El Banco Mundial prevé que el precio del barril podría llegar a los US$44 en 2021
LAURA SOFÍA SOLÓRZANO C
La pandemia movió la balanza de la oferta y la demanda en todas las economías, con lo que los precios de los productos presentaron algunos cambios. En su reciente informe de perspectivas el Banco Mundial (BM) analizó el impacto del covid-19 en los precios de los productos básicos y lanzó sus proyecciones sobre la recuperación.
Para la entidad, los precios de la energía y del petróleo son los que presentan mayor impacto durante este año e incluso podrían prolongarse durante un largo tiempo. El informe señala que si bien la ligera recuperación de los precios del petróleo impulsó los de la energía durante el tercer trimestre de 2020, la recuperación de la industria petrolera todavía se ve estancada.
“Los precios se van a mantener bajos porque la confianza sigue estando bastante débil; con las cuarentenas de España hay muchos miedos y la aceleración de una segunda ola de rebrotes sigue teniendo sus consecuencias en la confianza respecto a las proyecciones de la economía, si no hay confianza con respecto al futuro de la industria habrá consecuencias en el precio de las energías”, explicó Mateo Ramírez, economista y docente de la Universidad de La Sabana.
Según explica Ayhan Kose, vicepresidente interino de crecimiento equitativo, finanzas e instituciones, y director del grupo de perspectivas del Grupo Banco Mundial, con este nuevo panorama, las economías emergentes y en desarrollo exportadoras de petróleo tienen que implementar políticas para reducir su dependencia a los derivados del petróleo.
Por ahora, el Banco Mundial prevé que el precio del barril de petróleo para 2020 alcanzará los US$41, mientras que para 2021 podría llegar a los US$44. Además, señala que la demanda aumentará de manera lenta mientras se levantan las restricciones a la oferta, con lo que una segunda oleada del virus podría hacer caer los precios mucho más de lo esperado. Los precios de la energía tendrían una recuperación para 2021.
En cuanto al precio de los productos agrícolas, que no se vieron tan perjudicados por los efectos de la pandemia, tendrían un aumento de 3% durante 2020 y podrían crecer un poco más durante 2021 por el déficit en la producción de aceite comestible.
En este mercado de los aceites comestibles, el precio de la soya y el aceite de palma subieron 22% en el tercer trimestre; el aceite de girasol y el de canola habrían crecido hasta 14% cada uno, como resultado de la escasez de las semillas.
Sin embargo, algo que mantiene alerta al BM es el incremento de la inseguridad alimentaria en las economías y mercados emergentes, pues se ha presentado una inflación en el precio de los alimentos.
Según las proyecciones del informe, los precios de la agricultura podrían pasar de -4,3% durante el segundo trimestre de 2020 a 5,7% para el tercer trimestre; además de tener una variación anual de 1,4% para 2021.
El Banco Mundial comenta que los precios del arroz, por ejemplo, se dispararon a un máximo de siete años durante abril, sin embargo, pasados los meses han ido cayendo; durante el tercer trimestre bajaron 6% respecto al trimestre anterior, sin embargo, sigue 17% por encima de la cifra de 2019.
El economista y consultor empresarial de Upside Consulting, Martín Jaramillo comenta que el impacto del covid-19 sobre los precios de los alimentos puede analizarse en dos factores; una disrupción en las cadenas de producción y un choque inflacionario.
“Primero, una disrupción en las cadenas de producción, que aunque creo que ya pasaron la prueba más fuerte, sigue siendo un riesgo latente; y un choque inflacionario donde hay mayor oferta monetaria o donde, por alguna razón, aumentan los precios de los alimentos vía mal manejo monetario llevaría a que los bienes de la economía suban de precio, incluyendo los alimentos, que es lo último que se necesita una persona en pobreza”, explicó Jaramillo.
Además, el Banco Mundial explicó que la depreciación de algunas monedas habría influido en un aumento en el costo de las importaciones y los insumos agrícolas y alimentarios, especialmente en los países de Asia meridional, África subsahariana y América Latina.
El informe de la entidad muestra que la inflación promedio de los precios de los alimentos en estas regiones superaron el 8% entre enero y agosto de 2020, mientras que el aumento promedio de los precios a nivel mundial habría sido de 2,8%.
El BM concluyó señalando que una alteración transitoria de los precios necesitará políticas de estímulo fiscal para moderar el consumo y así lograr un control del mercado.
El secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), Mohammad Barkindo, señaló durante un encuentro virtual que la recuperación del mercado petrolero podría tomar más tiempo del esperado por la nueva oleada de covid-19. Sin embargo, reiteró su esfuerzo y cooperación con países como Rusia para continuar equilibrando el mercado. “Tanto el crecimiento económico como la recuperación de la demanda siguen siendo anémicos en este momento”, añadió.