Reducir las emisiones netas de carbono entre un 6% y un 8% para 2023
La petrolera Royal Dutch Shell describió los detalles de sus planes a corto y largo plazo para la transición a una energía más limpia, diciendo que su producción de petróleo y las emisiones totales de carbono ya han alcanzado su punto máximo.
El anuncio llega en un momento en que la industria del petróleo y el gas se encuentra bajo una inmensa presión para acelerar drásticamente sus planes para alejarse de los combustibles fósiles, en medio de una profunda preocupación por los efectos de la emergencia climática.
Shell dijo que apunta a reducir las emisiones netas de carbono entre un 6% y un 8% para 2023 en comparación con los niveles de 2016. El objetivo aumenta hasta un 20% para 2030, un 45% para 2035 y un 100% para 2050.
Anteriormente, la compañía solo se había comprometido a reducir sus emisiones netas de carbono en al menos un 3% para 2022, un 30% para 2035 y un 65% para 2050, utilizando 2016 como medida de referencia.
“Nuestra estrategia acelerada reducirá las emisiones de carbono y generará valor para nuestros accionistas, nuestros clientes y la sociedad en general”, dijo el director ejecutivo de Royal Dutch Shell, Ben van Beurden.
“Debemos brindar a nuestros clientes los productos y servicios que desean y necesitan, productos que tienen el menor impacto ambiental. Al mismo tiempo, utilizaremos nuestras fortalezas establecidas para construir sobre nuestra cartera competitiva mientras hacemos la transición para ser un negocio de emisiones netas cero en sintonía con la sociedad”, continuó van Beurden.
Shell dijo que esperaba que sus emisiones totales de carbono hubieran alcanzado su punto máximo en 2018 a 1,7 gigatoneladas por año, y confirmó que su producción total de petróleo alcanzó su punto máximo en 2019.
Las acciones de Shell cayeron más del 1,1% durante las operaciones matutinas.
Las Naciones Unidas han reconocido el cambio climático como el “tema definitorio de nuestro tiempo”, advirtiendo que los impactos de todo, desde los patrones climáticos cambiantes hasta el aumento del nivel del mar, tienen un alcance global y una escala sin precedentes.
Mientras tanto, las grandes petroleras han tardado en abordar de manera significativa la crisis climática.