semana económica
La agencia explicó que un margen fiscal entre alto y moderado pemitiría al país realizar maniobras fiscales.
La agencia calificadora Moody’s explicó que los gobiernos de América Latina tendrán menos margen para apoyar a sus economías a partir de políticas fiscales este año, debido al impacto de la caída de los precios de materias primas y la desaceleración económica en la región.
“Muchos Gobiernos de la región se verán obligados a reducir gastos a expensas del crecimiento económico”, dijo en un comunicado Renzo Merino, analista de la calificadora
La agencia destacó que el Perú es considerado como un país de margen entre alto y moderado, por lo que podría adoptar medidas contracíclicas para impulsar el crecimiento de su economía.
Paraguay y Chile son los países que tienen mayor margen en la región y podría implementar políticas fiscales para impulsar su crecimiento. En tanto, el margen fiscal de Argentina y Venezuela es de moderado a bajo, mientras que el de Brasil es bajo.
El margen fiscal es la capacidad de un gobierno para adoptar medidas que impulsen el crecimiento económico sin comprometer su solvencia.
Los gobiernos de América Latina tendrán menos margen para apoyar a sus economías usando la política fiscal este año, ya que el crecimiento es débil y los precios de las materias primas siguen deprimidos, dijo este jueves Moody's Investors Service en un reporte.
El margen fiscal, la capacidad de un gobierno para adoptar medidas que impulsen el crecimiento económico sin comprometer su solvencia, será moderado o bajo en América Latina durante 2016, según la agencia.
La situación es particularmente evidente en Argentina y Brasil, que están en recesión.
"Muchos gobiernos de la región se verán obligados a reducir gastos a expensas del crecimiento económico", dijo en un comunicado Renzo Merino, analista de la calificadora.
En su informe, Moody's considera que dentro de la región, Chile y Paraguay son los países con mayor margen fiscal.
A Perú se le considera un país con un espacio fiscal alto a moderado, por lo que su Gobierno podría implementar una respuesta contracíclica a la desaceleración.
El margen fiscal de Argentina y Venezuela es de moderado a bajo, mientras que el de Brasil es bajo.
PUBLICADO AYER
Para la calificadora de riesgo Moodys, la Argentina aún enfrenta desafíos de largo plazo tras su retorno a los mercados internacionales de bonos y debe reducir "los desequilibrios macroeconómicos" para aportar mejoras al panorama crediticio del Gobierno, las empresas y los bancos. Hace poco menos de un mes, la agencia estadounidense aplaudió la salida del default con un hecho concreto: subió la nota de la deuda del país.
Pero ahora, elaboró un duro análisis de la realidad macro para este año, con números poco auspiciosos. Según sus estimaciones, la economía argentina está en recesión y caerá 1,5% este año, lo que impulsará un aumento del desempleo. Con proyecciones más pesimistas para la inflación que las previstas por el Gobierno, los analistas de la calificadora ubicaron al índice de precios en un porcentaje anual superior al 30% (la meta oficial es de 25%).
En un informe, la empresa vaticinó que, en el corto plazo, "estos obstáculos económicos generarán desafíos para los consumidores, así como también para las empresas y el sector público". Para Moodys, "todavía es necesaria una reducción sostenida de los desequilibrios macroeconómicos del país para sustentar mejoras adicionales en las perspectivas crediticias del gobierno, las empresas y los bancos". Esas mejoras según el trabajo distribuido a la prensa se retrasarán por la actual recesión que sufre el país, evaluó la calificadora. "Prevemos que los resultados positivos del nuevo enfoque de políticas del gobierno no se evidenciarán hasta comienzos del próximo año", manifestó el vicepresidente para riesgo soberano de la calificadora, Gabriel Torres.
El trabajo señaló, además, que el regreso de la Argentina a los mercados de capitales internacionales después de 15 años, "marcó uno de los aciertos más significativos del gobierno del presidente Mauricio Macri". "Sin embargo, el retorno del gobierno a los mercados globales abre el camino para que los deudores corporativos con mayor flexibilidad, coloquen deuda en los mercados de capitales internacionales. Esperamos que algunas de las empresas más grandes de la Argentina emitan bonos en el corto plazo", añadió. "La financiación internacional también permitirá que las provincias argentinas puedan garantizar una financiación a largo plazo necesaria para financiar nuevos proyectos de infraestructura tras años de desinversión, así como también refinanciar bonos internacionales existentes, posiblemente bajo términos más favorables, consideró el informe.
Moodys evaluó, también, que los bancos en el país "tendrán poca necesidad de obtener financiación mediante la emisión de deuda internacional durante el próximo año. Y tienen oportunidades limitadas para cubrir sus obligaciones en moneda extranjera de largo plazo"