RICARDO N. ALONSO *
Los daguerrotipos fueron una forma primitiva de hacer fotografía en la primera mitad del siglo XIX. El método lo inventó el francés Louis Daguerre en 1839 y de él tomó su nombre. Los primeros daguerrotipos necesitaban una exposición de 10 minutos con lo cual solo se podían fotografiar cosas inmóviles como edificios, obras arquitectónicas o paisajes.
El método evolucionó rápidamente y así se pudo lograr, en un minuto, imágenes nítidas y durables de personas. Primero se utilizaron láminas de plata y luego, por economía, láminas de cobre bañadas en plata en una de sus caras.
Las cámaras fotográficas eran muy simples, con una caja de madera como cámara oscura, una lente que trasladaba la imagen y vapores de yodo que la fijaban en el soporte metálico. La impresión era un positivo y un negativo a la vez. Y además único. Al revés de los negativos de las fotografías posteriores que permitían reproducirlas infinitamente.
El más icónico de los daguerrotipos argentinos corresponde al gobernador salteño Miguel Otero (1790 -1874) que fuera logrado en Buenos Aires en 1845 por el fotógrafo Juan A. Bennet. El daguerrotipo se conserva en el Museo Histórico Nacional. Otero trasunta allí su recia personalidad, mirada firme, manazas enormes, bigote prominente y una elegante vestimenta de época. Como ayuda biográfica recordemos que Otero gobernó Salta en 1841. Minero de profesión, se radicó en las famosas minas de Cerro de Pasco en Perú donde logró hacer alguna fortuna.
Luego, como militar, actuó a las órdenes de José de San Martín, Simón Bolívar, Juan Antonio Álvarez de Arenales y Juan Manuel de Rosas. Era federal y estuvo enfrentado a los unitarios, padeciendo los clásicos exilios de la época. Un pasaje en la zona del Hogar Escuela de Salta recuerda su nombre.
Muchos otros daguerrotipos fueron realizados en el país en aquellos tiempos decimonónicos. Uno de ellos llegó a mis manos gracias a un anticuario de Buenos Aires especializado en arte y bibliofilia. Se trata de una placa de cobre plateada de 15,5 cm de largo y 11,5 cm de ancho que contiene la imagen de tres ilustres salteños del siglo XIX. Se sabe que fue realizado en un estudio fotográfico de Córdoba, pero la fecha está borrada. Los personajes de la foto son, por anotaciones al margen, y de izquierda a derecha, Uriburu, Goytia y Bedoya. Uriburu y Bedoya están con sus galeras en la mano izquierda y el brazo derecho en cabestrillo sobre el saco, mientras que Goytia tiene puesta la galera y las manos cruzadas al frente. Los tres son jóvenes y visten muy elegantemente.
URIBURU
En el caso de Uriburu, atrás del marco del daguerrotipo aclara “Juanito”, y sería Juan Nepomuceno Uriburu Hoyos (1805-1887), “Tata Juan” para sus descendientes. Este político salteño fue gobernador de Salta entre 1862 y 1864. Durante su gobierno hubo revueltas, entre ellas la “Revolución de los Uriburu”. Juan N. Uriburu estuvo casado con la altoperuana doña Casiana Castro y Sancetenea y fueron los padres de Pío Uriburu, también gobernador de Salta. Durante el gobierno de Juan N. Uriburu se adaptó el Cabildo de Salta para casa de gobierno, se dio nombre a la plaza 9 de Julio y se mandó construir allí un pozo de agua, se organizó el sistema de recolección de basura con 10 carros recolectores, se reorganizó el Poder Judicial y se puso en marcha la Inspección General de Escuelas.
También se lo recuerda por haber creado el Departamento de Cafayate, haber autorizado a Natalio Roldán la navegación del Bermejo y la fundación de Colonia Rivadavia en la región chaqueña y haber creado el Departamento Topográfico de la Provincia que tuvo un destacado papel en la segunda mitad del siglo XIX.
Uno de sus familiares, José Evaristo Uriburu, llegaría más tarde a la presidencia de la Nación. Gracias a este último Uriburu y al presidente Julio Argentino Roca, nuestro país recuperó en 1899 la Puna de Atacama, que estaba en manos de Chile luego de la Guerra del Pacífico de 1879. Un nieto de Juan Nepomuceno Uriburu, el historiador Carlos Ibarguren, escribió una amplia biografía histórica de la vida de su abuelo.
