Se espera un crecimiento económico de entre el 15% y 20% para los primeros tres meses de 2021
"El primero en entrar, el primero en salir" resume la historia de la economía del Covid-19 en China. Tras haber sufrido su caída a principios de año y haber evitado una segunda ola de contagios importante, China se ha recuperado antes y más rápido que otras grandes economías, gracias a un eficaz paquete de medidas de apoyo.
De cara al 2021, existe un amplio consenso entre nuestros gestores de fondos y economistas de que esta recuperación del crecimiento continuará. Pero, ¿qué forma adoptará este crecimiento? ¿Qué sectores ofrecen las oportunidades más interesantes? ¿Y cuáles son las perspectivas para el renminbi? Hemos reunido las opiniones de nuestro economista de mercados emergentes, así como de los gestores de fondos de renta variable y de deuda para averiguarlo.
David Rees, economista senior de mercados emergentes de Schroders, declaró: "Esperamos que el crecimiento económico en China continúe mejorando hasta situarse entre el 15% y el 20% interanual en el primer trimestre del próximo año. Esto se debe al impacto atrasado de las medidas de estímulo, así como al efecto de tener una base de comparación muy baja después del pronunciado declive económico del primer trimestre de 2020".
Además, Rees agregó: "Sin embargo, el crecimiento debería desacelerarse a tasas más normales en el transcurso del próximo año, a medida que estos efectos se desvanecen. Después de un crecimiento estimado del 2,1% anual en 2020, esperamos que la economía de China se expanda en un 9% en 2021. Una cuestión que puede disuadir la normalización de las políticas a corto plazo es un episodio de deflación a principios de 2021, una vez que el aumento de los precios de los alimentos a principios de este año se elimine de la comparación anual. Esperamos que la fuerza de la recuperación económica asegure que la inflación básica se recupere gradualmente en el transcurso del año. Sin embargo, a corto plazo los temores de deflación, en un momento en que la deuda es muy elevada, pueden perturbar a los responsables políticos y a los mercados por igual".
Por otro lado, el hecho de que el gobierno permitiera a una empresa estatal incumplir el pago de un bono en noviembre, sugiere que las autoridades buscarán una vez más frenar el crecimiento del crédito en el año venidero.
Louisa Lo, responsable de empresas de gran capitalización de China; y Jack Lee, gestor de fondos de acciones de China A:
«A medida que la economía vuelve a la normalidad, también lo hará la política monetaria. Particularmente en lo que respecta a la relajación monetaria, ya que las autoridades chinas siguen dando prioridad a la reducción de los niveles de deuda y a la contención del endeudamiento excesivo. Si bien la inversión en activos fijos (FAI, por sus siglas en inglés), en particular en infraestructura e inmobiliario, ha contribuido a apoyar el crecimiento en 2020, esperamos que esa inversión se oriente hacia áreas de «nuevas infraestructuras» a partir de ahora. Especialmente en el desarrollo del 5G, los centros de datos y el Internet de las cosas.
Por otro lado, los hábitos de los consumidores chinos seguirán evolucionando a medida que aumenten sus ingresos. Ante esta mejora del consumo a largo plazo, se prevé un aumento del gasto en una mayor variedad de bienes y servicios de mayor calidad y más caros. Esto sustentará el crecimiento del consumo en el país.
Es evidente que todas las miradas se centran en el desarrollo de una vacuna contra el Covid-19, que determinará la recuperación mundial y alterará las expectativas de inflación. Sin embargo, la llegada de una vacuna eficaz sería más significativa para los países en los que la pandemia está menos controlada que en China. Teniendo esto en cuenta, la vacuna puede en realidad dar lugar a algunas salidas de capital del mercado chino, en favor de otras economías que se beneficiarán más sustancialmente.
Dicho esto, el posicionamiento aún poco relevante de los inversores mundiales en la renta variable china y las valoraciones razonables en relación con sus homólogos mundiales, podrían alentar nuevas entradas en el mercado chino.
Desde una perspectiva sectorial, creemos que los sectores que proporcionan exposición a temas de crecimiento a largo plazo en el país continuarán registrando mayores rentabilidades. Concretamente nos gustan las áreas que incluyen la automatización industrial, los vehículos y componentes eléctricos y, la localización de la cadena de suministro en medio de las fricciones del comercio internacional. Sin embargo, una amplia recuperación económica mundial tras un exitoso desarrollo de la vacuna debería beneficiar a los sectores cíclicos, en los que las valoraciones siguen siendo baratas actualmente en comparación con los sectores de crecimiento.
