HARRY DEMPSEY Y LESLIE HOOK

China está dispuesta a reforzar su control sobre el suministro mundial de cobalto, ya que el precio de este metal clave para las baterías de los automóviles eléctricos ha alcanzado su nivel más bajo en 32 meses debido al aumento de la producción.

Según un informe de Darton Commodities, una empresa británica dedicada a la comercialización de cobalto, se prevé que en los próximos dos años la producción china de este metal alcance la mitad de la mundial, frente al 44% actual.

El aumento se produce a pesar de los esfuerzos occidentales por hacerse con el control de las cadenas de suministro de minerales críticos como el cobalto, el litio y el níquel, esenciales para fabricar baterías de vehículos eléctricos.

La actividad de refinado china alcanzó las 140.000 toneladas en 2022, más del doble que hace cinco años, mientras que los volúmenes procesados en el resto del mundo se estancaron en las 40.000 toneladas, lo que otorga a la mayor economía de Asia una cuota mundial del 77% de la capacidad de refinado.

El creciente papel de China en el suministro de cobalto se produce en un momento en el que la subida de 12 meses del metal ha dado marcha atrás, con una caída de los precios del 60% hasta los US$ 16 la libra, desde su máximo por encima de los US$ 40 la libra en mayo.

En palabras de Caspar Rawles, director de datos de Benchmark Mineral Intelligence, una agencia de fijación de precios, "han confluido muchos factores al mismo tiempo para hacer caer el mercado: la relajación de los problemas logísticos, la debilidad de las ventas de electrónica de consumo y el cambio tecnológico hacia baterías de vehículos eléctricos con menos cobalto o sin cobalto".

LA INDUSTRIA GLOBAL
La producción mundial de cobalto aumentó un 23% o 35.000 toneladas en 2022 con respecto al año anterior, según Darton.

Esto se debió al aumento de la producción del grupo suizo de materias primas Glencore en Mutanda, la mayor mina de cobalto del mundo, situada en la República Democrática del Congo (RDC), así como a la aparición de Indonesia como uno de los principales productores.

El aumento de la oferta fue más del doble que el de la demanda, lo que provocó el desplome de los precios. La demanda se ha visto afectada por la caída de las ventas de aparatos electrónicos portátiles en todo el mundo, los draconianos cierres de Covid-19 en China y un cambio en el mercado chino de automóviles eléctricos hacia baterías de gama más baja que no utilizan cobalto.

Según un operador, se produjo un "doble golpe", ya que las refinerías de cobalto chinas y los consumidores se desabastecieron debido a la menor demanda de los consumidores, pero el mercado se preguntaba ahora "cuándo vuelve China" en términos de demanda.

La bajada de los precios del cobalto ofrece cierto alivio a los fabricantes de automóviles, preocupados por el coste de las materias primas para las baterías eléctricas, pero plantea grandes dificultades para poner en marcha proyectos fuera de China.

En Estados Unidos, la preocupación de Washington por el dominio de China en la cadena de suministro de cobalto ha dado lugar a importantes incentivos para la producción de cobalto en el país o en países considerados amigos de Estados Unidos. Sin embargo, esos incentivos, codificados en la Ley de Reducción de la Inflación, tardarán años en dar algún resultado.

Los fabricantes de automóviles han estado presionando para desarrollar químicas de baterías que utilicen menos cobalto debido a la preocupación por el trabajo infantil en la RDC, que genera tres cuartas partes del suministro mundial.

El aumento previsto de la cuota china en la extracción mundial de cobalto se debe en gran medida a la puesta en marcha este año de la mina de cobre-cobalto de Kisanfu, de CMOC, en la RDC.