Martín Guzmán le acercó la idea a la subdirectora del Fondo Monetario Internacional y el proyecto ya cuenta con el apoyo del organismo de crédito
FMI APOYA EL IMPUESTO A EMPRESAS CON GANANCIAS EXTRAORDINARIAS
BAE Negocios
El ministro de Economía, Martín Guzmán, aprovechó la serie de reuniones que tuvo en Washington durante el encuentro de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) para presentar no solo la primera revisión trimestral de metas fiscales, sino el nuevo proyecto de un impuesto a la "Renta Inesperada" que impactaría en 2023.
Guzmán explicó la idea ante la subdirectora gerenta del FMI, Gita Gopinath, quien además es la autoridad interna más importante del organismo financiero en lo que respecta al acuerdo de facilidades extendidas que la Argentina firmó con el organismo de crédito multilateral.
Según trascendió, mientras la evaluación del primer trimestre continúa, el proyecto del impuesto a la Renta Inesperada recibió el apoyo del Fondo que maneja Kristalina Georgieva.
No obstante, la iniciativa cosechó negativas de algunos sectores como la Unión Industrial Argentina (UIA), que rechazó nuevos impuestos, aunque aclaró que cuando la medida esté correctamente formulada y analizada por los técnicos "tendrán una respuesta sobre su visión".
APOYO DEL FMI A LA "RENTA INESPERADA"
Por su parte, el Fondo Monetario Internacional aseguró que, ante el contexto internacional, revisará la estimación de inflación 2022 para la Argentina, aunque confirmó que "no se modificarán las metas" de recorte del déficit primario, la monetización del rojo fiscal y el acopio de divisas en el Banco Central.
En este sentido, el FMI ve con buenos ojos toda medida que implique mayores ingresos en las cuentas públicas argentinas. Sin embargo, el impacto del plan para incrementar los impuestos a las ganancias del sector privado deberá esperar al 2023, si es que se aprueba.
Esto se debe a que las empresas que deben pagar este tributo lo declararán a fin de año 2022 cuando presenten sus balances; con lo que la AFIP lo percibiría en el próximo ejercicio fiscal el primer cuatrimestre de 2023.
Dado que las metas fiscales no parecen modificarse, según las estimaciones del Ejecutivo este año "no habría problema" para lograr un "déficit entre ingresos y gastos primarios no superior al 2,5% del PBI", sobre todo con un crecimiento de la economía del 3,5% para 2022 o del 4% de acuerdo a la proyección del Fondo.
Por lo tanto, Economía buscará que la Renta Inesperada ayude a lograr la meta de un déficit de 1,9% para 2023, año en el que el modelo del Frente de Todos definirá en las elecciones su continuidad o no y quien asuma deberá continuar con el acuerdo firmado.
En el encuentro con Gopinath dialogaron además sobre el acuerdo alcanzado entre la Argentina y el organismo internacional, el contexto del conflicto bélico en Ucrania y las presiones inflacionarias y los desafíos que la guerra genera, informó el Ministerio de Economía.
Guzmán calificó de "enriquecedor" el encuentro y afirmó: "En tiempos difíciles para el mundo, es de especial valor conjugar conocimiento con acción de políticas para construir soluciones estratégicas a los desafíos que enfrentamos".
"Fue bueno reunirme con el Ministro de Hacienda de Argentina @Martin_M_Guzman y tener una amplia discusión, incluyendo nuestra experiencia compartida en la academia y el servicio público", sostuvo Gopinath a través de su cuenta de Twitter.
EL IMPUESTO ITALIANO QUE MUESTRA MARTÍN GUZMÁN PARA DEFENDER EL PROYECTO LOCAL
TN
La crisis energética en Europa como consecuencia de la guerra en Ucrania derivó en una serie de medidas que adoptaron los gobiernos para minimizar el impacto doméstico. Italia creó un impuesto del 10% sobre los beneficios extraordinarios que registraron las empresas energéticas. Con ese gravamen como ejemplo, el ministro de Economía, Martín Guzmán, busca justificar el cuestionado proyecto a la renta inesperada.
El gravamen se llama “impuesto a los beneficios extraordinarios” y lo definió el primer ministro italiano, Mario Draghi. El objetivo es solventar una rebaja de 25 centavos de euro en el precio de los combustibles, que se disparó tras la invasión rusa, y congelar el precio de la energía durante el verano europeo.
En otros países de Europa no se generaron nuevos impuestos, pero sí se anunciaron medidas para intentar aliviar el impacto de la crisis energética. En Alemania, por ejemplo, se determinó una rebaja de 30 centavos por litro de combustibles y 14 por el gasoil.
CÓMO ES EL IMPUESTO ITALIANO QUE INSPIRÓ A MARTÍN GUZMÁN
Cuando presentó el “impuesto a los beneficios extraordinarios”, Mario Draghi dijo que buscaba “dar al país una respuesta a la guerra en Ucrania” ante el aumento de los precios de la energía. “Las medidas ascienden a 4400 millones de euros, que se suman a los 16.000 millones gastados en los últimos seis meses para defender a los italianos del aumento de los costes energéticos”, precisó.
Consiste en un impuesto del 10% sobre los beneficios extraordinarios de 40.000 millones de euros que, según el Gobierno italiano, las empresas energéticas lograron en el último semestre respecto del mismo período del año anterior.
“Gravamos una parte de los beneficios extraordinarios que están obteniendo los productores gracias al aumento de los costes de las materias primas, y distribuimos ese dinero entre empresas y familias en dificultades”, argumentó el primer ministro.
QUÉ SE SABE DEL IMPUESTO A LA “RENTA INESPERADA” QUE ELABORA MARTÍN GUZMÁN
Si bien todavía no se conocen los detalles ni los términos de la propuesta que el Ejecutivo enviará al Congreso, lo que buscará es crear -al estilo italiano- un impuesto sobre las empresas que tuvieron fuertes alzas en su ganancia, sin que eso responda a inversiones o a mayor empleo. Sin embargo, si se tradujera en esos ítems, el gravamen se iría reduciendo.
La idea de Guzmán es que se trate de un gravamen por única vez, tal como en Italia, que vence a fines de abril. Alcanzará a las empresas que tuvieron ganancias superiores a los $1000 millones en el último año.
La propuesta argentina ya cosechó el rechazo de la oposición, de las grandes empresas y del campo. Pero, del otro lado, los principales referentes del Frente de Todos, la primera línea del Gobierno, referentes sindicales y una parte del sector pyme se manifestaron a favor del nuevo impuesto, reclamado como una medida de mejor distribución de la riqueza. Incluso obtuvo el impensado guiño del FMI.