LUCIANA PAZ
Argentina tiene mucho gas pero también cuellos de botella que dificultan su distribución. La demanda existe, el potencial está pero faltan pasos desde la administración pública para unir todo y resolver el abastecimiento del país.
En el marco del Argentina-Texas Energy Summit, Daniel Ridelener, CEO de TGN detalló los tres cuellos de botella que obstaculizan la distribución y exportación de gas de Argentina y remarcó la importancia de desarrollar obras de infraestructura para transformar en realidad el potencial.
El primer cuello de botella está en Neuquén y los otros dos están en el Noroeste Argentino que están destinados a abastecer al extremo norte del país y la demanda externa como Chile, Bolivia y Brasil.
Para el caso de Neuquén, el ducto de 580 km realizado por Enarsa hace dos años no fue suficiente para abastecer las necesidades del país. Más allá de la determinación del gobierno actual de no apostar por la obra pública, Ridelener apuntó a la licitación que sacó o sacará Enarsa para impulsar la inversión privada para lograr evacuar el gas de la cuenca neuquina. El proyecto implica mover 20 millones de metros cúbicos, unirlo a la planta compresora del sistema de TGN, La Carlota, que está ubicada en el centro geográfico del país con una inversión estimada en el orden de los US$ 2.000 millones.
Y apuntó que "entendemos que la demanda existe, que las potencialidades de Vaca Muerta están, hay todavía una necesidad de que el gobierno termine de modificar algunas condiciones regulatorias, tanto en el sector gas como sobre todo en el sector eléctrico que son las que van a permitir materializar contratos de largo plazo".
El segundo cuello de botella está en el Noroeste Argentino y se pensó para abastecer a la región, al centro del país y realizar exportaciones a Bolivia, Chile y Brasil. Para eso se pensó el Gasoducto Norte que apunta no sólo al abastecimiento interno sino también a los envíos al exterior. La ventaja de este ducto es que las expansiones son modulares, "tomando de referencia 6 millones, las obras y la inversión necesaria es del orden de los US$ 300 millones. Esto claramente viene asociado a poder resolver el primer cuello de botella, sin más gas de Neuquén va a ser difícil que podamos avanzar en este otro, pero creemos que ambos proyectos en algún momento van a avanzar de la mano", apuntó Ridelener.
Por último, el tercero tiene que ver con el abastecimiento al Noreste Argentino donde básicamente está instalada una capacidad de generación termoeléctrica que necesita gas natural y adicionalmente cómo por esa misma vía llegamos al sur de Brasil para materializar el ducto que vincularía Uruguayana con Porto Alegre.
Ahí hay una inversión de US$ 400 millones en Argentina y de US$ 1.200 en Brasil, un proyecto que se está viendo en 10 millones de metros cúbicos. Pero, hay otras alternativas "hay no sólo empresarios sino el gobierno paraguayo está muy interesado en vincular el norte de Argentina con Brasil a través de Paraguay, no sólo para llegar a Brasil, sino porque ellos están viendo demanda termoeléctrica al 2030 y demanda para plantas de fertilizantes", explicó.
Argentina cuenta con una penetración del gas en la matriz energética muy alta entre los mayores países del mundo, lo cual permite tener recursos muy preparados, industria muy preparada para todo lo que se viene.
Una de las obras más relevantes que se finalizó hace pocos meses es la reversión del Gasoducto Norte que permitirá suplir el declino de gas de Bolivia y es de vital importancia para continuar con el abastecimiento de una parte importante de nuestra población.
Actualmente TGN tiene una producción bruta del orden de los 150 millones de metros cúbicos por día, y la red de transporte totaliza unos 21.000 kilómetros y 1.200.000 HP de potencia instalada. En esta malla de transporte hay dos operadores principales, TGS y TGN.
TGN es una compañía con más de 30 años de experiencia operando en Argentina con 750 técnicos y profesionales altamente formados. Opera más de 30 locaciones, en 17 provincias, 11.000 kilómetros de ductos de los cuales aproximadamente 7.000 son propios y un poco más de 4.000 son de terceros que le han confiado a TGN la operación y mantenimiento de sus sistemas de transporte. Y cuentan, además, con aproximadamente 400.000 HP de potencia instalada en 22 plantas compresoras.
La posición estratégica que tiene TGN le permitió hace ya varias décadas construir o permitir el desarrollo de gasoductos de exportación, tanto a Chile como a Uruguay como a Brasil, y "creemos que ahora estamos viviendo un nuevo momento donde la exportación de gas natural va a ser factible. Va a ser factible a través de los gasoductos que conocemos, va a ser factible a través de nuevos gasoductos", concluyó Daniel Ridelener.