En el Consejo europeo que se inicia este jueves los líderes europeos van a buscar formas de reducir la enorme dependencia que tiene la Unión Europea del gas ruso, aunque no pretenden cortar los lazos energéticos de momento. Casi un tercio del gas que llega a la UE proviene de Rusia y el 40 % se recibe a través de Ucrania.
Gazprom, el mayor productor ruso de gas natural, cobra cada mes de la UE una factura de casi 3.600 millones de euros. Alemania, es la que más gas recibe y se anda con pies de plomo a la hora de tratar el tema.
La semana pasada, Gazprom, emitió un comunicado para celebrar los 40 años de suministro gasístico a Alemania donde alardea de ser un proveedor fiable. Alemania tiene su propio gasoducto el Caudal del Norte, que se construyó para sortear el paso del gas por Ucrania.
La crisis ucraniana y la anexión de Crimea han hecho recapacitar a los líderes de la UE que ya no ven tan fiable a su principal proveedor y se apresuran a estudiar la forma de diversificar las fuentes de suministro y sobre todo de comprar lo menos posible a Rusia.
»Todo el mundo reconoce que es necesario un cambio importante de rumbo por parte de la Unión Europea», ha dicho un portavoz de la UE a la prensa bajo condición de anonimato.
Las principales alternativas que va a estudiar el Consejo son las 'fuentes naturales', entre ellas las energías renovables y el gas de esquisto. Este último muy mal visto por la opinión pública europea. Además es posible que el 'fracking' no diera en Europa un resultado tan favorable como el que ha dado en Estados Unidos dónde ha reducido de forma evidente los costes de la energía.
La eficiencia energética es otra de las posibilidades a sumar así como las redes transfronterizas para compartir recursos, controlar los costes y desarrollar la capacidad de la UE para cambiar la dirección del suministro y proveer de gas a Ucrania.
Estados Unidos es otro posible proveedor aunque no se conoce la cantidad de gas que podría vender a la Unión. Eso lo podrá aclarar el mismo presidente estadounidense, Barack Obama, que visita Bruselas la próxima semana. Otra posibilidad es aumentar las compras al emirato de Catar.
No está muy claro que todo eso sumado pudiera suplir el gas que envía Rusia. Alemania es el primer consumidor, pero hay otros países, como los bálticos que dependen en un 100 % del gas ruso.
El gas natural cubre entre el 23 % y el 24 % de las necesidades energéticas europeas, el segundo lugar detrás del petróleo. El mayor gasto lo hace el sector doméstico, un 40 %, le sigue la generación eléctrica con algo más del 30 %, y la industria con un 20 %.
Según la Asociación Española del Gas (SEDIGAS), la producción gasística europea es de un 8 % de la producción mundial. El principal productor es Noruega, en segundo lugar Holanda y en tercer lugar Reino Unido.
La búsqueda de gas de esquisto en la UE está en sus comienzos. Polonia es el país que más apoyo gubernamental ha prestado y más áreas de posible explotación ha localizado. Ningún país de la UE ha iniciado la explotación a escala industrial.
Los militares de la Marina ucraniana en Crimea abandonan su cuartel general en la ciudad crimeana de Sebastopol, tomado hoy por fuerzas rusas de autodefensa y civiles, informan medios locales, un día después de la muerte de un soldado ucraniano y otro prorruso tras la anexión de la península a Rusia.
Los efectivos ucranianos, que aparentemente se han rendido, son reunidos en pequeños grupos y salen del recinto acompañados por supuestos "activistas de las autodefensas" rusas.
Los comandantes de la base aún permanecen en su interior, donde también tiene lugar un mitin con unas 200 personas, habitantes crimeanos, que irrumpieron en su interior, plantaron la bandera rusa y cantaron el himno de ese país.
Según los medios, los manifestantes propusieron a los soldados ucranianos que se rindieran y se unieran a ellos o bien abandonen la base, la ciudad de Sebastopol y Crimea.
"Son cerca de 200, algunos con pasamontañas. No están armados y no dispararon hacia nosotros. Los oficiales están encerrados en el edificio", explicó Serguei Bogdanov, portavoz de la Marina ucraniana.
"Aunque tenemos la autorización de utilizar armas para defendernos, no lo hemos hecho ni lo haremos", dijo Bogdanov.
El vicealmirante Alexandr Vitko, comandante de la Flota rusa del Mar Negro, que se presentó en la base para negociar con sus mandos, ya abandonó el lugar.
Poco después de la ocupación, los soldados ucranianos abandonaron el edificio y uno de ellos lloraba cuando vio izarse la bandera rusa en vez de la ucraniana, indicaron periodistas de la AFP en el lugar.
El Gobierno de Kiev envió a Crimea al ministro de Defensa, Igor Teniuj, y el viceprimer ministro, Vitali Yarema, para tratar de rebajar la creciente tensión entre las fuerzas rusas y ucranianas en la península anexionada por Rusia.
Pero el primer ministro crimeano, Serguéi Axiónov, ya ha anunciado desde Moscú que no se les permitirá la entrada en la península.
Ayer, un suboficial ucraniano y un miembro de las autodefensas rusas murieron en un confuso incidente en una base militar de cartografía en Simferópol, la capital de Crimea. La policía detuvo hoy al presunto francotirador responsable de esos hechos, informaron hoy fuentes del Ministerio del Interior crimeo citadas por la televisión rusa.
El detenido, un joven de 17 años, es oriundo de la región de Lvov, en el Oeste de Ucrania, y según las autoridades crimeas, se sospecha que podría pertenecer al grupo ultranacionalista ucraniano Sector de Derechas.
Mientras tanto, el Tribunal Constitucional ruso validó hoy por unanimidad la incorporación a Rusia de la península de Crimea, que decidió de forma unilateral separarse de Ucrania, indicaron las agencias de prensa rusas.
El tratado de incorporación, firmado ayer por el presidente Vladimir Putin en un acto casi épico, "es conforme a la Constitución rusa", afirmó el presidente del Tribunal, Valeri Zorkin. "La decisión fue tomada por unanimidad", añadió.