El presidente francés celebró el acuerdo comercial entre la Unión Europea y Chile, en medio de disputas con los países vecinos del Mercosur
En su llegada a Chile, el presidente Emmanuel Macron celebró la modernización del tratado comercial entre Chile y la Unión Europea que impulsa los acuerdos comerciales por cobre, litio e hidrógeno en el marco de la transición.
Esta visita es de especial relevancia, tomando en cuenta que se trata de una potencia europea que históricamente ha mantenido estrechos lazos con Chile. Esto se refleja en la amplia presencia de Francia en diversas áreas estratégicas en nuestro país, como ciencias, educación, defensa, industrias culturales, energía e infraestructura, entre otras.
Además, ambos países coinciden en una posición común en torno a la promoción del multilateralismo como herramienta diplomática esencial para resolver los grandes desafíos globales, en particular, en materia de derechos humanos, crisis climática y medio ambiente.
Chile es el tercer socio comercial de Francia en Latinoamérica, detrás de Brasil y México, tanto en número de empresas instaladas como en intercambios comerciales.
Francia posee un stock de inversión en Chile de 1.739 millones de dólares (2023), que representa el 1,8% de la inversión de Europa en Chile.
Actualmente cerca de 300 filiales de empresas francesas operan en la mayoría de los sectores de la economía chilena, como la banca y seguros, industria, distribución, sector automotriz, aeronáutica, electrónica, energía, agua y transporte.
En 2023, Francia se ubicó en el lugar número 13 del intercambio comercial total de Chile, representando el 1,2%. El stock de inversión de Chile en Francia en dicho año alcanzó los 262 millones dólares.
Las principales exportaciones de 2023 fueron cátodos de cobre, mezcla de vinos tintos, filetes de salmón y mejillones, mientras que las importaciones principales fueron vehículos para transporte de personas, furgones para transporte de mercancías, automóviles de turismo y perfumes.
El acuerdo comercial entre ambos existe desde el año 1996 y se considera el instrumento de cooperación comercial y política más avanzado y ambicioso firmado con un país suramericano. Su modernización mejorará el acceso a materias primas y combustibles limpios claves para la transición a la economía verde, como el litio, el cobre y el hidrógeno.
El tratado entrará en vigor cuando todos los Estados miembros de la Unión Europea lo hayan ratificado. Mientras, entrará en vigor un acuerdo interino que solo requiere el consentimiento del Parlamento Europeo, algo que ocurrió en febrero pasado.
“Chile y Francia están orgullosos de este tratado de última generación”, insistió Gabriel Boric desde el Palacio de la Moneda, la sede del Ejecutivo chileno. Según el mandatario, París tiene tratados de estas características “solo con Canadá y Nueva Zelanda”.
Emmanuel Macron compartió la satisfacción de su homólogo chileno. “Es un buen acuerdo y es coherente con nuestras ambiciones de protección del medioambiente y a la biodiversidad, y de valorización mutua”, expresó el presidente francés.
Sobre todo, el mandatario galo dijo que el acuerdo comercial pactado con Chile debería “servir como inspiración” para otros tratados porque “respeta” los intereses de ambas partes.
En el encuentro el presidente chileno Gabriel Boric Font, destacó la importancia de la visita del Presidente Emmanuel Macron para fortalecer los lazos históricos y estratégicos entre las dos naciones.
“Francia y Chile comparten una relación histórica basada en valores comunes como la democracia, el multilateralismo y el respeto al derecho internacional. Esta sintonía se refleja en múltiples convergencias en materia educativa, en defensa, en ciencia de energías renovables, en inteligencia artificial, en la conservación de los océanos, entre otras áreas claves. Además, sabemos que la cooperación entre nuestras naciones no sólo promueve el bienestar de nuestras sociedades, sino que también contribuye a un orden social más justo y equitativo”, comentó Boric.
EL LITIO, RECURSO CLAVE DE LA RELACIÓN ENTRE CHILE Y LA UNIÓN EUROPEA
Entre los productos cuyo comercio será facilitado por la modernización del tratado entre la Unión Europea y Chile se encuentra el litio.
El mineral es un material usado para fabricar baterías y depósitos de energía renovable e interesa fuertemente a los países de bloque europeo que quieren profundizar su transición a una economía verde.
En este contexto, Macron y Boric coincidieron en la necesidad de “crear cadenas de valor locales” en el avance hacia la transición energética y destacaron los proyectos en materia de hidrógeno verde y litio, que consideran como el “pilar central” de la cooperación entre los dos países.
“Los metales críticos favorecerán la emergencia de una nueva asociación estratégica que incluirá grandes proyectos en hidrógeno verde, almacenamiento de energía y desarrollo de baterías”, apuntó el mandatario francés.
Emmanuel Macron ya abordó la cuestión del litio en los días pasados durante su viaje a Argentina, otro importante país productor del mineral.
Chile dispone de más del 30% de las reservas de litio a nivel mundial, una proporción que llega al 50% si se suman las de sus vecinos Argentina y Bolivia. Las reservas del mineral que hay entre los tres países han sido llamadas el “triángulo del litio”.
INTELIGENCIA ARTIFICIAL
El acuerdo de cooperación estratégica entre el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de Chile y el Institut National de Recherche en Informatique et en Automatique (INRIA), constituye un nuevo hito en la extensa y exitosa trayectoria de colaboración científica y tecnológica entre Chile y Francia.
Este acuerdo establece mecanismos innovadores de cooperación mediante la creación del primer Centro Binacional franco-chileno dedicado a la Inteligencia Artificial.
En el contexto de la próxima Cumbre Mundial sobre Inteligencia Artificial, que tendrá lugar en París en febrero de 2025, esta alianza estratégica fortalece el posicionamiento de Chile como un actor relevante en el desarrollo responsable y ético de la Inteligencia Artificial en América Latina, facilitando la vinculación entre los ecosistemas regionales y europeos en la materia.
Este acuerdo, con horizonte hasta 2035, contempla investigación colaborativa, formación de capital humano avanzado y desarrollo de aplicaciones en áreas prioritarias como la astronomía, cambio climático, energías renovables y salud.