La suspensión de las ventas de gas natural a Argentina ha puesto en evidencia la situación actual del sector hidrocarburífero en Bolivia, donde se destacan tanto las oportunidades como los riesgos derivados de la dependencia de un único mercado: Brasil. Mientras que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) asegura que el cese de los envíos a Argentina no afectará los volúmenes exportables ni los ingresos proyectados, la Fundación Jubileo advierte sobre los peligros de depender exclusivamente de un solo destino para el gas natural.
YPFB ha informado que la totalidad del gas que ya no será enviado a Argentina se redirigirá al mercado brasileño, donde existe una alta demanda y precios competitivos, lo que garantizaría la continuidad de las exportaciones sin afectar los ingresos.
Según Óscar Claros Dulón, gerente de Contratos de Exportación de Gas Natural de YPFB, “para nosotros no es un problema porque este gas tiene mercado asegurado en Brasil”.
El contrato original con Argentina, que expiró el 31 de julio, fue extendido hasta septiembre mediante una adenda, pero desde octubre no existe obligación contractual de suministro, salvo que Bolivia disponga de gas excedente.
El volumen de gas exportable permanece constante, con una producción actual que supera los 33 millones de metros cúbicos diarios (MMmcd), de los cuales entre 18 y 19 MMmcd se destinan a la exportación.
En este contexto, el mercado brasileño representa una alternativa clave para absorber los volúmenes que ya no serán exportados a Argentina, lo que genera expectativas de estabilidad en los ingresos del país.
RIESGOS DE DEPENDER DE UN SOLO MERCADO
No obstante, Raúl Velásquez, analista de la Fundación Jubileo, discrepa de la visión optimista de YPFB. Velásquez alerta que depender exclusivamente de Brasil implica riesgos para Bolivia, ya que el país estaría sujeto a las condiciones impuestas por dicho mercado en términos de volumen, precio y temporalidad de los envíos.
La disminución de la producción de gas, que ha pasado de 36 MMmcd en 2023 a 30 MMmcd actualmente, sumada a la falta de inversión en exploración de nuevos campos, agrava la situación.
La Fundación Jubileo ha instado al Gobierno boliviano desde 2015 a diversificar los mercados de exportación, considerando a países como Paraguay y Uruguay como alternativas viables, aunque de menor escala.
Sin embargo, hasta la fecha, estos esfuerzos no han logrado materializarse. La disminución de la producción no solo impacta los ingresos de YPFB, sino también el flujo de recursos hacia gobernaciones, alcaldías y otras entidades que dependen de los ingresos del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) y las regalías.
ESFUERZOS EN EXPLORACIÓN Y EL FUTURO DE LAS RESERVAS
Por otro lado, el Ministerio de Hidrocarburos y Energía ha destacado los esfuerzos realizados en la exploración de nuevas zonas, tanto tradicionales como no tradicionales, con el objetivo de frenar la declinación en la producción.
Un ejemplo de ello es el reciente descubrimiento en Mayaya Centro-X1, en el departamento de La Paz, que podría entrar en producción en tres o cuatro años y aumentar los volúmenes exportables hacia 2027 o 2028.
Sin embargo, la falta de una cuantificación exacta de las reservas mantiene en suspenso el impacto real que este hallazgo podría tener en el futuro del sector.
En conclusión, mientras que Bolivia asegura su posición en el mercado brasileño tras la suspensión de envíos a Argentina, la dependencia de un solo mercado y la disminución de la producción de gas representan desafíos significativos que requerirán de una estrategia de diversificación y una mayor inversión en exploración para garantizar la estabilidad del sector hidrocarburífero en el largo plazo.