias contra el Covid-19 con la caída de la demanda y el incierto panorama financiero y comercial que atraviesa la mayoría de las empresas y comercios del país.
Un ejemplo es el de Transportadora de Gas del Norte (TGN), la principal operadora de gasoductos de la región, que en tan sólo un año vio reducidas sus ganancias en $2698 millones. Por lo menos así surge de comparar los resultados de su balance del 2020 con los del 2019, en los cuales ganó $3.094 millones y $5.792 millones respectivamente, caída principalmente explicada por una menor ganancia operativa que logró compensar de manera parcial gracias a menores cargos de impuesto a las Ganancias.
La empresa, cuyos accionistas mayoritarios son el Grupo Techint y CGC, sufrió un derrumbe de sus ventas de casi el 22% en el mismo período, alcanzando los $18.906 millones en el 2020 contra los $24.221 millones del 2019
Los resultados se conocen unas semanas antes de la audiencia pública organizada por el Gobierno para discutir los cuadros tarifarios del sector del gas y en medio de una polémica con las empresas que pretenden importantes incrementos en los precios que reciben por sus servicios.
De hecho, el informe que TGN publica en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires responsabiliza de la caída de sus negocios a la suspensión de los ajustes tarifarios "en un contexto de aceleración de la inflación lo cual fue parcialmente compensado por una mayor facturación de transporte interrumpible".
La medida también repercutió en su Ebitda, que se redujo 25,4%, pasando de los $15.493 millones del 2019 a los $11.550 millones del 2020 y que desde la empresa aseguran que se debió principalmente a la caída de las ventas.
Actualmente, TGN argumenta operar en un contexto económico complejo, cuyas variables principales han tenido una fuerte volatilidad como el PBI, con una baja del 10,7%; una inflación acumulada del 36,14% una depreciación del peso de 40,51% frente al dólar, y las mayores restricciones cambiarias impuestas por el Banco Central.
En este sentido, desde TGN advierten que este cepo al acceso de dólares, podría afectar la capacidad de la sociedad para acceder al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) con el objetivo de adquirir las divisas necesarias para hacer frente a sus obligaciones comerciales y financieras.
"El contexto de volatilidad e incertidumbre continúa a la fecha de emisión de los presentes estados financieros", agrega la compañía, por lo cual su directorio aclara estar monitoreando permanentemente la evolución de las variables que afectan el negocio para definir su curso de acción e identificar los potenciales impactos sobre su situación patrimonial y financiera.
En la actualidad, el 95,1% de los ingresos de TGN provienen del servicio de transporte de gas (negocio regulado) siendo el 4,9% restante servicios de operación y mantenimiento de gasoductos y otros (negocio no regulado). En el caso de los ingresos provenientes del primer negocio representan el 96,3% mientras que los del segundo sector alcanzan el 3,7% restante.
Al igual que el resto de las compañías del sector, TGN se encuentra a la espera de definiciones oficiales sobre la evolución de las tarifas y de la renegociación de los contratos, teniendo en cuenta que el 20 de noviembre del año pasado, el Enargas elevó al Secretario de Energía, Darío Martínez, y al Ministro de Economía, Martín Guzmán, un informe con los resultados de la auditoría que habría descubierto "graves vicios" que causarían la nulidad de los contratos anteriormente firmados con el ex presidente Mauricio Macri y que, en su opinión, habrían influido negativamente en las tarifas que pagan los usuarios.
Pero los ejecutivos de TGN ya evidenciaron sus discrepancias con esas conclusiones y consideran que la RTI constituyó un procedimiento válido bajo la legislación vigente que derivó en tarifas de transporte justas y razonables, como lo exige la Ley del Gas.
Se trata de una controversia importante para los números de la transportadora ya que podría generarle mayores ingresos en caso de que sus tarifas se incrementen y de esa manera ayudar a reducir su endeudamiento total de $6.936 millones, exponiendo $1.610 millones en el pasivo corriente y $5.326 millones en el pasivo no corriente.
"A pesar de la importante crisis económica, TGN ha cumplido con todos sus compromisos financieros y ha reducido su endeudamiento, mejorando adicionalmente su exposición a la deuda en moneda extranjera", destaca el informe presentado ante la CNV.