GUSTAVO ORELLANA
Operación anunciada en noviembre de 2020 involucra el pago de unos US$3.000 millones por parte de la empresa asiática, que ya era dueña en Chile de Chilquinta. La empresa china valoró la decisión, asegurando que les permite poner el foco en el plan de desarrollo de CGE.
Tras poco más de un mes de análisis, la Fiscalía Nacional Económica (FNE) anunció este miércoles 31 de marzo la aprobación, sin condiciones, de la venta de CGE por parte de la española Naturgy a la china State Grid (SGID), que a la vez es la distribuidora eléctrica más grande del mundo con más de 1.000 millones de clientes, principalmente en China.
La operación fue anunciada en noviembre del año pasado, y estaba sujeta a la revisión por parte de la FNE. La entidad inició 17 de febrero la investigación formal de las implicancias del negocio para la libre competencia, considerando que State Grid ya es controladora de Chilquinta, otra distribuidora eléctrica nacional, resolución fue dada a conocer hoy. El monto involucrado alcanza los US$3.000 millones.
“La FNE concluyó que la operación no es apta para reducir sustancialmente la competencia en los mercados de generación, transmisión y distribución eléctrica, así como también en los servicios no regulados asociados a la distribución y la comercialización de transformadores de distribución estándar (transformadores) y equipos compactos de medida (ECM)”, informó la FNE de manera oficial.
“Este análisis consideró, entre otras diligencias, consultas a distintos actores de la industria mediante oficios, declaraciones y un cuestionario online, incluyendo diversas reuniones con autoridades sectoriales, como la Comisión Nacional de Energía, el Coordinador Eléctrico Nacional y la Superintendencia de Electricidad y Combustibles”, complementó ese organismo.
Desde State Grid (SGID) emitieron una declaración en la que valoran la decisión de la FNE, y aseguran que esta aprobación les permite focalizar de mejor manera sus objetivos.
“Estamos conformes con la decisión de la FNE de aprobar nuestra operación y con su reconocimiento a que ésta no genera riesgos potenciales a la libre competencia. Con esta decisión, podemos poner nuestro foco en convertir a CGE en un proveedor de energía responsable y confiable, y reforzar nuestro intenso plan de inversiones, que se centrará en mejorar la red eléctrica local y en fortalecer la calidad de servicio que se entrega a los clientes. A través del aprovechamiento de la experiencia y fortaleza de State Grid en operaciones, financiamiento y capacidad técnica, continuaremos apoyando a CGE en el largo plazo en su objetivo de proveer de servicios energéticos a sus clientes. Al tiempo que concretamos estos objetivos, esperamos generar beneficios a nuestros grupos de interés principales, los que incluyen a clientes, empleados, proveedores y las comunidades a las que servimos”, señaló la firma de manera oficial.
Una de las principales dudas respecto a esta operación era el rol del holding estatal Sasac, que lidera a las empresas estatales chinas y que está detrás no solo de State Grid, sino también de otras empresas chinas que participan en compañías que participan del negocio eléctrico en Chile, como Pacific Hydro o Transelec, participadas por State Power Investment Corporation (SPIC) y Southern Power, respectivamente.
Si bien la FNE había señalado que estas participaciones serían parte del análisis, lo concreto es que en su investigación desestimó cualquier efecto negativo para la libre competencia.
“La investigación de la FNE descartó un aumento del poder de mercado de SGILD (State Grid) dado que, por un lado, las centrales de generación que forman parte de su grupo empresarial, a través de SASAC, tienen participaciones de mercado menores y, por otro lado, CGE no posee centrales de generación en el Sistema Eléctrico Nacional. Tampoco se identificaron problemas en el segmento de comercialización de energía en zonas de concesión dada la baja participación de mercado conjunta de las partes”, complementó la FNE en su informe sobre la aprobación del negocio.
También se descartaron efectos anticompetitivos en otros segmentos del negocio eléctrico, como la transmisión zonal, las licitaciones de nuevas líneas de transmisión o la transmisión dedicada. En relación con el negocio de distribución, considerando que CGE y Chilquinta participan del mismo negocio, el organismo que encabeza el fiscal Ricardo Riesco aseguró que ambas empresas no son competidores entre sí, ya que operan como monopolios naturales en el ámbito geográfico de su respectiva concesión. “Justamente en virtud de ello, las variables competitivas del segmento estén fuertemente reguladas y las empresas distribuidoras queden sujetas a la intervención y supervigilancia de las autoridades sectoriales”, complementó la FNE.
Además la FNE desestimó que esta operación vaya a generar un alza de precios en los procesos tarifarios y tampoco en los servicios no regulados, considerando que tanto CGE como Chuilquinta tienen sus zonas de operación bien demarcadas.
Donde sí reparó la FNE fue sobre una posible integración vertical que pudiese darse con esta operación entre CGE y los activos de SGID en los otros segmentos de la industria distintos de la transmisión, considerando que el artículo 7° de la Ley General de Servicios Eléctricos (LGSE) limita dicha integración. Por ello, decidió enviar los antecedentes a la Superintendencia de Electricidad y Combustibles.