Los investigadores pudieron detectar peligros en áreas mineras en Alemania casi en tiempo real y con gran detalle
Investigadores de Alemania y China están utilizando datos de la misión Sentinel 1 del programa de observación de la Tierra Copernicus de la Unión Europea para monitorear la estabilidad del suelo en minas a cielo abierto.
En un estudio publicado en el International Journal of Applied Earth Observation and Geoinformation, los científicos explican que utilizaron un método de radar especial, el Synthetic Aperture Radar Interferometry (InSAR), para investigar las regiones de lignito en Renania del Norte-Westfalia en Alemania.
El método InSAR en sí mismo no es nuevo y se utiliza en muchos lugares para detectar deformaciones del suelo, ya sea después de terremotos o hundimientos debido a la sobreexplotación de depósitos de agua subterráneos. Sin embargo, el método tiene una desventaja: los satélites InSAR como ERS o ENVISAT solo registran una determinada región en promedio una vez al mes o menos.
Pero cuando los investigadores combinaron los datos de InSAR con los proporcionados por la misión Sentinel 1, que tiene un intervalo de tiempo de repetición de seis días y un tubo orbital pequeño, pudieron investigar peligros en áreas mineras muy específicas en Alemania casi en tiempo real y con mucho más detalle en términos de tiempo y espacio que antes.
Mahdi Motagh, uno de los autores del estudio del Centro Alemán de Investigación de Geociencias GFZ, explicó que la misión también puede proporcionar una visión general completa de la situación en la industria minera.
“Combinando los resultados de esta nueva tecnología con otras mediciones in situ y sistemas SAR de alta resolución como el TerraSAR-X alemán, el riesgo geotécnico de las minas a cielo abierto podría evaluarse de forma mucho más completa que antes”, dijo Motagh en una declaración de prensa.
El trabajo de Motagh y sus colegas mostró que existe un hundimiento significativo de la tierra en las áreas mineras a cielo abierto de Hambach, Garzweiler e Inden. La razón de esto es el proceso de compactación de la sobrecarga sobre áreas rellenadas con tasas de hundimiento que varían entre 30 y 50 centímetros por año en esos distritos mineros.
Los datos satelitales también revelaron un cambio horizontal significativo de hasta 12 centímetros por año en un frente de mina. De manera similar, las antiguas minas a cielo abierto Fortuna-Garsdorf y Berghein en la parte oriental de las cuencas mineras renanas, que ya han sido recuperadas para la agricultura, exhiben tasas de hundimiento de hasta 10 centímetros por año.