La Unión Industrial Argentina (UIA) y la denominada "Liga de Provincias Bioenergéticas", que agrupa a los gobiernos de Catamarca, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Jujuy, Misiones, Salta, Santa Fe y Tucumán, impulsan ante el Congreso un proyecto de ley para reactivar y modernizar el sector de los biocombustibles en Argentina.
La iniciativa busca dejar atrás el marco regulatorio vigente, que ha sido señalado por la industria como distorsivo y causante de la falta de rentabilidad y el freno de plantas productoras.
El Corazón del Nuevo Esquema Propuesto
El proyecto, presentado en ambas cámaras legislativas, tiene como objetivo central reemplazar el sistema actual de precios y cupos regulados por un modelo más competitivo y transparente, con miras al desarrollo federal y la diversificación energética.
Los puntos clave que propone el nuevo esquema son:
Aumento Progresivo de Cortes: Establecer una suba gradual en los porcentajes obligatorios de mezcla (corte) de bioetanol en naftas y biodiésel en gasoil.
Precios de Mercado: Eliminar el sistema de valores fijos establecidos por la Secretaría de Energía, permitiendo que los precios se definan por el libre juego del mercado y la competencia a través de licitaciones transparentes.
Diversificación del Consumo: Habilitar la incorporación de biocombustibles en otros medios de transporte, como el sector aéreo y marítimo, y permitir la circulación de vehículos con motores flex o kits de conversión.
Estabilidad Jurídica: Otorgar mayor estabilidad económica y jurídica para atraer las inversiones necesarias, eliminando la dependencia de resoluciones administrativas discrecionales.
Impacto Federal y la Visión de la UIA
Para la UIA, la modificación de la Ley 27.640 (vigente hasta 2030) es indispensable para sostener la actividad, que genera empleo calificado y valor agregado en las economías regionales. Los industriales destacan que la ley actual limita la producción a pocas empresas y es insuficiente para evitar que el sector se estanque.
Las provincias de la Liga Bioenergética coinciden en que los biocombustibles se han consolidado como una fuente vital de ingresos y empleo, especialmente en regiones agrícolas y cañeras. Argumentan que una expansión permitiría fortalecer las cadenas locales de valor y reducir la necesidad de importar combustibles fósiles.
Un Debate que Contrarresta la Desregulación Total
Este impulso federal se da en un contexto de debate sobre la matriz energética. Si bien el oficialismo y la oposición coinciden en la necesidad de actualizar el marco legal, la propuesta de las provincias contrasta con una iniciativa de desregulación que el Gobierno Nacional había presentado previamente, la cual buscaba una mayor apertura y permitía la libre importación, generando fricciones con los sectores productivos provinciales.
El desafío en el Congreso reside en encontrar un consenso que combine la competencia de un mercado abierto con la previsibilidad y la protección necesarias para incentivar la producción federal y el crecimiento sostenido del sector bioenergético.