ÁLVARO VERGARA
Producto de los movimientos en los mercados monetarios y de renta fija locales causados por la expectativa sobre el proyecto de retiro del 10% de los fondos previsionales que se tramita en el Congreso, el Banco Central (BC) se alista para tomar posibles nuevas medidas.
Al respecto, el ente emisor anunció que intensificará su monitoreo de los mercados financieros durante las próximas semanas, "con el propósito de adoptar, si fuera necesario, las medidas que sean de su competencias para mitigar eventuales disrupciones que pudieran comprometer la estabilidad financiera".
Para estos efectos señaló que pueden utilizar instrumentos que actualmente están operativos, como el programa de compra de bonos bancarios, destinado a estabilizar el mercado de renta fija con un monto disponible de US$ 4.600 millones "que puede ser ajustado apropiadamente en términos de su volumen, duración de los bonos y tasa de descuento".
Asimismo, el Banco, en coordinación con los supervisores financieros, estudia medidas adicionales para profundizar la liquidez del mercado abierto de renta fija, con el objeto de atenuar los efectos de cambios de portafolio que involucren a estos activos.
Esto contempla "las adecuaciones regulatorias necesarias para el desarrollo de Repos u otras operaciones pactadas de compra contado y venta a plazo simultánea de instrumentos financieros de la misma especie, como también evaluar la realización de esta clase de operaciones por el propio Banco Central", señaló la entidad en un comunicado.
Finalmente el BC se mantendrá atento al funcionamiento del mercado monetario, y no descarta ampliar los actuales programas de compra de activos para incorporar certificados de depósitos bancarios con el fin de evitar episodios de volatilidad excesiva en el mercado.
En medio de una acalorada discusión parlamentaria en torno a la posibilidad de que las personas puedan acceder al 10% de sus ahorros previsionales, y mientras que los inversionistas han transitado entre la sorpresa y la resignación, los instrumentos de renta fija han pasado por tiempos volátiles .
Las tasas referidas de bonos soberanos vivieron una importante escalada en las últimas semanas, pero en los últimos días han logrado moderar los avances, mientras que las autoridades han logrado calmar a los capitales locales.
Entre el 8 de julio –la última sesión antes de que se apruebe la idea de legislar el proyecto– y el pico que marque este lunes, los papeles en UF del Banco Central a 5 y 10 años subieron de -0,74% a - 0,14% y de -0,44% a 0,08%, respectivamente, según datos de la Bolsa de Santiago. Por su parte, esos mismos plazos para la deuda en pesos pasaron de 1,29% a 1,80% y 2,24% a 2,84%, respectivamente.
Esto arroja importantes escaladas, de entre 50 y 60 puntos base.
Desde entonces, las cosas se han calmado. Actualmente, la deuda a 5 años en UF se ubica en -0,43% y la de 10 años en -0,21%, mientras que los papeles en pesos a 5 años cotizan en 1,50% y los de 10 años en 2,47%.
Desde el mercado han destacado las señales de calma que han salido a las autoridades del Banco Central, incluida una reunión con el Consejo de Estabilidad Financiera y un comunicado publicado ayer en que indica al mercado su disposición a "intensificar" el monitoreo del mercado.
“El Banco Central puede tomar oportunamente las medidas necesarias para prevenir aumentos excesivos en la volatilidad de los mercados y contribuir a los ajustes de portafolios que se ordenan y con señales de precios confiables”, especifique el ente rector en su mensaje.
En esa línea, la entidad destacó el programa de compra de bonos bancarios y papeles propios y implementados, indicando que tienen US $ 10.800 millones para seguir probando liquidez al mercado.
“En coordinación con los supervisores financieros, el Banco Central se encuentra estudiando medidas adicionales para profundizar la liquidez del mercado abierto de renta fija”, agregaron, en un contexto en que los inversionistas anticipan el eventual rescate de fondos previsionales en el mercado de renta fija local como uno de sus epicentros.
Desde la industria que se incluyen estos mensajes apoyaron la caída reciente de las tasas de bonos referentes. “Cuando se hace más patente la capacidad del Banco Central de poder ser un comprador que ayude a amortizar el impacto en los mercados financieros, el mercado se ha tendido a tranquilizar”, indica el gerente de renta fija de la administradora de fondos MBI, Guillermo Kautz
El ejecutivo también destaca que el monto disponible para adquirir papeles de deuda del ente emisor se ve como suficiente como para absorber la venta proyectada por parte de AFP, que se ubicaría entre US $ 8 millones y US $ 9 millones.
Desde la corredora Fynsa, el gerente general Jaime Achondo concuerda con el diagnóstico. "Las autoridades hicieron todo lo que tenían que hacer para calmar los ánimos", destaca, agregando que la escalada de las tasas se trató de un "susto temporal" y que hay buenos niveles de liquidez en el mercado local.
La Tercera
SEBASTIÁN VALDENEGRO
La posibilidad de que los afiliados al sistema de pensiones retiren hasta un 10% de sus fondos acumulados en las AFP es una realidad. Esta tarde, la Sala de la Cámara de Diputados ratificó los cambios realizados por el Senado, con 116 votos, y despachó la iniciativa a ley. Ahora, comienza a correr el plazo para que los actores involucrados, como las administradoras y los reguladores, se preparen para implementar el proceso.
Un informe elaborado por Scotiabank aterriza el impacto macroeconómico que tendría la medida, principalmente en el consumo y en la variación del Producto Interno Bruto (PIB) este año.
Así, el reporte asume tres escenarios de impacto en el Producto derivado del mayor consumo producto del retiro, canalizado a través de prepagos de la deuda o ahorros:
El primero, en el que fluyen US$ 5.000 millones en la economía, lo que aportaría entre 1,5 y 1,8 puntos porcentuales a la economía este año.
El segundo -y el más "preferido" del banco- es un a inyección neta a consumo de US$ 10.000 millones, con lo que el efecto en PIB oscilaría entre 3 y 3,5 puntos.
"Es decir, si se esperaba que la economía se contrajera 7% el 2020, al incorporar esta inyección neta por ese monto durante lo que resta del año, la economía terminaría con una contracción más cercana al 4%. Estas estimaciones son preliminares pues debemos esperar el detalle del proyecto, y también el comportamiento de las personas en el retiro de fondos y perfil de gasto", señala el documento elaborado por el equipo de estudios liderado por Jorge Selaive e integrado por Waldo Riveras y Carlos Muñoz.
El tercer escenario -y el más optimista- es que el retiro de fondos logra inyectarle US$ 15.000 millones destinados a consumo en la economía, lo que aportaría entre 4,5 y 5,3 puntos porcentuales al PIB total.
"Nuestras estimaciones se orientan preliminarmente a ver el impacto directo en PIB, descontando los efectos sobre existencias, importaciones y pre-pagos de deuda. Utilizando la matriz-insumo producto y también diversas elasticidades, todas las estimaciones apuntan a efectos relevantes que esperamos sean considerados por el Banco Central en el próximo IPoM, ya sea como parte de su escenario base o en un recuadro colocando un sesgo alcista a su proyección. Ciertamente colocan un sesgo al alza importante en el crecimiento del PIB de corto plazo. Los efectos de mediano y largo plazo deben posteriormente también ser analizados", señala Scotiabank.
El reporte también aborda el impacto fiscal, luego de que la Dirección de Presupuestos (Dipres) calculara en US$ 6.000 millones el costo del retiro para las finanzas públicas.
"Pero dado que una significativa parte de los recursos se irán a consumo privado, la recaudación IVA se verá impactada favorablemente, compensando parcialmente dicho costo fiscal en el corto plazo", apuesta el banco.