Total, BP, Shell y Equinor registran fuertes números rojos en 2020, presas de la menor demanda y la caída del crudo
El impacto de la crisis del Covid-19 en la actividad económica y, por ende en la demanda de energía, ha asestado un duro golpe a las grandes petroleras, que han pasado de controlar un negocio tradicionalmente milmillonario a registrar pérdidas también milmillonarias en 2020.
En el caso de las europeas, las británicas BP y Shell y la francesa Total han perdido en conjunto 40.857 millones en 2020, que contrastan con los beneficios de 25.824 millones obtenidos el año anterior.
La noruega Equinor, que ha presentado este miércoles resultados, registró pérdidas por 4.544 millones de euros en 2020. Sumada la noruega, las pérdidas acumuadas por las petroleras europeas superan los 45.000 millones de euros. La próxima semana presentarán resultados las otras dos grandes petroleras europeas: la española Repsol, y la italiana Eni.
Y es que, 2020 marcará un antes y un después en una industria petrolera que se encuentra en pleno proceso de transformación para adaptarse a la transición verde que se avecina en la etapa postcovid. El impacto del virus ha provocado una situación de colapso en el sector, que ha visto cómo se aceleraba el despegue de las renovables, además del impulso a las regulaciones para reducir las emisiones de CO2 y las medidas de restricción a la movilidad durante la mayor parte del año debido a la extensión del virus. Todo ello ha provocado una fuerte caída en el precio del crudo de petróleo, que marcó mínimos históricos llegando a cotizar en negativo por primera vez en la historia, el pasado mes de abril.
Debido a estas nuevas circunstancias las compañías han tenido que revisar la valoración de sus activos para ajustarlos al precio del mercado, lo que ha provocado deterioros millonarios. En ese sentido, el gigante francés Total comunicó ayer números rojos por 5.982 millones de euros en 2020 debido a los bajos precios del crudo, lo que llevó a la compañía a asumir un impacto adverso de 8.261 millones de euros por el deterioro del valor de activos canadienses en el segmento de arenas bituminosas.
Por su parte, Shell registró unas pérdidas atribuidas de 18.048 millones de euros. La petrolera indicó que, en comparación con 2019, la producción total bajó por el impacto de las desinversiones, los altos gastos de mantenimiento y también por el paso de huracanes que afectaron las actividades en el golfo de México.
BP, a pesar de lograr un beneficio neto atribuido de 1.125 millones de euros en el cuarto trimestre del año, cerró el ejercicio con números rojos de 16.824 millones.
Aunque Eni presentará resultados el 19 de febrero, ya registró pérdidas de 501 millones en los primeros nueve meses del año.
Repsol, que comunicará al mercado sus resultados anuales el día 18, es la única de las grandes petroleras europeas que podría salvar el año de la pandemia. Según el consenso de analistas de Bloomberg y otros expertos la compañía presidida por Antonio Brufau puede obtener un beneficio de 315 millones de euros y unos ingresos de 30.660 millones (-37%). En 2019 Repsol ya realizó ajustes en sus activos de mayores emisiones por valor de 4.800 millones de euros que provocaron un resultado neto negativo de 3.816 millones.
El grupo energético noruego Equinor presentó este miércoles una pérdida neta de 5.496 millones de dólares (4.544 millones de euros) en 2020 debido a los efectos de la pandemia de coronavirus y los bajos precios del petróleo y el gas. La antigua Statoil, que cambió su nombre hace tres años, había ganado 1.851 millones de dólares (1.530 millones de euros) en 2019.
La pérdida operativa fue de 3.423 millones de dólares (2.830 millones de euros), cuando en 2019 se había registrado una ganancia de 9.299 millones de dólares (7.688 millones de euros). Los ingresos ascendieron a 45.753 millones de dólares (37.828 millones de euros), un 27% menos interanual.
Equinor, cuyo principal accionista es el Estado noruego, produjo 2,07 millones de barriles de equivalentes de petróleo diarios, una cantidad casi idéntica a la de un año atrás. El flujo libre de caja fue de 85 millones de dólares (70 millones de euros), gracias entre otros factores a una caída de los pagos por impuestos y a la reducción del gasto de capital.
En el cuarto trimestre, Equinor perdió 2.416 millones de dólares (1.998 millones de euros) netos, diez veces más, a causa de la crisis, el bajo precio del petróleo y el gas y el deterioro de activos en varios proyectos.
"Nuestro resultado estuvo influido por las turbulencias en el mercado, pero con una sólida mejora de costes y disciplina de capital presentamos un flujo de caja positivo para el trimestre y todo el año", señaló en el balance el consejero delegado del grupo noruego, Anders Opedal, informa Efe. Equinor espera que la producción aumente un 2 % en 2021 con respecto al año anterior.
Precisamente, Repsol es una de las petroleras que se ha anticipado a la transición energética y ya tiene diseñada su hoja de ruta para transformar la compañía con inversiones por 18.300 millones hasta 2025 en la que también ha reorganizado su estructura en cuatro áreas para potenciar su negocio de generación de bajas en emisiones. De hecho, prevé contar con una capacidad de generación que alcanzará los 7,5 GW en 2025 y 15 GW en 2030. La compañía ha venido desarrollando proyectos, sobre todo de eólica marina e hidrógeno, y lidera un consorcio para construir la primera planta de electrolizadores alcalinos de 100 MW en Europa.
Por su parte, Total y BP también se han lanzado por la diversificación de su negocio en proyectos en energías renovables. Este lunes, las dos petroleras británicas fueron las grandes adjudicatarias en el último concurso de derechos sobre fondos marinos de Reino Unido. Total se hizo con 1.500 MW para desarrollar junto a Green Investment, y BP ganó 3.000 MW en consorcio con EnBW.
La menor producción y el desplome de la cotización del barril de crudo de petróleo provocaron un hundimiento en Bolsa de las petroleras, algunas de ellas con caídas superiores al 40%. De esta forma, las acciones de Repsol cedieron un 39,9% en 2020 pasando de los 12,8 euros por título en la primera sesión bursátil del año a los 8,25 euros por título en la última sesión.
La italiana Eni experimentó una tendencia similar, con una caída anual del 38,88%. Por su parte, las británicas BP (-47,02%) y Shell (-44,97%) registraron las mayores pérdidas bursátiles. Total fue la compañía que menos cedió en Bolsa y aún así sus acciones de dejaron un 29,14% hasta los 35,3 euros por acción en 2020.