Claudia Cooper, Presidenta del Comité Organizador de Perumin del Bicentenario, Víctor Gobitz, presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú y Alberto Arispe, gerente general de Kallpa SAB e integrante de la Comisión Organizadora de proEXPLO 2021 compartieron su análisis sobre la minería del Perú
La confrontación política, en el marco de la crisis generada por la pandemia, pone en riesgo la estabilidad que necesitamos para forjar nuestro desarrollo y bienestar, aspectos por los cuales hemos trabajado durante años.
Para la industria minera, cuyas potencialidades son clave para responder a la actual crisis económica, esta inseguridad y falta de liderazgo complican su desarrollo. A los difíciles retos ambientales, sociales, financieros y geológicos que enfrenta la minería, una crisis política de esta magnitud atenta contra la imprescindible confianza que necesitan nuestros socios estratégicos para fomentar nuestras exportaciones e inversiones.
Estamos descuidando nuestra producción futura. Y con ello nuestra capacidad de generar divisas, impuestos e inversión privada.
La proyección de inversión es incierta hacia el 2023/2024 y la producción se va a reducir a partir del 2026. La inversión en exploraciones, clave para el futuro, viene declinando desde el 2012.
Invocamos a nuestras autoridades a trabajar en sintonía con la empresa privada, gestora de las actividades productivas, la cual, a través del empleo, genera mejores condiciones de vida para la gente.
A puertas del "Bicentenario nacional", necesitamos forjar una visión de desarrollo.
La industria minera es una de las principales fuentes de recursos económicos del Perú. Genera empleo formal, contribuye de manera significativa con el fisco e impulsa el encadenamiento productivo con otras actividades productivas.
En este año 2020, a la crisis sanitaria y sus consecuencias en el plano económico, le hemos sumado una crisis política, en la cual el único consenso logrado es que iremos a elecciones generales en abril del 2021.
A pesar de este contexto, es importante que el Perú siga garantizando la estabilidad jurídica a todas las inversiones; incluyendo los emprendimientos mineros, impulsando el desarrollo de su portafolio de proyectos y acrecentando así su aporte a la economía peruana. No debemos perder las oportunidades que nos ofrece el mundo, especialmente con el cobre: la demanda de la economía china sigue creciendo y, en adición, se tiene una demanda mundial por el metal rojo, dada la tendencia hacia los autos eléctricos y energías renovables.
En conclusión, es el momento de lograr consensos y mantener el sentido de urgencia en aquello que es lo esencial, que es revertir la actual crisis económica y sanitaria, y para ello, la industria minera es uno de los pilares de nuestra patria.
Así afirmó Alberto Arispe, gerente general de Kallpa SAB e integrante de la Comisión Organizadora de proEXPLO 2021, evento organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP) y que se realizará del 22 al 26 de marzo del próximo año.
Para el gerente general de Kallpa SAB, Alberto Arispe, en general si hay un panorama positivo en el Perú para las inversiones privadas; no obstante, precisó que este escenario se mantendrá o mejorará siempre y cuando no haya cambios significativos al modelo económico vigente desde hace 30 años.
“El Estado debería ser mucho más proactivo en atraer inversión privada al sector y cuidar que esa inversión se lleve a cabo de manera eficiente solucionando los problemas que puedan surgir con las comunidades y solucionando los problemas burocráticos que hay para sacar adelante proyectos. Y el tema político, más estabilidad. Definitivamente tener tres presidentes en cinco años no ayuda”, declaró Alberto Arispe.
El también integrante de la Comisión Organizadora de proEXPLO 2021 destacó que se requieren políticas que fomenten la inversión en minería y en exploración y en prospección minera; siempre respetando las reglas del juego: cuidando el medio ambiente, pagando impuestos, llegando a acuerdos con las comunidades locales que se pueden ver afectadas por una mina cerca a sus casas.
“Es fundamental conversar con las comunidades locales. En esa línea, el Estado tiene que participar activamente y la empresa minera tiene que compensar a las comunidades si se crean externalidades económicas. La gente no es irracional y si hay beneficios para todos, lo van a aceptar y hasta promover”, comentó.
Por otro lado, Alberto Arispe recordó que en los últimos 10 años el Perú ha duplicado su producción de cobre debido a la confianza de los inversionistas y a la puesta en marcha de proyectos como Las Bambas, Constancia, Mina Justa, Quellaveco y Toromocho, entre otros.
“Si bien es cierto, proyectos grandes se han frustrado como Conga o Tía María, si hemos avanzado. Considero que es un inaceptable que Conga no se desarrolle porque Cajamarca tiene un nivel de pobreza muy alto. Si la puesta en marcha del proyecto va a generar externalidades económicas a las comunidades afectadas, que se paguen y se avance”, resaltó.
