Con una extracción de 1,6 millones de barriles por día, la petrolera llega a los niveles de producción de 1980
MICAELA VARELA/El País
La producción de barriles de hidrocarburos de Pemex ha alcanzado las cifras más bajas de los últimos 40 años. Durante 2020, la extracción diaria de la empresa sin la ayuda de sus socios fue de 1,6 millones de barriles por día, un mínimo nunca visto desde 1980, cuando había un declive mundial del crudo a causa del superávit y la producción se situaba en 1,7 millones de barriles diarios.
En apenas un año, la extracción de crudo se ha contraído un 2,2%, consecuencia de la compleja caída de la industria petrolera mundial por disputas geopolíticas y el avance de Covid-19.
Petróleos Mexicanos, que acumula una deuda de más 110.000 millones de dólares, ha publicado en su último reporte anual que la tendencia de disminución en la producción de hidrocarburos del último lustro continúa bajando.
En 2015, la extracción se situaba en 2,5 millones de barriles diarios, un año más tarde era de 2,4 millones, al siguiente de 2,2 millones y así hasta llegar a los 1,9 millones barriles producidos de promedio en 2020 en colaboración con sus socios petroleros. La producción ha caído un 26% en los últimos cinco años y Pemex se ha convertido en la petrolera más endeudada del mundo.
La disminución en la cantidad de barriles está ligada a la crisis sanitaria del coronavirus. El pasado abril, México aceptó recortar una cuarta parte de su producción diaria, unos 100.000 barriles al día, para compensar el hundimiento de la demanda por la pandemia.
El desplome provocado, entre otras causas, por las cancelaciones de vuelos y la disminución del tráfico rodado en medio de la pandemia, empujó a los principales países productores de petróleo a establecer un recorte histórico a la producción el pasado abril.
En esas negociaciones, México se opuso a Arabia Saudí, el principal productor mundial de petróleo, y se negó a contraer un 23% su producción total. En cambio, logró reducir al mínimo su cuota de recortes gracias a un acuerdo con Estados Unidos.
La tendencia a la baja de su producción se ha traducido en una pérdida de casi 40.000 millones de pesos, una caída del 42.5% de sus ventas internas respecto a julio de 2019.
El secretario de Hacienda de México, Arturo Herrera, reconoció en una entrevista a EL PAÍS que la situación económica de la petrolera nacional es una de sus mayores preocupaciones. “Cuando ves los números fríamente, su resultado bruto antes de impuestos es mejor que muchos de sus competidores.
El problema empieza cuando le empezamos a cobrar los impuestos que le cobramos y al mismo tiempo tiene que pagar su deuda. Lo que hemos estado haciendo en los últimos años es reduciendo la estructura de impuestos de Pemex, para que se puedan ir ajustando poco a poco y nos dé espacio para respirar a nosotros,” dijo entonces Herrera.
KAROL GARCÍA/El Economista MX
Petróleos Mexicanos (Pemex) evalúa la posibilidad de realizar exploración terrestre mediante la técnica de fractura hidráulica en las cuencas no convencionales de Tampico-Misantla, por lo que solicitó a la Secretaría de Energía el otorgamiento de 15 nuevas asignaciones exploratorias en estas áreas no convencionales, donde 80% de los recursos son de tipo shale.
Por tanto, la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) emitió una recomendación favorable para que la Secretaría de Energía le otorgue a Pemex estas nuevas asignaciones en la primera sesión ordinaria del órgano de gobierno.
La solicitud de Pemex, que será evaluada por la Secretaría de Energía como parte del plan de negocios, se inscribe en la estrategia de elevar la meta exploratoria de la estatal a 1,300 millones de barriles de petróleo crudo equivalente como reservas totales cada año.
Esta premisa incluye el otorgamiento de 21 nuevas áreas por parte de la Secretaría de Energía, en un total de 28,500 kilómetros cuadrados con recursos prospectivos de 2,700 millones de barriles de petróleo crudo equivalente. A finales del año pasado se otorgaron ya las áreas Chuyan, Xanati y Yubán y si se otorgan las 15 terrestres presentadas a la CNH, restarán tres asignaciones más.
Rodrigo Hernández Ordoñez, director general de Dictámenes de Exploración de la CNH recordó que la Secretaría de Energía tiene la facultad legal de otorgar nuevas asignaciones a su empresa del Estado sólo en casos de excepcionalidad, que en este caso se ha justificado porque está alineado con el plan de desarrollo del país.
Así, se pidió a la CNH la opinión para otorgar un total de 18,648 kilómetros cuadrados en 15 nuevas asignaciones en áreas geográficas bastante conocidas para Pemex. Se trata de seis asignaciones en la cuenca de Tampico Misantla, denominadas Kikni, Castaña, Maguey, Furbero, Waya y Limonaria; en Veracruz, se solicitaron ocho asignaciones denominadas La Llave 1 hasta La Llave 8, y en las Cuencas del Sureste, que corresponde principalmente al área de Macuspana, en Tabasco, se presentó para su aprobación la asignación Techiaktli.
Los integrantes del órgano de gobierno recordaron que las asignaciones ubicadas en Veracruz representan la oportunidad de dar continuidad al play más exitoso de la última década para Pemex: Ixachi, hoy productor de gas y condensados.
Sin embargo, la opinión favorable para que la Secretaría de Energía otorgue a Pemex estas áreas no fue unánime ya que contó con el voto negativo de la comisionada Alma América Porres, quien justificó esta decisión con base en las áreas ubicadas en el play no convencional o shale de Tampico Misantla.
Y es que, como explicó la funcionaria, votar a favor del otorgamiento de estas nuevas asignaciones contradice la política energética actual del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha garantizado que no habrá perforaciones mediante fracking en el país.
Pero para el también integrante del órgano de gobierno, Héctor Moreira, quien votó favorablemente por otorgar estas asignaciones a Pemex, la simple propuesta de la estatal para continuar con su estrategia exploratoria en áreas no convencionales es una buena noticia.
“El 76% de los recursos que están pidiendo es no convencional y qué bueno que Pemex se está dando cuenta que 80% de los recursos que tiene son no convencionales”, dijo Moreira, “por lo menos hay una intención de reevaluar lo no convencional”.