DEISY BUITRAGO Y MAYELA ARMAS

El gobierno de Venezuela contempla que los ingresos por exportaciones de crudo financiarán el 61% del presupuesto nacional para el 2022, en medio de las sanciones estadounidenses que afectan la comercialización de la estatal petrolera PDVSA.

El flujo de ingresos de PDVSA ha estado golpeado por la caída de la producción debido a los años de desinversión y mala gestión, así como por el impacto de las sanciones contra la petrolera desde 2019.

Pero este año la industria ha aumentado su bombeo de crudo levemente con la ayuda de países aliados y ha logrado vender en exterior más de 500.000 barriles por día, pese a las medidas de Washington.

"El gobierno viene desarrollando una serie de negociaciones que apuntan hacia la flexibilización y posterior eliminación de las sanciones. Mientras que paralelamente se continúa trabajando en la reafirmación de lazos y puentes con los nuevos socios estratégicos", informó el gobierno.

El proyecto de presupuesto 2022 estima que los ingresos petroleros para cubrir los gastos de salud, educación y salarios, entre otros, serían equivalentes a unos US$ 8.200 millones de acuerdo al tipo de cambio que calcula el emisor venezolano. Y con esos fondos cubriría 61% del gasto total.

La propuesta, que señala que el presupuesto del próximo año representaría unos 13.560 millones de dólares, no menciona el precio del crudo ni la producción promedio como solía hacerse hasta 2016, último año en el que se divulgó el gasto nacional.

En 2021, los ingresos petroleros han financiado 29% del gasto, según el documento, que muestra que hasta agosto de este año esos aportes equivalían a 1.298 millones de dólares.

El Ministerio de Comunicación y PDVSA no respondieron de inmediato a un pedido de comentarios sobre el asunto.

De los ingresos totales que percibe la industria petrolera por sus ventas externas de crudo, una parte cubre el presupuesto nacional, mientras que el resto lo utiliza PDVSA para atender sus gastos propios y otras obligaciones.

En el documento tampoco se detallan las estimaciones de crecimiento económico, inflación y tasa cambiaria para el próximo año. El Banco Central no actualiza cifras sobre el comportamiento de la economía desde finales de 2019. 

Exportaciones petroleras cayeron en noviembre

MARIANNA PARRAGA Y MIRCELY GUANIPA

Retrasos en el despacho de crudo causados ​​por problemas de calidad con el petróleo de PDVSA redujeron en noviembre las exportaciones de Venezuela a niveles menores a los del tercer trimestre.

En la segunda mitad de este año, PDVSA comenzó a aprovechar la estabilidad del suministro de condensado iraní, que usa como diluyente del crudo extrapesado que produce en su principal región petrolera, para impulsar la extracción y satisfacer la demanda tanto de exportación como de consumo interno.

Pero la reorganización ha tenido un costo: sus principales crudos de exportación -particularmente el pesado Merey- se están produciendo con exceso de agua, lo que genera demoras en la carga, mientras que la constante descarga de condensado importado está privando a PDVSA de infraestructura clave para exportar, generando una rápida acumulación de inventarios.

PDVSA y sus empresas mixtas entregaron a sus clientes el mes pasado 572.567 barriles por día (bpd) de crudo y productos refinados, casi un 20% menos que en octubre y aproximadamente un 2% menos que las exportaciones en el mismo mes del año pasado, mostraron los datos.

"(Existen) bajos inventarios de Merey y fuera de especificación por alto porcentaje de agua", dijo PDVSA en unos de sus informes de despacho, visto ​​por Reuters.

PDVSA y el Ministerio de Petróleo de Venezuela no respondieron a las solicitudes de comentarios.

La estatal exportó un promedio de 640.000 bpd en el primer trimestre, 642.000 bpd en el segundo trimestre y 591.000 bpd en el tercer trimestre. En octubre, alcanzó un pico de 711.000 bpd.

Las exportaciones de crudo desde la zona más activa para transferencias de barco a barco, Amuay, no fueron suficientes para compensar el declive general de las exportaciones, pero las empresas estatales de Venezuela continuaron impulsando la venta de subproductos petroleros y petroquímicos en noviembre.

En contraste con los envíos, la producción de crudo de PDVSA alcanzó un pico diario de 904.000 barriles en noviembre para promediar unos 830.000 bpd en el mes, un nivel no visto desde principios de 2020, según datos internos de PDVSA y estimaciones independientes.