Nucleoeléctrica Argentina informó que se completó exitosamente la parada programada de inspección y mantenimiento de la Central Nuclear Embalse. De esta forma, la planta cordobesa retomó su operación, garantizando nuevamente el suministro de energía eléctrica segura y eficiente para millones de argentinos.
La parada programada, que comenzó el pasado 2 de agosto, permitió la realización de más de 4.000 tareas de inspección y mantenimiento preventivo y correctivo. Durante este proceso, participaron aproximadamente 1.800 trabajadores, entre personal de Nucleoeléctrica y contratistas especializados.
Este tipo de paradas, esenciales para el mantenimiento de la central, aseguran que las instalaciones continúen operando bajo los más altos estándares de seguridad y eficiencia.
Embalse vuelve a funcionar en paralelo a la parada técnica de Atucha I que permitirá que opere durante 20 años más, asegurando su aporte a la matriz energética nacional y promoviendo el desarrollo de capacidades técnicas
Con una potencia instalada de 656 MWe, la Central Nuclear Embalse es la segunda planta nuclear construida en Argentina. Desde el inicio de su operación comercial en 1984, ha sido un pilar fundamental en la generación de energía del país. En 2019, tras un proceso de extensión de vida, inició su segundo ciclo operativo por 30 años más, consolidando su rol clave en la matriz energética nacional.
Nucleoeléctrica Argentina también opera las centrales nucleares Atucha I, Atucha II y Embalse, con una capacidad instalada total de 1.763 MW. Además de operar estas plantas y comercializar la energía en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), la empresa gerencia proyectos estratégicos para garantizar la operación segura y eficiente de sus instalaciones.
Con más de 30 años de experiencia en la generación de energía nuclear, Nucleoeléctrica aporta aproximadamente el 8% de la energía eléctrica del país. Sus actividades están sujetas a los más rigurosos controles nacionales e internacionales, cumpliendo con los más altos estándares de seguridad.
PROYECTO DE EXTENSIÓN DE VIDA
La Extensión de Vida de la Central Nuclear Embalse fue un proceso de reacondicionamiento que le permite operar por un nuevo ciclo de 30 años.
Las principales actividades que se ejecutaron son el cambio de los tubos de presión, los generadores de vapor y las computadoras de proceso. El proyecto dio trabajo en forma directa a más de 3000 personas y propició el desarrollo de proveedores nacionales de bienes y servicios altamente calificados.
La Extensión de Vida de la Central Nuclear Embalse, permite: Aportar energía en forma segura y confiable para más de 3 millones de habitantes; diversificar la matriz energética, contribuyendo al autoabastecimiento; reducir las emisiones de gases de efecto invernadero; producir Cobalto 60 para abastecer el mercado interno en aplicaciones medicinales e industriales, y para exportar; y mantener la fuente de trabajo para más de 1000 familias durante los próximos 30 años.