Recientes pruebas de misiles de la Armada del gigante asiático y el arsenal ruso sobre buques anticipan el próximo fin de la superioridad de Washington
En agosto de 2020, China lanzó dos misiles balísticos que alcanzaron un blanco móvil en el mar de China Meridional en un ensayo que fue el indicio más reciente de que los portaviones estadounidenses, considerados durante mucho tiempo como reyes de los mares, podrían enfrentarse pronto a una verdadera amenaza para su existencia.
La prueba fue la primera demostración conocida de misiles balísticos antibuque de largo alcance de China contra un blanco móvil, mientras que la Armada rusa realizó en diciembre su tercer lanzamiento de prueba del misil de crucero hipersónico antibuque Tsirkon en el mar Blanco.
Lanzado desde una fragata, el misil alcanzó una velocidad de casi 10.000 km/h antes de golpear un objetivo costero a más de 300 kilómetros de distancia.
Los portaviones estadounidenses siempre han estado entre los mayores objetivos de sus rivales, aseguró el columnista de Business Insider Benjamin Brimelow.
Incluso los soviéticos los reconocían como una plataforma de armas dominante, especialmente después de que se dieran cuenta de que podían ser equipados con aviones que transportaban cargas nucleares
Con el fin de la Guerra Fría y la desaparición de la Unión Soviética, el dominio de los portaviones estadounidense parecía más que asegurado alrededor del mundo.
Esos buques desempeñaban un papel clave en los conflictos en los que EE.UU se involucró desde la década del noventa, destaca el columnista.
Nuevo orden militar. Sin embargo, el orden posterior a la Guerra Fría está siendo desafiado cada vez más, principalmente por el meteórico ascenso del poder militar de China, lo que tiene implicancias para el dominio de los portaviones de EE.UU. en el mar, continúa Brimelow.
Estos grandes buques estadounidenses están entre las mayores preocupaciones de Pekín ya que su presencia contribuyó a disuadir una invasión de Taiwán en 1950, y en 1996 tuvo lugar una situación similar cuando dos grupos de portaviones operaban libremente alrededor de la isla "obligando a Pekín a reconocer el poder militar del país norteamericano".
Desde entonces, China ha invertido fuertemente en la defensa contra los portaviones comprando armas a Rusia como los cazas multifuncionales Su-30MKK, doce submarinos de ataque clase Kilo y cuatro destructores de misiles guiados clase Sovremenni.
Pero su principal objetivo han sido los misiles. El gigante asiático ha acumulado uno de los arsenales de misiles más grandes y avanzados del mundo, explica el autor.
Los dos misiles probados en agosto eran variantes del DF-21 y DF-26 que tienen alcances de hasta 2.000 y 3.800 kilómetros, respectivamente.
Volando más alto, más rápido y más lejos que los misiles de crucero soviéticos, los balísticos antibuque de China podrían abrumar a las defensas de un portaviones y sus escoltas, y obligar al buque a permanecer lo suficientemente lejos como para perder completamente su función.
Pentágono. Un informe del departamento de Defensa de EE.UU. publicado este año declaró que el desarrollo de misiles de China era un área en la que Pekín "ha alcanzado la paridad con, o incluso superado, Estados Unidos".
China tiene dos armas hipersónicas en servicio: el DF-17 y el DF-100. Rusia tiene varias armas hipersónicas en desarrollo, aunque el Tsirkon es la más prometedora, y los altos oficiales rusos esperan poder armar todos los nuevos buques de la Armas con armas hipersónicas, advierte el autor del artículo.
"Los misiles hipersónicos son virtualmente imparables. Sin ningún método de defensa contra misiles como el Tsirkon, el portaviones tendría que mantenerse fuera de alcance a cientos de millas en el mar", subrayó una fuente naval británica de alto nivel citada por el periódico The Daily Mirror.
Aún se desconocen las verdaderas capacidades de las nuevas armas de Rusia y China pero pruebas recientes demuestran que los portaviones de la Marina estadounidense pueden dejar de disfrutar de un dominio incuestionable pronto, concluyó el analista de Business insider.