NADAV RAJZMAN *
Tuve el gusto de visitar el proyecto de Josemaría en San Juan, en representación de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM). Quedé realmente sorprendido por el trabajo realizado en el proyecto, pero -sobre todo- por las increíbles oportunidades que presenta el desarrollo del cobre.
El acceso al proyecto está lejos de absolutamente todo. Josemaría se ubica a 432 km de San Juan y 4.230 metros de altura, en el extremo norte de la provincia y a unos 160 km de Guandacol (La Rioja), donde termina el camino asfaltado. Nos tomó más de 9 horas en llegar al campamento.
El campamento es un pequeño pueblo en la Cordillera. Cuenta con capacidad p/1.000 personas con oficinas, comedor, recreación, enfermería, gimnasio y otros. Cuando esté terminado tendrá una 4.500 plazas. El departamento de Iglesia (donde se ubica el proyecto), tiene 8.800 habitantes.
¡La minería democratiza salarios altos! Cuando uno habla con los sanjuaninos (y la mayoría habla bastante), todos tienen un pariente o conocido que trabaja en minería. Las estadísticas de Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial (OEDE) muestran que en 2023 el salario minero metalífero fue 4 veces mayor al promedio provincial.
Construir una operación minera como Josemaría, es una tarea titánica. Las últimas estimaciones de la empresa señalaban que se va a necesitar desembolsar US$ 4.000 millones (seguramente el monto aumente) y emplear 7.000 personas para ello. Varios equipos ya están en depósito.
Pero lo que más me sorprendió, es que las posibilidades de desarrollo del cobre van mucho más allá de Josemaría. Resulta, que las exploraciones de Lundin en la zona dieron grandes resultados, algunos incluso muestran una mejor perspectiva que el propio Josemaría.
Esto es realmente sorprendente. Si consideramos que un programa de exploración greenfield tiene una probabilidad del 0,07% (<1 en 1.000) de descubrir un depósito viable desde lo económico, por lo que la probabilidad de encontrar un ¡distrito de cinco minas! Es ínfimo.
Se estima que Josemaría exportaría unos U$S 1.100M por año, pero ¿y si Filo del Sol y Lunahuasi son todavía mayores? ¿Cuánto pueden llegar a exportar 3 operaciones, una más grande que la otra? Pensemos en las grandes operaciones chilenas: La Escondida exportó US$ 8.700 millones.
¿Qué implicaría el desarrollo de Josemaría para San Juan? Además, del empleo y exportaciones, la puesta en marcha mejoraría la recaudación de la provincia entre un 12% y 16% de forma directa. ¡Imaginémonos cuánto vale en este contexto de restricción presupuestaria! ¿y 3 proys?
Ahora bien, ¿depende únicamente de la provincia que se pongan en marcha estos proyectos? Ya ha dado sobradas muestras de su intención de hacerlo: la mayoría de las trabas son nacionales.
¿Cuáles son las principales trabas? Varias, pero sin dudas la principal se encuentra en acceso al Mercado de Divisas. ¿Cuál es acaso la lógica de poner US$ 4.000 o 5.000 millones en una inversión donde no está garantizada la posibilidad de cobrar por ello?
La competitividad y estabilidad del régimen de inversiones mineras también es un punto crítico. Nuestra carga tributaria supera a la de cualquier otro productor de cobre del mundo. Ni hablar de nuestros competidores directos en la región (Chile y Perú).
Cobre hay en muchos lugares del mundo y el 50% de impuestos*cero producción = cero recaudación.
Por otro lado, hace ya demasiado tiempo que los “beneficios” que decimos ofrecer (recupero de IVA para la construcción, estabilidad fiscal, aranceles reducidos para importar BK, etc.) no se cumplen. Sin certeza de la carga tributaria… ¿Cómo hacer las cuentas para invertir?
En resumen: para 2035 se estima un déficit de 10 millones de toneladas de cobre (~50proys. de clase mundial), es la oportunidad de Argentina de poner en marcha todo el potencial del cobre en nuestro país. Es hora de que nos pongamos serios y no dejemos pasar la oportunidad.
* Economista en la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM)