El último Informe sobre el Mercado Petrolero (OMR) de la AIE revela que, a pesar de un repunte trimestral, el crecimiento anual de la demanda se mantendrá muy por debajo de los promedios históricos, proyectando aumentos de solo 700 kb/d para 2025 y 2026. La sobreoferta inminente, impulsada por EE.UU., Brasil y Argentina, mantiene los precios del Brent en torno a los $64 por barril.
El mercado petrolero mundial se encuentra en un punto de inflexión. Según el informe de la Agencia Internacional de Energía (AIE), las tensiones geopolíticas y la volatilidad estacional son contrarrestadas por dos fuerzas estructurales: una demanda global moderada y un aumento constante de la oferta fuera de la OPEP+.
Los futuros del crudo Brent ICE se cotizaban en torno a los US$ 64 por barril al momento de la redacción del informe, reflejando una caída de US$ 11 en lo que va del año, principalmente debido a un inminente superávit que neutraliza los efectos alcistas de los conflictos en Ucrania y las sanciones a Rusia e Irán.
1. Desaceleración en la Demanda Global
El informe de la AIE confirma que el apetito global por el petróleo se está enfriando.
Moderación Estructural: Se espera que la demanda mundial de petróleo aumente solo alrededor de tanto en 2025 como en 2026. Esta cifra está muy por debajo de la tendencia histórica de crecimiento.
Causas del Frenazo: La AIE atribuye esta moderación a un clima macroeconómico más adverso y, crucialmente, a la electrificación del transporte y la creciente eficiencia de los vehículos, que imponen un "fuerte obstáculo" al consumo de combustibles para el transporte por carretera.
Recuperación Petroquímica: A pesar de la tendencia general, la demanda repuntó en el tercer trimestre de 2025 (3T 2025), creciendo interanual. Este crecimiento se debió en gran parte a la recuperación de las materias primas petroquímicas (GLP/etano) que habían sido afectadas por la inestabilidad arancelaria en el segundo trimestre. Se espera que el sector petroquímico recupere su liderazgo en el crecimiento de la demanda de petróleo, a pesar de la lentitud general.
2. Aumento Acelerado de la Oferta Mundial
La producción petrolera global sigue expandiéndose, impulsada tanto por la OPEP+ como por los productores no miembros del cártel.
Suministro Récord: La oferta mundial total de petróleo aumentó intermensual en septiembre, alcanzando los , gracias principalmente a la OPEP+.
El Rol de la OPEP+: Se espera que la OPEP+ incremente su producción en en 2025 y en 2026, cumpliendo con los acuerdos vigentes. Este crecimiento se debe a que el "Grupo de los 8" deshizo de recortes, sumado a fuertes ganancias en Libia, Venezuela y Nigeria.
El Motor No-OPEP+: Los productores no pertenecientes a la OPEP+ liderarán el crecimiento, añadiendo en 2025 y en 2026. El crecimiento de esta oferta es liderado por Estados Unidos, Brasil, Canadá, Guyana y, notablemente, Argentina.
El mercado ha registrado un superávit de desde principios de año, con un aumento sin precedentes en septiembre de de "petróleo sobre agua" (petróleo en tránsito marítimo), el mayor aumento desde la pandemia de COVID-19.
3. Tensiones Geopolíticas e Inventarios
Impacto en Refinerías: La actividad de las refinerías globales alcanzó un mínimo estacional de en octubre, debido a labores de mantenimiento y, significativamente, a la reducción de la actividad por los ataques a la infraestructura rusa, lo que redujo el procesamiento de crudo ruso en aproximadamente .
Mercado de Productos Ajustado: Esta caída en las exportaciones rusas de destilados medios (diésel y combustible para aviones) repercutió globalmente. Los márgenes de refinación para diésel y jet fuel alcanzaron máximos de dos años en Europa y de 18 meses en la Costa del Golfo de EE. UU. y Singapur en septiembre.
Máximos de Inventarios: Los inventarios globales observados aumentaron a en agosto, un máximo de cuatro años. Si bien las reservas de crudo disminuyeron, un aumento de en productos refinados y un fuerte aumento en los inventarios chinos y el petróleo en tránsito compensaron la caída, indicando que el superávit se está materializando en existencias.
En resumen, la AIE pronostica un mercado que se encamina hacia la sobreoferta gracias a la sólida producción de América (incluyendo el shale estadounidense y la Vaca Muerta argentina), mientras que la demanda se enfrenta a vientos en contra de la transición energética. La contención de los precios del crudo a pesar de las interrupciones geopolíticas subraya la creencia del mercado en este superávit inminente.