Pemex y Petrobras son las únicas de América Latina dentro del top 10
A pesar de que en el último año varias calificadoras de riesgo crediticio han señalado que actualmente Petróleos Mexicanos (Pemex) representa una pérdida para el Estado, el llamado “gigante energético” está entre las compañías transnacionales con más ingresos por el uso de recursos oceánicos.
De acuerdo con la revista científica Science Advances, el estudio “100 Oceánicas”, elaborado por la Universidad de Estocolmo (Suecia), reveló que la compañía estatal mexicana tuvo ingresos anuales por USD 38,000 millones en 2018, lo que la coloca en la cuarta posición.
Al tope de la lista figura Aramco, de Arabia Saudita, con ingresos anuales por USD 90.000 millones. En segundo lugar está la brasileña Petrobras, con USD 45.000 millones; le sigue la Compañía Petrolera Nacional de Irán, con USD 42.000 millones; Pemex y en la quinta posición se ubica la estadounidense Exxon Mobil, con USD 37.000 millones en 2018.
Según el informe, en el cual colaboraron investigadores de la Universidad Duke en Carolina del Norte (EE.UU.), la petrolera española Repsol figura en el lugar 54 de esta lista, seguida por Petróleos de Venezuela.
En este sentido, Henrik Österblom uno de los investigadores de la Universidad de Estocolmo, señaló que si las ’100 Oceánicas’ fueran un país representarían la economía #16 más grande del planeta, debido a que en conjunto acumulan ingresos por USD 1.1 billón en 2018.
Por otra parte, el estudio indica que la industria de la exploración y extracción de petróleo y gas, es la que más se beneficia de los recursos de los océanos, con ingresos por USD 830,000 millones anuales, lo que representa 45 por ciento.
Mientras que la manufactura y construcción de materiales y equipos marítimos obtuvo ingresos por USD 354,000 millones (19%), seguida por la obtención de alimentos del mar con USD 276,000 millones (15%), y el flete marítimo de contenedores con USD 156.000 millones (8%).
Otras industrias que obtienen beneficios de los recursos oceánicos son la construcción y reparación de buques, el turismo en cruceros, las actividades portuarias y las instalaciones marinas para el uso de energía eólica.
En este contexto, agregó, se reconoce de forma creciente la capacidad del sector privado para impedir los esfuerzos por lograr un desarrollo sostenible o, como alternativa, aminorar las trayectorias actuales de uso de los océanos, asumiendo el liderazgo de la gestión empresarial de la biosfera.
Con todo lo anterior, el hecho de que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador no invierta en energías renovables y prefiera hacerlo en la petrolera estatal es algo preocupante para Jeffrey Sachs, presidente de la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), quien es reconocido en todo el mundo por sus labores en torno a este tópico.
Durante su participación en el Encuentro Digital Amafore en diciembre de 2020, Sachs mencionó que es necesario más dinero para incentivar la adopción de este tipo de energías.
El asesor de la ONU también refirió que México debe motivar una agenda de inversión para aprovechar los recursos naturales e incluso sugirió que a partir de estas iniciativas podrían establecer negocios con otros países, como Estados Unidos.
“Creo que el desierto de Sonora puede proveer de energía solar a Estados Unidos y abastecer de energía renovable”, comentó el economista, quien también destacó que este tema representará un reto para la administración de AMLO una vez que Joe Biden asuma la presidencia, pues señaló que el demócrata tiene una agenda más propositiva al respecto que su antecesor.
Destacó que si bien no es barato invertir en el desarrollo de las energías limpias, será mucho más caro no hacerlo, además de que el retorno de la inversión sólo se dará a largo plazo. Asimismo, puntualizó que seguir apostando por los hidrocarburos es una decisión arriesgada.
“México va a necesitar un plan verde. El presidente ha querido promover la recuperación del sector petrolero, pero esa estrategia es incorrecta, va en sentido contrario”, refirió Sachs, a lo cual agregó que esto será el “único (cambio) que vamos a poder hacer”.