Se evidencian ocho episodios de crisis económicas en los cuales la actividad tomó más de un año en retomar los niveles precrisis
El Perú celebra mañana 199 años de historia como república independiente, y lo hace en el marco de una de las crisis económicas más severas que ha enfrentado. En este contexto, es relevante analizar la gravedad del impacto de esas crisis y los factores que permitieron la recuperación.
Sobre la base de estadísticas elaboradas por Bruno Seminario, investigador de la Universidad del Pacífico, para la economía peruana desde 1700, se evidencian ocho episodios de crisis económicas en los cuales la actividad tomó más de un año en retomar los niveles precrisis.
Las cifras dan cuenta de que la crisis más grave que enfrentó el país fue la que provocó la Guerra del Pacífico, por la abrupta caída de la producción y su larga duración. El conflicto llegó en un contexto en que la economía ya venía débil, como consecuencia del declive del ‘boom’ del guano. Entre 1876 y 1877 la actividad cayó 0,2% y con el estallido del conflicto, ocurrió el desplome: entre 1879 y 1883, el PBI bajó 12,4% en promedio por año. Hacia 1884 la producción se había reducido 48,5%.
La recuperación de la actividad demoró 20 años. Recién para 1903 (25 años desde que se inició la guerra) se retomó el nivel de PBI de 1878. Esta recuperación se divide en dos períodos marcados: el primero, entre 1884 y 1894, se caracterizó por una alta volatilidad de la actividad debido a la inestabilidad política que concluyó en la guerra civil de 1894. En este período destaca la firma del contrato Grace que permitió terminar el Ferrocarril Central, gracias al cual se inició la explotación de minerales no ferrosos en la sierra del país.
Infografía: Raúl Rodríguez
Desde 1895, que marca el comienzo de la República Aristocrática, el mayor stock de capital y la estabilidad política propiciaron el incremento de las exportaciones (que se duplicaron entre 1895 y 1903), el consumo privado (50,2% de incremento) y la inversión (que se multiplicó por 1,6).
De acuerdo con Richard Webb, algunas hipótesis serían que la destrucción de recursos e infraestructura, la descapitalización y el desorden productivo a raíz de la guerra habrían sido los principales factores que ocasionaron la crisis, más que el fin del ‘boom’ del guano y el salitre. Ello, mientras que la lenta recuperación se explicaría por una variedad de factores, como la llegada de nuevas tecnologías como el vapor y el Ferrocarril del Sur que le dio conectividad a algunos sectores productivos.
La segunda crisis en la época de la República fue la Gran Depresión. Entre 1929 y 1932, el PBI se contrajo en 19,3% debido, en parte, a la caída de 64,9% en la inversión en el país. Sin embargo, la contracción fue menos severa que en otros países debido al inicio del crecimiento demográfico y la construcción de la Panamericana Norte que, junto con el Ferrocarril Central, constituyeron el eje central de transporte más importante para la economía.
La recuperación se dio con celeridad. En 1933 el PBI creció 11,1% y al año siguiente 12,6%. Con ello, la economía tardó solo dos años en alcanzar los niveles previos a la crisis. Ello se explicó por el apoyo a la industria interna, el estímulo a la inversión pública por programas de construcción de caminos que contribuyó al desarrollo de industrias como la manufacturera y la agrícola para el mercado interno y, principalmente, a la recuperación de las exportaciones.
La crisis generada por la Gran Depresión del 29 generó una contracción fuerte del PBI. Sin embargo, la contracción fue menos severa en el Perú frente a otros países debido al inicio del crecimiento demográfico y la construcción de la Panamericana Norte que, junto con el Ferrocarril Central, constituyeron el eje central de transporte más importante para la economía. (Foto: AFP)
Según Webb, la mayor producción agrícola para el consumo interno –por la expansión del área cultivada y el aumento de la productividad– habría sido el factor clave para la recuperación de la economía.
Otras crisis se sucederían. Una en la década de los 40 debido a que la Segunda Guerra Mundial contrajo fuertemente la demanda externa por productos peruanos. En tanto, durante los 70 hubo un nuevo retroceso gatillado por el manejo económico del gobierno militar. Luego de ello, en 1983, el fenómeno de El Niño retrajo la actividad económica en 13%, para luego rebotar en los tres años posteriores.
La segunda contracción más pronunciada en la historia republicana se inició durante el primer gobierno de Alan García (1985-1990) y se prolongó hasta el primer gobierno de Alberto Fujimori. Entre 1987 y 1992, la actividad económica se contrajo 23,6%, lo cual implicó una caída anual de 5,2%, en promedio. Esta etapa se caracterizó por grandes desequilibrios macroeconómicos: hiperinflación y crisis en la balanza de pagos; a lo que se sumaron los estragos del terrorismo.
En este caso, la recuperación tardó poco más de tres años y estuvo guiada, principalmente, por las reformas estructurales de inicios de los noventa. Entre 1993 y 1996, la inversión privada creció, en promedio, 12,3% anual y el consumo privado lo hizo en 7,8%. Asimismo, las exportaciones se incrementaron 3,1%. Todo ello incidió en un crecimiento de 8,3% promedio por año.
La crisis de los años 80, una de las más fuertes del país, se dio durante el primer gobierno de Alan García (1985-1990) y se prolongó hasta el primer gobierno de Alberto Fujimori. Entre 1987 y 1992, la actividad económica se contrajo 23,6%, lo cual implicó una caída anual de 5,2%, en promedio. Esta etapa se caracterizó por grandes desequilibrios macroeconómicos: hiperinflación y crisis en la balanza de pagos. (Foto: El Comercio)
Las reformas estructurales permitieron que el siguiente episodio de crisis mundial –la asiática, en 1998– hiciera que la producción nacional cayera relativamente poco -0,8%-, para luego rebotar 1,3% en 1999.