La incertidumbre por los conflictos en Medio Oriente mueven para arriba y con cautela los precios del petróleo.
Los futuros del petróleo crudo subieron hasta un 5% en la sesión intradía del jueves después de que el presidente Biden dijera que su administración apoyaría a Israel en un ataque a las instalaciones petroleras de Irán, añadiendo que se está discutiendo la opción. El crudo Brent para entrega en noviembre ganó un 4,8% para cotizar a 77,44 dólares por barril a las 12.50 pm ET, mientras que el crudo WTI cotizaba a 73,65 dólares por barril tras ganar un 5,1%.
Los precios internacionales del petróleo crudo podrían aumentar 20 dólares por barril si el suministro de petróleo de Irán cae en una posible escalada del conflicto en Medio Oriente, dice Goldman Sachs.
“Si viéramos una caída sostenida de 1 millón de barriles por día en la producción iraní, entonces veríamos un aumento máximo en los precios del petróleo el próximo año de alrededor de 20 dólares por barril”, dijo Daan Struyven, codirector de investigación global de materias primas en Goldman Sachs, al programa “Squawk Box Asia” de CNBC el viernes.
Sin embargo, esta proyección se basa en el supuesto de que el grupo OPEP+ no respondería a una posible interrupción del suministro de Irán aumentando la producción, señaló Struyven de Goldman.
Irán produce actualmente alrededor de 3,5 millones de bpd, de los cuales se estima que 1 millón de bpd se exportan, principalmente a China, que no ha dejado de comprar petróleo iraní después de que Estados Unidos volviera a imponer sanciones a la industria petrolera de Teherán.
Según informó Alex Kimani en Oilprice, relevó lo señalado por analistas de materias primas de Standard Chartered, los mercados petroleros están atravesando un período de importantes dislocaciones.
Tal vez la suba, impulsada por el conflicto entre Irán e Israel y la incertidumbre, genere un beneficios para las petroleras que con el crudo por debajo de los 80 dólares por barril, en las últimas semanas, y preocupaciones persistentes sobre la demanda mundial de petróleo, los analistas han comenzado a cuestionar la capacidad de las grandes petroleras para mantener sus generosas rentabilidades para los accionistas de los últimos dos años.
La caída de los precios del petróleo se traducirá en menores ganancias para las grandes petroleras. Aun así, buscarán al menos mantener los pagos actuales a los accionistas, que han atraído a algunos inversores de vuelta al sector después de unos años de reacción negativa por cuestiones ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) contra las petroleras.
En este escenario, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo este jueves que está “discutiendo” con Israel posibles ataques israelíes contra instalaciones petroleras de Irán, como medida de represalia a los misiles lanzados por Teherán. Antes de abandonar la Casa Blanca para viajar al sur de Estados Unidos, el presidente fue abordado por un grupo de periodistas que le preguntaron además qué tipo de aviones serían autorizados para una represalia contra Irán. Biden respondió: “En primer lugar, no ‘autorizamos’ a Israel a hacer nada, asesoramos a Israel. Y hoy no va a suceder nada”.