Pampa Energía presetnó una solicitud formal para que su estratégico proyecto en el yacimiento Rincón de Aranda (Neuquén) sea incluido en el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI).
La iniciativa contempla la construcción de una moderna planta de tratamiento de petróleo y gas con una inversión de US$ 426 millones proyectando exportaciones de crudo por un valor equivalente a US$ 1.200 millones a partir de 2027, con su entrada en operación prevista para el próximo año.
Este proyecto de infraestructura es fundamental para el desarrollo integral de Rincón de Aranda, un yacimiento de shale oil que abarca 240 km² en Vaca Muerta. Gustavo Mariani, CEO de Pampa Energía, afirmó que “La construcción de esta planta y su infraestructura asociada es clave para fortalecer nuestra operación en Vaca Muerta. Nos permitirá captar la producción de todo el yacimiento y conectarnos con los sistemas de transporte troncales”.
El plan incluye el diseño, construcción y operación de una Planta Central de Tratamiento (Central Processing Facility – CPF) para procesar, almacenar y transportar petróleo y gas natural. Adicionalmente, se construirán oleoductos y gasoductos para vincular la producción con sistemas troncales existentes, como el Gasoducto Perito Moreno y el Oleoducto Vaca Muerta Sur, además de plantas de procesamiento, terminales de almacenamiento y estaciones de bombeo. Este proyecto se enmarca en un plan de inversión integral en Rincón de Aranda, donde la compañía, presidida por Marcelo Mindlin, está invirtiendo un total de 1.500 millones de dólares con el objetivo de multiplicar por diez su producción de petróleo en el yacimiento.
Esta ambiciosa inversión se da en un momento en que Pampa Energía ha presentado resultados financieros mixtos para el primer trimestre de 2025. La compañía reportó un aumento del 3% en sus ventas, alcanzando los 414 millones de dólares, y un crecimiento del 17% en su EBITDA ajustado, que llegó a 220 millones de dólares. La producción de petróleo y gas se mantuvo estable en 72.7 mil barriles equivalentes de petróleo por día (boe/día), con el gas representando el 96% de la producción total.
Sin embargo, la compañía registró una caída del 43% en su ganancia neta, que se situó en 153 millones de dólares, principalmente atribuible a una disminución en los reintegros de impuestos diferidos y un aumento en los costos operativos. La deuda neta de Pampa Energía se incrementó a 577 millones de dólares, y su posición de efectivo se redujo de 738 millones de dólares a fines de 2024 a 361 millones de dólares al cierre del primer trimestre de 2025, en gran parte debido a importantes salidas de efectivo destinadas a la recompra y redención de deuda.
A pesar de los desafíos coyunturales reflejados en el balance trimestral, la fuerte apuesta de Pampa Energía en Vaca Muerta a través del proyecto Rincón de Aranda, respaldada por la solicitud de ingreso al RIGI, subraya su visión estratégica de crecimiento y su rol clave en el futuro energético y exportador de Argentina.