El país envió al exterior en mayo 4,1 millones de barriles, con un aumento de 100.000 barriles en relación a abril
SOFÍA DIAMANTE
La lenta recuperación del consumo de combustible en el país, producto de la extensión del aislamiento, generó que las empresas petroleras tengan que buscar nuevos mercados para colocar el crudo. Este fenómeno se dio sobre todo con el petróleo de Vaca Muerta. Solo de Neuquén, donde toda la producción solía ser para abastecer la demanda local, el mes pasado se exportaron 850.000 barriles, según fuentes provinciales, y este mes se espera que esa cifra se duplique.
A nivel total, el país envió al exterior en mayo (último dato oficial de la Secretaría de Energía) 4,1 millones de barriles, con un aumento de 100.000 barriles en relación a abril. En enero y febrero, previo a la pandemia, las exportaciones fueron de 1,1 millón de barriles mensuales.
Hasta el año pasado, el único exportador regular de petróleo era Pan American Energy (PAE), que vende al exterior el 30% de su producción, que equivale a 108.000 barriles diarios. Se trata igual del crudo pesado que extrae del golfo de San Jorge, en Chubut. De hecho, según datos de esa provincia, hasta junio se exportaron 10,42 millones de barriles, apenas por debajo de los 11,24 millones que se exportaron en todo 2019.
En Neuquén, por su parte, no se exportaba petróleo de manera continua desde hace 13 años, aunque no hay seguridad de que si el consumo interno repunta, las ventas al exterior se mantengan a este ritmo, ya que la prioridad será abastecer al mercado interno.
Sin embargo, los pedidos de autorizaciones para exportaciones siguen en alza para agosto y septiembre, ya que todavía no se estima que haya una reactivación del mercado aerocomercial: el combustible para aviación representa el 20% de la producción total de crudo. En cuanto al despacho de naftas y gasoil, según la cámara Cecha, las ventas todavía siguen 28% por debajo de los niveles pre-cuarentena.
En detalle, el país está consumiendo 300.000 barriles de petróleo por día, mientras que al mismo tiempo produce 450.000, aproximadamente. Esta cifra todavía es menor a los niveles de producción previo a la pandemia (560.000 barriles por día).
Por lo tanto, las refinerías integradas que tienen producción propia de crudo, como YPF y Axion (la marca de PAE), dejaron de comprar petróleo a otras productoras. Mientras que Raízen (opera las estaciones de servicio de la marca Shell) y Puma Energy todavía tienen stock de combustible de los meses de marzo y abril, cuando el consumo cayó a niveles del 70%.
Esto implica que productores como Shell, Exxon y Vista hayan aumentado sus exportaciones. La petrolera de capitales holandeses, junto con su socia Equinor, exportaron 470.000 barriles a Dinamarca, donde tiene una de sus refinerías la empresa estatal de Noruega. En cuanto a Exxon, la petrolera estadounidense exportó por primera vez desde el país 134.000 barriles con destino a su refinería de la costa del golfo oeste de Estados Unidos. Vista, por su parte, la empresa que fundó el expresidente de YPF Miguel Galuccio, suma 2 millones de barriles exportados, si se cuentan también las ventas que ya tiene confirmadas para el mes próximo.
El fenómeno también está explicado por la reducción en los derechos de exportación que aplicó el Gobierno a mediados de mayo. Las ventas al exterior pasaron de tener retenciones del 12% a 0%, siempre y cuando el valor internacional del crudo -el Brent, que se toma de referencia en el mercado local- sea US$45 o menor. A partir de ese precio, las retenciones suben de manera escalonada hasta un tope de 8% cuando el valor internacional alcance y supera los US$60.
En promedio, el precio que recibieron las productoras descontados los costos de transporte y las regalías pagadas fue del orden de US$37 por barril. Este valor es bajo para generar nuevas inversiones en producción, pero les permite a las petroleras no incurrir en el costo de tapar pozos ya perforados que están en actividad y generar flujo de caja.
Además, el crudo liviano de Vaca Muerta todavía no es conocido en el mercado internacional, por lo que estas primeras ventas sirvieron también para crear nuevas relaciones comerciales. Según fuentes del mercado, en las exportaciones de julio, el descuento que se hizo del precio internacional por este petróleo para exportación fue de siete dólares, mientras que para agosto el descuento se redujo a cuatro.
A futuro, con la producción en Vaca Muerta que se espera se mantenga en alza, las empresas señalan que para mantener este ritmo de exportaciones se necesitará quitar el cepo y la obligatoriedad de liquidar divisas, como condición necesaria.
"Para desarrollar Vaca Muerta hay que trabajar para que los costos de producción estén por debajo del precio de paridad de exportación. Además, se debe crear la ley de promoción de inversiones para el sector de hidrocarburos, que tenga como objetivo el mercado externo, ya que el país está generando excedentes", indicaron fuentes del gobierno de Neuquén.
"En esa ley, tiene que estar la libre disponibilidad de divisas, porque esas empresas deben importar equipos, hacer inversiones, pagar dividendos y repagar el financiamiento que requieren para desarrollar esos proyectos. Además, se necesita dar más certidumbre en los permisos de exportaciones, porque la actual ley de hidrocarburos está pensada mirando más el abastecimiento local, y eso después se castiga en el precio de venta, porque no hay seguridad de entrega", agregaron.