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ANÁLISIS
Montamat: ¿Maximizar renta o asegurar el autoabastecimiento?
CLARÍN/ENERNEWS
19/01/2024

DANIEL MONTAMAT *

En el libro La renta del petróleo en la Argentina (Eudeba-2021), sostenemos que la actividad petrolera puede ser analizada como un negocio de apropiación y distribución de renta. La renta surge de la diferencia entre precios y costos. Si no hay renta a apropiar y a distribuir no hay negocio y no hay inversión.

En el libro probamos con evidencia empírica de datos de la Argentina que cuando se alteran los mecanismos de apropiación y distribución de renta que decidieron la inversión, o bien estableciendo precios internos divorciados de los internacionales, o creando nuevos gravámenes (retenciones) que afectan la renta apropiable, cae la exploración, caen las reservas probadas y cae la producción.

Desde el punto de vista de la microeconomía petrolera entonces, el objetivo de maximizar renta petrolera está orientado a maximizar la inversión en la industria y a internacionalizar el mercado doméstico.

La reforma al artículo 6 de la ley 17.319 de hidrocarburos propuesta en la ley ómnibus busca cristalizar este principio en tensión con la prioridad del autoabastecimiento interno hasta ahora vigente. Analicemos los potenciales conflictos.

Si el mercado interno no está autoabastecido porque la producción petrolera doméstica no cubre la demanda, los precios de referencia se regirán por la paridad de importación y la racionalidad económica impone vender el petróleo en el mercado interno en cambio de intentar el negocio externo sujeto a una paridad de exportación que implica menos precio.

El propio artículo 6 de la 17.319 (todavía vigente) establece que si se fijan los precios internos para la comercialización de crudos domésticos esos precios deben reflejar la paridad de importar el crudo.

El problema viene si los precios internacionales suben mucho y se quiere mantener precios internos más bajos, fijándolos en el nivel de los “costos de explotación de la empresa estatal”.

Aquí nos encontramos con la primera tensión entre un, llamémosle, “barril criollo-1” que procura redistribuir renta desde los productores aguas arriba a los actores del mercado aguas abajo, y el objetivo maximizador de renta que aconseja mantener el alineamiento de los precios domésticos con los internacionales para maximizar producción e inversión nacional.

En todo caso se puede atenuar el impacto en los combustibles de esa suba en la cotización internacional del crudo reduciendo el componente impositivo o conformando un fondo estabilizador contracíclico.

A continuación, el artículo 6 legisla sobre la autorización de las exportaciones bajo el supuesto implícito que el mercado doméstico está autoabastecido. Pueden sobrevenir dos nuevas tensiones. Si el país es superavitario y tiene excedentes, con precios internacionales a la suba viene la tentación fiscal de apropiarse de renta vía retenciones.

Las retenciones al barril de exportación bajan las referencias de precios para el barril que se comercializa internamente - “barril criollo-2”- y desalienta la inversión para maximizar la producción y la renta petrolera argentina. Hay una transferencia de renta apropiada aguas arriba a los actores aguas abajo (el consumidor de combustibles si bajan los precios del surtidor).

Pero el otro caso de tensión, que muchos pasan por alto y tal vez no pasó por el espíritu del legislador en la redacción del art. 6, es aquel en que hay una baja significativa de los precios en el mercado internacional con impacto en la renta a distribuir.

Si el objetivo del autoabastecimiento predomina sobre el de maximizar renta se pueden fijar precios para el barril doméstico superiores a los internacionales: “barril criollo-3”. Aquí son los consumidores los que subsidian a los productores pagando precios internos superiores a los de referencia internacional.

Es claro que guiados por el objetivo maximizador de renta una baja de los precios internacionales impacta en caída de reservas y de producción, y es posible que haya que volver a importar, salvo que se trabaje sobre el otro componente de la definición de renta: los costos.

Bajando costos bajan las referencias de precios de break even (precios que permiten recuperar costos totales). El objetivo de maximización de renta también implica un desafío tecnológico constante.

Colofón: la divisoria de aguas entre el objetivo del autoabastecimiento o de maximización de renta responde a criterios extraeconómicos, sean políticos y/o estratégicos. Los argumentos económicos favorecen el objetivo de maximizar renta petrolera con precios internos alineados a los internacionales. Además, el objetivo del autoabastecimiento interno puede forzar en muchas oportunidades la indeseada y discrecional convivencia con los “barriles criollos”.

* Ex secretario de Energía y ex presidente de YPF


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*La información y las opiniones aquí publicados no reflejan necesariamente la línea editorial de Mining Press y EnerNews

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