Ni lejos ni cerca, en el inmenso espacio virtual marcado por los nuevos usos y costumbres de la cuarentena argentina, la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) y la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA) acordaron hoy, en la audiencia conciliatoria del Ministerio de Trabajo de la Nación, la vuelta al trabajo en cuatro minas de Santa Cruz.
Este primer entendimiento fue confirmado a Mining Press por el secretario general del sindicato Minero, Héctor Laplace, quien tuvo como contraparte al pope de la Cámara Empresaria, Alberto Carlocchia y el presidente la Cámara Minera de Santa Cruz (CAMICRUZ), Nicolás Bareta, en una reunión coordinada por Gabriela Marcello, subsecretaria de relaciones laborales de la Nación.
No participó en la audiencia el secretario general de la seccional Santa Cruz de AOMA, Javier Castro, cuya filial dispuso el paro sorpresivo por diferencias salariales en las minas Cerro Negro, Cerro Moro, San José y Don Nicolás, a partir de la cero hora del domingo pasado, una medida que de haber continuado habría afectado a una dotación de 4.000 personas.
Dirigentes empresarios y sindicales volverán a verse en las pantallas el próximo viernes para tratar de enmarcar las discusiones salariales santacruceñas en el rumbo común que se trazaron a comienzos de año cuando acordaron un 10% de incremento salarial para el primer tramo del año. Días después de aquel acuerdo superestructural, las operadoras de Santa Cruz pactaron con el sindicato en esa provincia un 1% más.
Las minas paralizadas y que ahora retomarán sus actividades fueron recuperando su producción paulatinamente después de la detención abrupta ordenada por el gobierno nacional el 20 de marzo pasado.
Desde entonces empresarios y sindicatos vienen tratando de poner en práctica los protocolos de seguridad siempre al acecho de posibles contagios, por lo cual transportes de personal y trabajos en la mina han debido ser adaptados al nuevo contexto.
Las minería metalífera de la Argentina, que en muchos casos está trabajando a un 20% o 30% menos de su capacidad operativa ha seguido abonando el 100% de los salarios.
El cuadro del segmento no metalífero argentino es hoy más agudo, ya que la parálisis de la construcción y la obra pública ha llevado a la asfixia a decenas de empresas: las cementeras están trabajando al 40% de su capacidad y con un 60% de sus recursos humanos, mientras que canteras lo hacen en un 30/40 de producción y con la mitad de su personal. Un balón de oxígeno es el que han recibido en estos días el sector de cal y piedra cuyas empresas podrán recibir la Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) para aliviar la carga salarial.
Pese al "bajo perfil" que tuvo esta huelga santacruceña, el dato no ha dejado de preocupar. La modalidad sorpresiva para los observadores del sector remite a los recuerdos de cuando Santa Cruz era un escenario permanente de conflicto, no sólo de AOMA, también de UOCRA, Camioneros y otros sindicatos, en muchos casos alentados por el gobierno provincial.
MINING PRESS
Santa Cruz siempre sorprende, o por abundancia de sus recursos minerales o por las tensiones inacabables de la provincia patagónica
El domingo por la madrugada, el sindicato de mineros de Santa Cruz AOMA inició un paro sorpresivo de actividades en cuatro mineras de la provincia: Minera Santa Cruz, Cerro Moro, Cerro Negro y Don Nicolás.
La modalidad elegida por la seccional de la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA), que conduce Javier Castro ha sido la del "paro sorpresivo". El sindicato minero reclama un aumento salarial de 22%. A comienzos de 2020 había acordado otro 11%.
Las mineras consultadas por Mining Press coincidieron en que la huelga aparece en el peor momento, cuando el sector procuraba, en el marco de los protocolos sanitarios por el Covid-19, sostener regímenes de actividad complicados por las cuarentenas obligatorias al personal no santacruceño, además de otras regulaciones y logísticas que han llevado a las minas a estar por ahora lejos de sus proyecciones óptimas.
Como no son tiempos para andar preocupando a la política nacional ni para ahuyentar a los inversores, esta huelga minera santacruceña ha venido acompañada de un llamativo bajo perfil, sin declaraciones altisonantes desde AOMA y con la mayor de las reservas desde la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM).
Ayer, el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria y hoy a las 12 se verán las caras por pantalla, el secretario general de AOMA Héctor Laplace, el presidente de CAEM, Alberto Carlocchia y el presidente de CAMICRUZ, la Cámara de las Mineras santaruceñas, Nicolás Bareta.
