"Vemos presiones más a mediano plazo que tiene que ver con la nueva configuración del contrato social en Chile después del resultado de las elecciones", dijo Ortiz-Bollin, analista de Moody's
Chile recuperará en 2022 el nivel de crecimiento económico perdido el año pasado debido al impacto de la pandemia de coronavirus, aunque los cambios políticos que vive el país genera incertidumbre sobre el desempeño en el mediano plazo, dijo este martes la agencia Moody's.
La calificadora espera una fuerte recuperación este año -con una expansión del 6%- además de un mayor espacio fiscal al que contribuirá el alto precio del cobre, mientras la deuda aumenta a un ritmo menor al esperado.
"Chile va a recuperar el nivel perdido del PIB en el 2022 y esto es algo relevante porque justo hace unos meses el PIB que se perdió en 2020 no se iba a recuperar hasta finales del 2022", dijo Ariane Ortiz-Bollin, analista de Moody's, durante un webinar de la agencia, según publicó América Economía.
A mediano plazo, el crecimiento irá a niveles de 2,5-3,0%, según la agencia.
Sin embargo, la analista señaló que los cambios políticos actuales podrían generar un mayor "ruido" y habrá que esperar señales sobre los temas a los que se dará prioridad en la redacción de la nueva Constitución del país.
"Vemos presiones más a mediano plazo que tiene que ver con la nueva configuración del contrato social en Chile después del resultado de las elecciones, que están confirmando que hay un giro importante hacia la izquierda pero sobre todo a una nueva forma de hacer política", dijo.
En los comicios del fin de semana para elegir a los delegados que redactarán el nuevo texto, los partidos políticos tradicionales sufrieron una dura derrota frente a fuerzas emergentes de izquierda y los independientes.
De acuerdo a Ortiz-Bollin, estos cambios complicarán la agenda del nuevo presidente del país que será escogido a finales de año.
"Será mucho más difícil para quien sea que esté en el gobierno (...) definir cuáles van a ser esas prioridades de política pública dada esta importante reconfiguración que se está dando", apuntó.
La analista señaló que el país todavía tiene un espacio de deuda para enfrentar la demanda de recursos de los eventuales cambios a los derechos sociales en el país, pero también tendrá que buscar fuentes permanentes de financiamiento.
Confianza en nueva Constitución
Identificar qué tipo de temas se van a discutir en la Convención Constitucional, y qué tipo de reglas se van a definir para llegar a acuerdos, son los elementos que Moody's estará mirando con atención de cara a la discusión constitucional en Chile, publicó DF.
Así lo explicó la vice president senior analyst de la clasificadora, Ariane Ortiz-Bollin, quien este martes afirmó que "no pensamos que la mayoría de los chilenos quieran cambiar de manera drástica el modelo económico".
"Nuestro escenario base es que la mayoría de los chilenos, reflejado en la gente que está redactando la nueva Constitución, va a querer mantener los elementos que mantienen una economía de mercado, respeto a la propiedad privada, respeto a la autonomía e independencia del Banco Central", dijo la economista, precisando que, a su juicio, entonces, la discusión va a ser "qué tipo de garantías, derechos, bienes y servicios públicos van a estar plasmados en la Constitución".
En línea con esto último, señaló que contempla que, si se aumenta el gasto de manera permanente y cambia la estructura de gasto en el Gobierno, entonces se buscarán maneras de "incrementar los ingresos gubernamentales para financiar este mayor gasto", o bien formas de aumentar los impuestos.
"Esto está incorporado en la clasificación de "A1", y si hubiera elementos que nos hacen pensar que se está desviando de esto, podrían ser consideraciones que nos hicieran pensar que la clasificación debería ser más baja", dijo Ortiz-Bollin, quien detalló que si bien la perspectiva es negativa desde agosto pasado, "vemos muy poco probable, con todo lo que conocemos y con los riesgos que estamos planteando, que Chile baje más allá de un "A3". La clasificación está en un rango de "A1" y de 'A3'".
Eventual rebaja
Pensando en una eventual rebaja en la clasificación soberana, la analista acotó que el riesgo no necesariamente es la pandemia y el aumento de deuda actual, "sino el que se agotó cierto espacio fiscal desde hace varios años durante la pandemia, y a futuro vemos riesgos importantes de que la deuda se estabilice no alrededor de 40 puntos del PIB, que es lo que estábamos esperando hace un año, sino a niveles muchísimo más altos". Pero, reforzó que este panorama no es derivado de la pandemia ni de las presiones actuales, sino que "de las presiones más de mediano plazo".
Ahora, respecto a un motivo específico que pudiera producir la rebaja, la experta afirmó que "cualquier cambio, incluso los cambios más radicales, serán de manera gradual y toman tiempo en manifestarse", agregando que "si bien vemos ciertos focos rojos, es difícil pensar hoy en día en algo específico que en sí fuera a detonar cambios de condiciones crediticias, económicas, fiscales, etc, radicales".
Tomando en cuenta el debate constitucional, afirmó que "la expectativa es que poco a poco, diferentes elementos nuevos se vayan incorporando a las condiciones de crédito, y que ya en su conjunto, nos hagan determinar que el horizonte va a ser distinto". A esto, añadió que "lo más probable es que sí vaya a haber cambios importantes en muchas aristas, pero que esos cambios se den de manera gradual, y pues por lo tanto también si hay cambios en la calificación, uno debería esperar que esos cambios fueran graduales".
Crecimiento e inversión
Ante los temores de que las elecciones del fin de semana impliquen un efecto directo en el crecimiento de la inversión, Ortiz-Bollin explicó que "la conclusión de muchos inversionistas es que hay más ruido político, que el ruido político puede tener consecuencias en las políticas públicas y que por lo tanto hay que ponerle más atención".
A su juicio, "esa incertidumbre en sí, sí puede generar un clima de negocios menos propicio a la inversión y puede afectar", pero explicó que las perspectivas de crecimiento siguen ligadas a confinamientos prolongados, algo que de la mano del proceso de vacunación en el país, no es visto como algo altamente viable por la clasificadora.
A esto se suman los altos precios del cobre, y la experta planteó que esto va a ser "lo más importante para determinar cuál va a ser el crecimiento económico este año y el que entra, y las necesidades de inversión, más allá que el proceso de la Constitución". "Eso va a estar siempre como una nube adicional de incertidumbre por dos años, pero no es en primer o segundo orden los factores más relevantes", afirmó.
Al ser consultada por las elecciones presidenciales, destacó que sigue habiendo "mucho ruido y mucha incertidumbre" sobre qué nombres se disputarán el cargo, pero alertó que "quien sea que gane estas elecciones presidenciales va a ganar con una aprobación relativamente baja", por lo que "hay un riesgo, todavía es una incertidumbre, lo sabemos, de que se continúe el tipo de dinámica en la que el Congreso adquiere mucha fuerza, en proponer ideas que tengan impacto en las políticas económicas y políticas fiscales, y que esto no emerja nada más desde el punto de vista del presidente".
"Esto es un cambio importante en la manera en que se diseña y hace política pública en Chile, que no necesariamente implica un debilitamiento de instituciones, pero sí implica que el proceso va a ser más desordenado y más incierto", advirtió.