Se estima que Petrobras solo representará el 50 % del suministro de gas en Brasil en los próximos años
La apertura del mercado brasileño del gas natural dio un paso más, con la aprobación en la Cámara de los Diputados de la ley 6.407/2013, conocida como la nueva ‘Ley del Gas’.
Esperando que el nuevo marco legal allane el camino para una mayor competencia, en una industria ahora dominada en gran medida por Petrobras, las empresas buscan posicionarse, para competir con la estatal, tal y como señala la información publicada por el portal Globo. Entre estas empresas, se pueden encontrar productores de gas en Brasil y proveedores globales de gas natural licuado (GNL), como Shell, Equinor, Repsol, Galp, Eneva y BP, y comercializadoras de gas, como Compass, Naturgy o Gas Bridge.
Uno de los grandes objetivos de la Nueva Ley del Gas, que ahora tiene que refrendar el Senado, es obligar a Petrobras a abrir su infraestructura a terceros, eliminando una de las principales barreras de acceso al mercado para otros productores y proveedores de gas, que se encuentran ante la imposibilidad de acceder a la infraestructura de transporte, gasoductos, unidades de procesamiento y terminales de Gas Natural Licuado.
En este contexto, cabe destacar que actualmente Petrobras representa el 76 % de la producción total de gas en Brasil. Sin embargo, ejerce como único proveedor relevante en el mercado, ya que otros productores (asociados con Petrobras en los campos de producción) venden su producción a Petrobras ante las dificultades de acceder al mercado.
No obstante, tras el acuerdo llevado a cabo entre Petrobras y el Consejo Administrativo de la Defensa Económica (CADE) en 2019 (en el que Petrobras se comprometió a no comprar más gas a sus socios y ofrecer acceso a su infraestructura) y la Nueva Ley del Gas, se estima que Petrobras solo representará el 50 % del suministro de gas en Brasil en los próximos años.
La aprobación en la Cámara de Diputados de la Nueva Ley del Gas no solo ha sido un hito para productores y proveedores de gas, sino que representa un paso importante para la reindustrialización de la economía brasileña.
En este contexto, el sector estima que la Nueva Ley del Gas puede llegar a viabilizar inversiones en toda la cadena. Por ejemplo, solo en el sector químico se esperan inversiones por valor de 10 000 millones de dólares. Así, este cambio normativo puede volver a poner a Brasil en el mapa de proyectos que, hasta ahora, estaban dirigidos a otros mercados ante el alto coste del gas como materia prima (hasta cuatro veces superior al observado en Europa o Estados Unidos).
Cabe destacar que en la actualidad, la mitad del gas producido en Brasil se destina al sector industrial y el sector químico es responsable del 25 % del consumo industrial. En determinados segmentos, puede representar entre el 70% y el 90 % de los costes de materia prima por lo que la aprobación de la Nueva Ley del Gas y la consecuente bajada de precios debido al aumento de la competencia, sería un punto de inflexión hacia la competitividad de los productos químicos brasileños en el mercado internacional.
Petrobras y las subsidiarias locales de los grupos Galp, Repsol Sinopec y Shell firmarán un acuerdo para compartir las infraestructuras de procesamiento y logística de gas natural en el presal de la Cuenca de Santos, según un comunicado difundido por EFE.
Petrobras indicó que la operación estará a cargo de Petrogal Brasil, subsidiaria de la portuguesa Galp; Repsol Sinopec Brasil, controlada por la española Repsol y la china Sinopec, y la filial brasileña de la anglo-holandesa Shell, socios en los gasoductos "offshore" (en alta mar) del presal de la Cuenca de Santos.
El presal es el horizonte de explotación que Brasil descubrió en aguas muy profundas por debajo de una capa de sal de dos kilómetros de espesor y que podrían convertir al país en uno de los mayores exportadores mundiales de hidrocarburos.
El contrato, que será suscrito hoy virtualmente por el presidente de Petrobras, Roberto Castello Branco, y los ejecutivos globales de Royal Dutch Shell, Ben van Beurden; de Galp Energía, Carlos Gomes da Silva, y de Repsol, José Carlos Vicente Bravo, permitirá "compartir infraestructuras de transporte y procesamiento de gas natural".
El acuerdo, apuntó el comunicado, permitirá "la formalización de este marco en la construcción de un mercado de gas natural más competitivo".
Los contratos entre las compañías "prevén la interconexión física y el compartimiento de la capacidad de transporte de tres rutas, la última de propiedad de Petrobras y en fase de construcción, lo que dará origen al Sistema Integrado de Transporte de gas natural".
Dentro del acuerdo está previsto que otras empresas se puedan adherir en el futuro a ese sistema.
El Sistema Integrado de Procesamiento, incluido también en el acuerdo, contempla el acceso de las multinacionales a las unidades de Petrobras en Caraguatatuba, en el litoral de Sao Paulo, y de Cabiunas e Itaboraí, la última en fase de construcción y ambas en el estado de Río de Janeiro.
Así, las empresas podrán transportar el gas natural del presal de la Cuenca de Santos, procesarlo en las unidades de Petrobras y luego exportarlo por vía marítima de manera directa a sus clientes.
"Ese movimiento forma parte de un conjunto de acciones que tornan viables la diversificación de los agentes, resultando en un aumento de la competencia y en reducción de la participación de Petrobras en la cadena de gas natural, como recomendó en 2019 el órgano antimonopolio regulador", apuntó el comunicado.