WALDO CHAYLE *
La explotación de minerales en la antigüedad comenzó siendo una actividad a "cielo abierto", es decir, sobre la superficie del suelo. Estos trabajos eran consecuencia de la precariedad tecnológica y escasos conocimientos de los minerales y rocas.
Utilizaban algunos elementos rudimentarios, tales como hueso, cuñas de rocas, madera y rocas que esgrimían como martillos.
Posteriormente, con estos elementos avanzaban según el tipo de rocas, construyendo labores subterráneas de dimensiones pequeñas y de poca longitud.
Con el adelanto de nuevas tecnologías y del conocimiento técnico, eran predominantes los trabajos subterráneos.
Las mujeres siempre trabajaron en minería colaborando con los hombres en los trabajos exteriores respecto a la actividad subterránea.
Por ejemplo cuando llegaron los colonizadores, se intensificó la minería subterránea y las mujeres realizaban las tareas sobre la superficie del terreno, siendo las más conocidas, las "palliras o "palliris" que realizaban selección manual de los minerales valiosos de los no valiosos, en algunos casos, reducían los tamaños de piedra mineralizada mediante golpes con una piedra o martillo. No era una tarea fácil. En nuestra provincia existieron las "palliras" en mina Pirquitas durante la explotación subterránea.
En la minería artesanal también trabajaron las mujeres, por ejemplo en el lavado de oro aluvional o en lugares donde grandes empresas permiten que los desechos minerales sean re trabajados en forma artesanal.
En la región andina las mujeres no podían trabajar en minería subterránea, debido a varias creencias, por ejemplo, se dice que antiguamente trabajaban mujeres en minería del carbón en Inglaterra y como en esa época utilizaban vestidos largos, con frecuencia generaban accidentes, de allí que las mujeres en interior mina, se decía que "traen mala suerte".
Otros manifiestan que en minería, normalmente se realizan trabajos pesados y las mujeres no tienen la misma fuerza que un hombre. También se dice que la pachamama se pone celosa por la presencia de una mujer en el interior de una mina. Los sacerdotes tampoco pueden entrar a una mina porque representan a Dios y por otra parte, se interpreta que los minerales y el subsuelo corresponden a los reinos de satanás. Eran los obreros y familias, los que se oponían al ingreso de mujeres en la mina. Podía ocurrir que una mujer camuflada entraba en una mina con alguna complicidad, por ejemplo, si era descubierta por los mineros, inmediatamente circulaba la idea de esperar algún accidente. Algunas veces efectivamente ocurría un accidente, por diferentes motivos, sin embargo todos pensaban que ha sido por el ingreso de la mujer.
En la actualidad, en nuestro país cambió radicalmente el empleo de la mujer en actividades mineras, particularmente porque existen grandes empresas que realizan explotaciones mineras a "cielo abierto", en estos casos las mujeres trabajan en diferentes tareas, ya sean laboratorios, plantas de tratamiento de minerales, en trabajos de explotación y puestos gerenciales.
En el año 2008 por primera vez se realizó en Jujuy el Congreso Geológico Argentino. Entre las actividades se realizó una excursión a Mina Pirquitas, donde ha sido posible visitar todos los sectores de la actividad minera a cielo abierto. Otra mina visitada ha sido El Aguilar, pero no permitieron la visita en el área de explotación minera, por la presencia entre los excursionistas, de mujeres, incluso con gran experiencia en minería, después de algunas gestiones permitieron la visita en sectores de explotación a cielo abierto.
Podemos decir, que no ha sido totalmente erradicada la idea de que las mujeres atraen la mala suerte si ingresan en una mina, particularmente subterráneas.
* Geólogo