Desde un punto de vista geopolítico, el próximo cambio de liderazgo en Washington DC en enero también tiene implicaciones para China. Creemos que es poco probable que las fricciones entre Estados Unidos y China se moderen bajo la nueva administración Biden, ya que la opinión de que China es un rival estratégico es compartida por republicanos y demócratas en Estados Unidos. De hecho, la estrategia de Biden contra China podría ser incluso más perjudicial e impactante ya que su gestión puede ser más coordinada y estructurada que la de su predecesor».
Julia Ho, responsable de análisis macro de Asia: "Las valoraciones de los bonos chinos parecen atractivas, al tiempo que los fundamentales económicos del país son sólidos. Estos dos factores deberían impulsar tanto la demanda como unas rentabilidades potencialmente atractivas en 2021. En términos de valoración, los rendimientos de los bonos chinos en el país se encuentran en niveles convincentes en relación con los bonos soberanos de los mercados desarrollados".
El rendimiento del bono del gobierno chino a 10 años se sitúa actualmente en torno al 3,3%, mientras que el equivalente del Tesoro de Estados Unidos apenas rendía al 0,8% a finales de noviembre. Esta diferencia de rendimiento (el diferencial) entre los bonos del gobierno chino frente a los bonos del Tesoro estadounidense y los equivalentes soberanos de otras economías desarrolladas se encuentra en niveles récord. Por ello, es probable que el bono chino ofrezca un potencial significativamente mayor de apreciación de precios en comparación con su homólogo estadounidense. Esto se debe a que los precios de los bonos aumentan a medida que los rendimientos caen, y hay menos margen para que los rendimientos de los bonos estadounidenses y de otros mercados desarrollados desciendan, dado que sus puntos de partida son más bajos.
Fundamentalmente, se espera que China sea la única gran economía mundial que genere un crecimiento económico positivo en 2020, a medida que se recupere con éxito de la recesión provocada por la pandemia. La inflación sigue siendo moderada, ya que la demanda mundial se ha mantenido débil. Esta dinámica favorable de crecimiento positivo con baja inflación ha proporcionado al banco central una mayor flexibilidad en su política monetaria, lo que le permite apoyar más eficazmente a las empresas más pequeñas.
Técnicamente, los bonos de China también están en una posición fuerte. A diferencia de la mayoría de los demás mercados emergentes, los bonos chinos están en su mayoría en manos de inversores nacionales. Esto hace que el mercado de renta fija china sea menos vulnerable a la volatilidad de las corrientes mundiales de capital. Este gran apoyo a los bonos chinos proviene del hecho de que están ganando peso cada vez mayor en los índices de bonos globales. Además, esto conlleva que muchos fondos de inversión se ven obligados a invertir en el mercado de deuda china.
La divisa china -el renminbi– es otro factor de apoyo para los bonos chinos. Creemos que el dólar estadounidense se debilitará a largo plazo debido a los grandes déficits gemelos de Estados Unidos (fiscal y de cuenta corriente) y a los programas de flexibilización cuantitativa ilimitada. Esto hará que el renminbi se utilice cada vez más a nivel internacional. Y hay otros factores que creemos que deberían justificar un renminbi más fuerte en el período venidero.
Entre ellos se encuentran el mejor comportamiento continuo de la economía china, el elevado diferencial de los tipos de interés entre China y otras economías importantes, la mejora de la balanza por cuenta corriente del país y la demanda acumulada por los inversores mundiales que desean diversificarse y dejar de utilizar el dólar estadounidense.
Por último, esperamos que los bonos chinos domésticos sigan siendo una clase de activos única que pueda ayudar a los inversores a diversificar sus carteras. La transición de la economía china hacia un mercado más orientado al consumo interno se ha visto acelerada tanto por las tensiones comerciales con Estados Unidos como por el auge de la clase media china. Este enfoque interno y la «desvinculación» de Estados Unidos sugeriría que los ciclos de política económica y monetaria de China pueden no estar perfectamente sincronizados con otras partes del mundo».