El litio de Argentina es un gran atractivo para las inversiones extranjeras pero es también el empresariado local quien pone los ojos en el mineral del momento. Marcos Bulgheroni, CEO de Pan American Energy (PAE), a través de Lithos presentó su plan para Catamarca. Por otro lado Alpat, controlada por Cristóbal López invierte más en las instalaciones de carbonato.
El gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, junto a la secretaria de Minería de la Nación, Fernanda Ávila, y el ministro de Minería, Marcelo Murúa, recibió en Casa de Gobierno a Marcos Bulgheroni, CEO de Pan American Energy Group (PAEG), controlante de Lithos, quien dio detalles sobre el plan de trabajo que están desarrollando para la explotación de litio en la provincia.
El plan de Bulgheroni está proyectada en dos años "en los que se destaca una visión innovadora que aplica un tipo de extracción directa del mineral con tecnología de punta que acelera el proceso y brinda una extracción sostenible y con cuidado ambiental", sostiene.
“Tuvimos una excelente respuesta del Gobernador, que se mostró predispuesto para que podamos realizar inversiones en el sector del litio”, sostuvieron desde Lithos. En el encuentro también expresaron que decidieron avanzar en la extracción y producción de litio a partir de inversiones estratégicas.
Lithos será la primera compañía de capitales argentinos que invertirá en la exploración y futura producción de litio en Catamarca y actualmente, la compañía cuenta con tres clúster de minas en Antofalla, y en los próximos días continuarán con las gestiones para obtener los permisos del Ministerio de Minería de Catamarca -que ya fueron presentados y están avanzados- y avanzar con la exploración.
LAS INVERSIONES DE ALPAT -O CRISTÓBAL LÓPEZ-
La empresa Alcalis de la Patagonia (Alpat), subsidiaría del Gurpo Indalo que es dirigido por Cristóbal Lopéz, es la única productora de carbonato de sodio en América del Sur, insumo clave para el litio.
Alpat, anunció que invertirá US$ 250 millones para ampliar la planta de carbonato de litio (soda ash) y acompañar la mayor demanda, teniendo en cuenta que la Argentina tendrá en los próximos años un aumento exponencial en su producción, ante el nuevo paradigma de la electromovilidad.
Alpat, con la planta ubicada en San Antonio Oeste, Río Negro, abastece al mercado interno con 170.000 toneladas por año. El resto del mercado interno se abastece con importaciones desde China y Estados Unidos.
Con la puesta en marcha de las inversiones, Alpat llevará la producción a 210.000 toneladas este año y luego ampliará la planta en dos etapas: primero para llevar la producción a 330.000 toneladas y luego a 550.000 anuales. Así, la compañía, que forma parte del Grupo Indalo, se prepara para la explosión creciente de este insumo que demandará la industria del litio. Actualmente, el consumo para la producción del llamado “oro blanco” es de 67.580 toneladas por año, pero se espera que se duplique en los próximos tres años.
El carbonato de sodio, comúnmente conocido como Soda Ash o ceniza de sosa es un compuesto químico inorgánico que ha ganado mercado en los últimos tiempos por su uso en la industria del vidrio, en la elaboración de productos químicos y, actualmente, sumó relevancia con la minería del litio.
Estados Unidos es el principal productor y se mantiene con amplio margen en un mercado que no se caracteriza por tener grandes yacimientos. En este país norteamericano los lugares de explotación son yacimientos de carbonatos y sulfatos sódicos de Nevada y California, pero en otros lugares del mundo se puede encontrar de forma soluble en aguas de lagos salinos. Estados Unidos tiene una capacidad productiva de 12.000 millones de toneladas anuales, extraídas de minas, y China alcanza los 2100 millones de toneladas (el 20% de las producción es natural y el resto, sintética).
La Soda Ash es el insumo necesario para precipitar el litio de la salmuera durante el proceso convencional de producción de carbonato de litio. Dentro de los costos de producción de los proyectos de litio del país, los reactivos representan el 40,9% de los gastos, evidenciando el peso de la Soda Ash en el potencial productivo del litio.
En esto, las futuras ampliaciones de los proyectos Fénix y Olaroz, que actualmente producen litio, sumado la puesta en marcha de seis nuevos proyectos que en la actualidad están en etapa de construcción, implicarán que el costo por importación para satisfacer la demanda se ubique en torno a US$ 103 y US$ 147 millones para el año 2030.
De acuerdo a las proyecciones del sector, se generarán más de US$ 5.000 millones en inversiones en los próximos años. Y en 2022 las inversiones en litio rondaron los US$ 1.500 millones.
Según señalaron en la Subsecretaría de Minería de la Nación que conduce Fernanda Ávila, “se trabaja con Alpat desde hace tiempo para apuntalar la expansión de la firma y con la finalidad de impulsar la producción de la soda ash”.
Precisamente, Alpat puso en marcha un plan de inversiones de u$s250 millones para sumar tecnología, ampliar la planta para acompañar el crecimiento de la industria del litio, y exportar a 5 países de la región.
La Argentina tiene un consumo anual promedio de 67.580 toneladas de soda ash para la obtención de compuestos de litio, que implican un costo por importación directa de US$20,2 millones. La cantidad de importación de ese material que se destina al carbonato de litio representó el 34,18% de las importaciones.
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