BEDOYA
En cuanto a Bedoya se trataría de Segundo Díaz de Bedoya cuya fecha de nacimiento y muerte se desconocen. Estudió en Córdoba sin haber completado los estudios. Fue intendente de la ciudad de Salta y presidente de la legislatura durante el gobierno de Juan Nepomuceno Uriburu. Triunfó en la batalla de El Brete y ocupó la gobernación de Salta un par de meses de 1864 tras la “Revolución de los Uriburu”. Fue reemplazado por Cleto Aguirre. Durante la invasión de Felipe Varela estuvo al mando de tropas para la defensa de la ciudad.
En el gobierno de Benjamín Zorrilla volvió a presidir la legislatura y la Convención Constituyente de 1875 donde entre otras reformas se sancionaron la obligatoriedad de la enseñanza del nivel primario, la organización de los municipios y la creación de la Cámara de Senadores. También se lo recuerda por la Ley Orgánica de Municipalidades sancionada durante la gobernación de Juan Solá.
Ubicado al medio del daguerrotipo, con una gran galera y ropa elegante, flanqueado por Uriburu y Bedoya, se ubica Casiano Goytia. El doctor Casiano José Goytia González (1808-1876) nació en Salta y era hijo de Bruno Rosario Goytia y Escolástica González. Casó en 1850 con Gertrudis Aráoz Usandivaras y fueron padres de 5 hijos: Dolores Gabina Goytia Aráoz, Abel Goytia Aráoz, Samuel Goytia Aráoz, Casiano José Goytia Aráoz y Gertrudis Goytia Aráoz. Realizó la escuela primaria en Salta y el secundario en el Colegio de Montserrat en Córdoba. Colaboró en las gobernaciones de Pablo Latorre en Salta y de Iturbe en Jujuy. Por su militancia unitaria tuvo que exiliarse en Bolivia donde completó sus estudios en leyes en Chuquisaca. Ejerció algunos años en Bolivia y luego regresó a Salta donde fue elegido primero diputado y más tarde senador nacional por Salta desde 1855 a 1857. Colaboró en el derrocamiento de Tomás Arias en 1854. En 1859 el gobernador Martín Güemes y Puch lo nombró ministro de gobierno. Hizo obras de beneficencia colaborando en las edificaciones de la catedral y la iglesia de La Viña. Estaba muy interesado en los libros y era dueño de una importante biblioteca. Con fondos propios y apoyando a Juan Martín Leguizamón ayudó a la fundación de la Biblioteca Pública de Salta. Se interesó en el periodismo y escribió en los diarios de la época. En especial fue director del periódico “La Democracia”. Escribió un erudito trabajo sobre la “Jurisdicción histórica de Salta sobre Tarija”.
Dicho trabajo fue recopilado junto a otros dos estudios históricos de Juan Martín Leguizamón y Mariano Zorreguieta y dieron pie a la publicación de un texto oficial que se convirtió en el primer libro publicado como tal en Salta en 1872. Dejó escritos unos “Apuntes críticos a la memoria del general Paz” así como también los “Apuntes sobre el general Belgrano en Salta y sobre la guerra de la Independencia”, en base a valiosa información inédita de la que disponía. El historiador Carlos Gregorio Romero Sosa, considera a Goytia como la persona que intensificó los estudios belgranianos en Salta.
Casiano Goytia fue amigo y confidente de Justo José de Urquiza. Urquiza era masón y trajo a sabios naturalistas franceses para realizar los estudios de la Confederación Argentina. Entre ellos Víctor Martín de Moussy, Auguste Bravard y Alfred Marbais du Gratty que muy probablemente fueron también miembros de la masonería. Estos hombres realizaron estudios fundamentales de la gea, flora y fauna del país en la década de 1850. Hasta donde sabemos Goytia fue amigo de uno de ellos, Alfred Marbais du Gratty, lo cual surge de la dedicatoria del libro “La Confederación Argentina”, en francés, que estaba en la biblioteca de Goytia. Desmarqué el daguerrotipo de los tres salteños y tiene en la parte de atrás unos símbolos consistentes en un triángulo grande que contiene en su interior un triángulo menor con líneas horizontales que llaman la atención.
El anticuario cree que es simbología masónica. Dado que aquellos amigos jóvenes que se fotografiaron nacieron por 1805 y en la imagen aparecen treintañeros, mi suposición es que se trata de un daguerrotipo muy antiguo. El daguerrotipo fue puesto a consideración del académico Dr. Abel Alexander, presidente de la Sociedad Iberoamericana de Historia de la Fotografía y experto internacional en el tema.
* Doctor en Ciencias Geológicas