La tercera edición de los Diálogos Regionales del Agua en América Latina y el Caribe fue inaugurada en la sede de la comisión regional en Chile
El secretario Ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), José Manuel Salazar-Xirinachs, instó a los países a fomentar las inversiones en servicios hídricos para mejorar el bienestar y calidad de vida de la población y reactivar la economía de la región, durante la inauguración de la tercera edición de los Diálogos Regionales del Agua.
El máximo representante de la comisión regional subrayó que, según estimaciones de la CEPAL, para impulsar la transición hídrica justa y sostenible, universalizando la cobertura de agua y saneamiento manejados de forma segura, se requiere un impulso inversor público y privado equivalente al 1,3% del PIB regional durante 10 años.
“Esto generaría 3,6 millones de empleos verdes y los correspondientes nuevos ingresos familiares, constituyéndose así en un eje de recuperación transformadora de la economía de los países, reduciendo contaminantes y aumentando la resiliencia ante el cambio climático y amenazas sanitarias tales como la pandemia. Es un esfuerzo importante, pero no imposible”, aseveró.
El evento ministerial de alto nivel, que se realiza en formato híbrido (presencial y virtual) y es preparatorio a la Conferencia del Agua de las Naciones Unidas 2023 -que tendrá lugar en marzo en Nueva York-, tiene como propósito evaluar el progreso relacionado con el Objetivo de Desarrollo Sostenible ODS 6 (garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos) en el marco del “Examen amplio de mitad de período de las actividades del Decenio Internacional para la Acción ‘Agua para el Desarrollo Sostenible’ (2018-2028)”.
Durante la reunión regional los países elaboraron, por primera vez en la historia, una Agenda Regional de Acción por el Agua, que permitirá a América Latina y el Caribe llegar con una sola voz a la reunión de marzo en la sede de central de la ONU.
La reunión fue inaugurada por Maisa Rojas, ministra de Medio Ambiente de Chile; Mariana Mazzucato, economista y profesora del University College London (UCL) (por video); Manuel Otero, Director General del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA); Mario Lubetkin, representante regional para América Latina y el Caribe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO); y José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la CEPAL.
Posterior a la inauguración, intervinieron Henk Ovink, enviado especial de los Países Bajos ante las Naciones Unidas; y Pedro Arrojo, relator especial en materia de Derecho Humano al Agua.
Durante su intervención, el Secretario Ejecutivo de la CEPAL advirtió que, si bien el agua es reconocida como un derecho humano desde 2010, en América Latina y el Caribe una gran parte de la población aún carece de servicios de agua y saneamiento manejados de forma segura.
Precisó que el 25% de las personas no cuenta con acceso a agua potable (161 millones de personas), mientras que el 66% de la población de la región (431 millones de personas) no tiene acceso a servicios de saneamiento manejados de manera segura.
“El quintil más vulnerable sufre más esta situación, con un 25% menos de acceso a estos servicios. Además, y debido a la regresividad de los sistemas tarifarios de agua, este quintil de mayores necesidades puede pagar hasta el doble, proporcionalmente, que el quintil más rico”, alertó.
José Manuel Salazar-Xirinachs precisó que, en las últimas tres décadas, los desastres asociados al agua representaron el 88% del total de los eventos ocurridos en la región, con impacto muy alto: alcanzaron el 77% del costo económico reportado y el 89% del total de personas afectadas de todos los desastres.
Subrayó que, del ciclo natural del agua, de sus flujos en cantidad y calidad suficientes, dependen tanto la vida humana, como las dinámicas y la integridad ecosistémica que alimentan gran parte de las actividades económicas fundamentales para el desarrollo sostenible.
Por ello, “es preciso reconocer que el agua es clave y transversal para prácticamente todas las actividades económicas, la agricultura, la industria y la minería, y de manera muy especial para los principales sectores identificados por la CEPAL como impulsores y transformadores, entre los que destacan la bioeconomía, las energías renovables, la biodiversidad, la economía circular y el turismo sostenible”, expresó.
Finalmente, el Secretario Ejecutivo de la CEPAL subrayó que la reunión constituye una gran oportunidad de avanzar en una visión común y un compromiso colectivo en materia de acceso universal y gestión integrada del agua, sin dejar a nadie atrás, destacando el papel central e indispensable de este recurso para la vida, la salud y el desarrollo sostenible.
La ministra de Medio Ambiente de Chile, Maisa Rojas, en tanto, recordó la mega sequía que afecta al país desde hace más de una década y subrayó la urgencia de fortalecer la gobernanza del agua a través del establecimiento de una política para la seguridad hídrica, la creación de una autoridad nacional del agua y la institucionalización de organismos de gobernanza a nivel de cuencas.
A través de un mensaje en video, Mariana Mazzucato afirmó que, para gobernar realmente los retos hídricos, se necesitan nuevas formas de pensar sobre el propio proceso de gobernanza y la creación de valor. Añadió que la innovación y la estrategia industrial deben ser pensados como centro de la capacidad para afrontar los retos del agua.
Manuel Otero, por su parte, advirtió que estamos ante un problema realmente serio que resalta la relevancia del tema del agua para la agricultura y los sistemas agroalimentarios y plantea la necesidad de desarrollar e implementar sistemas innovadores para un uso más eficiente y efectivo, y subrayó la urgencia de instalar una acción conjunta a nivel continental que permita asegurar una mayor efectividad en el uso del agua.
Mario Lubetkin precisó que, según estimaciones del organismo, para 2050 la producción mundial de alimentos tendrá un incremento del 50% en comparación con 2012 a fin de satisfacer la creciente demanda de alimentos. Si se mantienen las condiciones actuales, esto exigirá al menos un 35% más de agua dulce, advirtió, e instó a gestionar de manera sostenible los escasos recursos hídricos de la tierra.