Refleja un posible desplome de los mercados en el corto plazo
El indicador de mercado favorito del empresario Warren Buffett se acercó a un máximo histórico, reflejando que las acciones están sobrevaluadas y que podrían caer en un futuro próximo.
El “indicador de Buffett” divide la capitalización de mercado combinada de las acciones de un país que cotizan en la bolsa por su producción interna bruta trimestral, según destacó Business Insider en un artículo.
Los inversores utilizan este cociente como un indicador aproximado de la valoración del mercado de valores en relación con el tamaño de la economía.
Warren Buffett, el “oráculo de Omaha”, cumplió 90 años y su influencia como uno de los inversores más exitosos de Estados Unidos sigue plenamente vigente.
El empresario continúa dirigiendo el holding Berkshire Hathaway y no se da un descanso ni siquiera tras consolidar una fortuna personal valuada en unos 78.900 millones de dólares.
“El Wilshire 5000 Total Market Index tenía un valor de unos 35,4 billones de dólares al cierre de la jornada bursátil del miércoles, mientras que una estimación anticipada sugiere que el PBI de los Estados Unidos se elevó a 21,2 billones de dólares en el tercer trimestre. En base a esas cifras, el indicador de Buffett se coloca alrededor del 168%, cerca de su máximo histórico”, se indicó. Ayer, las bolsas operaban al alza en Wall Street a la espera de un resultado definitivo en torno de las elecciones presidenciales.
“El mercado de valores nunca ha sido tan caro como lo es hoy en día, en gran parte producto de las valoraciones en aumento en medio del deterioro de los fundamentos”, dijo Jesse Felder, un administrador de dinero y el fundador de The Felder Report, en una entrada del blog de esta semana.
“Esto no sólo significa que los rendimientos futuros serán probablemente excepcionalmente pobres, sino que el riesgo de pérdidas nunca ha sido tan grande como lo es hoy en día”, advirtió el ejecutivo.
Las cotizaciones bursátiles no reflejan los fundamentos, según el índice de Buffet
La interpretación del indicador de Buffett, combinada con los niveles extremos de la deuda de riesgo y el declive del impulso del mercado, “trazan un cuadro de un mercado de valores extremadamente sobrevaluado, impulsado por una euforia especulativa incluso cuando la tendencia de los precios se está agotando”, advirtió.
“Los inversores deben tener mucha precaución con las acciones como clase de activos”, agregó.
En tanto, Sven Henrich, el fundador de NorthmanTrader, un sitio web de análisis de mercado, agregó sus propios conceptos a los comentarios de Felder en un tweet de este jueves.
La lectura del indicador de Buffett refleja una “desconexión récord entre los precios de los activos frente a la economía”, dijo.
Buffett señaló en un artículo de la revista Fortune hace casi 19 años como “probablemente la mejor medida de dónde están las valoraciones en un momento dado”.
El multimillonario inversor y director general de Berkshire Hathaway añadió, según el artículo de BI, que "el aumento de la proporción hasta un máximo histórico durante el auge de las empresas punto-com debería haber sido ‘una señal de advertencia muy fuerte´ de una inminente caída.
Por supuesto que el indicador de Buffett tiene sus defectos, se aclaró. Por ejemplo, compara las capitalizaciones de mercado actuales con el producto bruto interno del trimestre anterior; además, las empresas que cotizan en bolsa en Estados Unidos no contribuyen necesariamente a la economía estadounidense y el PBI no tiene en cuenta los ingresos en el extranjero de estas compañías.
Sin embargo, la medición tiene un sólido historial de predicción de caídas. En este sentido, se disparó antes de que estallara la burbuja de las puntocom y también en los meses anteriores a la crisis financiera de 2008. Cabe esperar si ahora tiene el mismo nivel de precisión y qué pasará entonces con toda la liquidez que inundó al mercado este año, pese a la crisis global por la pandemia del covid-19, debido a la fuerte reducción de tasas adoptada por los principales bancos centrales del mundo y a la laxa política fiscal seguida por los gobiernos de esas naciones para contrarrestar la recesión.