"Ninguna de las empresas afectadas implementó el acuerdo de reducción salarial del 30% acordado con AOMA Nacional y CAEM -la cámara de empresas mineras- en el mes de mayo, llevando tranquilidad en un entorno de incertidumbre total", afirmó un comunicado del sector patronal.
El conflicto esta vez no alcanzó a Minera Triton y Cerro Vanguardia, las otras dos operaciones metalíferas en Santa Cruz.
Ricardo Carpena/ Infobae
Las empresas denunciaron "un desastre" porque el personal en conflicto "violó los protocolos de seguridad". Ya se había pagado un 11% de reajuste en abril y todos cobran el 100% de los sueldos, aun los que no tienen tareas. Este martes, hay una reunión en el Ministerio de Trabajo
Cuatro de los seis yacimientos de oro y plata del Macizo del Deseado, en la provincia de Santa Cruz, se mantienen totalmente paralizados desde el domingo pasado por un paro sorpresivo dispuesto por los trabajadores mineros, que reclaman un aumento salarial del 22%.
La medida de fuerza, que afecta a los yacimientos metalíferos de Minera Santa Cruz, Cerro Moro, Cerro Negro y Don Nicolás, fue dispuesta por la Asociación Minera de Santa Cruz y, según aseguraron las empresas del sector, causó un “desastre en las minas, violando todos los protocolos sanitarios vigentes y dañando severamente los cambios de turno y el incipiente retorno progresivo de la actividad”.
Los trabajadores ya habían obtenido en abril pasado un 11% de aumento salarial y en las últimas semanas se habían retomado las negociaciones para analizar un incremento dentro de las paritarias, pese a que se habían otorgado bonos excepcionales del 20% para quienes estuvieron trabajando en el contexto de la emergencia actual. Sin embargo, destacaron empresarios del sector “durante los meses de abril y mayo no hubo producción, no hubo ventas ni se pudo exportar”.
En junio, las empresas mineras de Santa Cruz invirtieron en la adaptación de las operaciones a estrictos protocolos de seguridad, en el que incorporaron tecnología y testeos y se adaptaron los campamentos y la logística.
De todas formas, la actividad minera en Santa Cruz apenas llega hoy al 50/60% de la actividad normal, por lo que hay personal que no cumple tareas y al que se le paga el 100% de los salarios, pese a que la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) firmó con la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA), que conduce Héctor Laplace, un acuerdo similar al que alcanzaron la UIA y la CGT para suspender personal a cambio de una reducción salarial del 25% del sueldo neto.
El sector empresarial consideró que la medida de fuerza es “ilegal” porque no fue dispuesta por la AOMA nacional sino por la filial Santa Cruz del sindicato y pidió la intervención del Ministerio de Trabajo en el conflicto. Este martes, a las 12, se realizará una audiencia entre las partes en la Ciudad de Buenos Aires para intentar una solución que permita levantar el paro.
Anoche no se descartaba que la cartera laboral declarara este mediodía la conciliación obligatoria, que obliga a las partes a retrotraer la situación al momento previo al conflicto para permitir que negocien y también les prohíbe que tomen cualquier decisión que complique las tratativas.
Por su parte, Rubén Alfaro, dirigente de la AOMA Santa Cruz, dijo al diario La Opinión Austral que “se encuentran garantizadas las guardias mínimas” y sostuvo: “Seguimos esperando que las operadoras reflexionen, tomen consciencia de que se trata del sector productivo de mayor peso en la provincia y respondan con la misma predisposición y buena voluntad que demostraron los trabajadores al retomar las actividades en un contexto marcado por la pandemia mundial”.
El estricto protocolo de seguridad con el que volvieron a trabajar en los yacimientos incluye la provisión de elementos de seguridad, controles de temperatura en los ingresos y transporte proporcionado por los empleadores, que también se hacen cargo del viaje en avión para que algunos trabajadores que viven lejos del lugar puedan llegar a las minas de oro y plata (en general, son los que cumplen tareas durante 14 días consecutivos y descansan los siguientes 14 días).
Según destacaron en CAEM, “las medidas de seguridad fueron acordadas con asociaciones sindicales, empresas del sector, cadena de abastecimiento y autoridades de aplicación, a fin de prevenir y administrar el avance de la pandemia en los sitios mineros, acorde a las medidas dictadas por los organismos nacionales e internacionales”.