El bloque en el que se han descubierto trazas de crudo está en el presal
La petrolera británica BP ha notificado a la Agencia Nacional del Petróleo de Brasil (ANP) el descubrimiento de trazas o indicios de petróleo en el primer pozo del bloque Pau Brasil, en la capa presal de la Cuenca de Santos.
Este pozo (que recibió el nombre técnico 1-BP-12D-RJS) está ubicado en una lámina de agua de 2.283 metros y fue perforado por el buque de perforación DS-15, propiedad de Valaris (un contratista especializado en perforación offshore, es decir, en el mar).
La perforación comenzó a mediados de junio y se completó el 21 de agosto. Los resultados son esperanzadores y revelan que puede haber cantidades importantes de crudo en esta nueva zona del país.
Las empresas petroleras siempre deben notificar a la ANP cuando encuentran indicios de hidrocarburos durante la perforación. La presencia de estos indicios no significa, en un primer momento, que un determinado bloque será económicamente viable, es decir, aún no se sabe con certeza si el petróleo encontrado se podrá extraer a gran escala a un precio competitivo. Solo después de evaluar la información recopilada hasta el momento, BP podrá tomar una decisión final y determinar si el bloque será viable o no.
El nuevo pozo en Pau Brasil tiene el potencial de convertirse en un hito en las operaciones de BP en Brasil, siendo una de las principales apuestas de la compañía en el país. Adquirido en la quinta ronda de Oil Sharing en 2018, con un porcentaje de petróleo excedente del 63,79%, el bloque es operado por BP (50%) en asociación con CNOOC Petroleum (30%) y Ecopetrol (20%).
BP EN BRASIL
Además de Pau Brasil, BP también opera los bloques S-M-1500 en la Cuenca de Santos; C-M-793 y C-M-755 en la Cuenca de Campos; y BM-BAR-346 en la Cuenca de Barreirinhas.
La empresa también tiene participaciones en los bloques BM-BAR-3 y BM-BAR-5 en Barreirinhas; y en los bloques C-M-477, Dois Irmãos y Alto de Cabo Frio Central en la Cuenca de Campos.
BP y Petrobras están apostando ahora con intensidad por una cuenca sedimentaria que podría albergar miles de millones de barriles de petróleo.
Brasil se ha convertido en muy poco tiempo en una de las grandes fuentes de petróleo del mundo y en la mayor de América del Sur. Brasil se ha consolidado como el mayor productor de petróleo en Latinoamérica, superando a tradicionales potencias energéticas de la región como Venezuela y México.
Este avance ha sido impulsado por una agresiva política de exploración y explotación de recursos en aguas profundas y ultra-profundas, particularmente en la región del presal, una vasta área marina ubicada en el Atlántico.
Gracias a estos esfuerzos, la producción de petróleo de Brasil ha experimentado un notable crecimiento: en el año 2000, el país extraía poco más de 1 millón de barriles por día (bpd), pero actualmente supera los 3 millones de barriles diarios, cifra que lo posiciona como un actor clave en el mercado global de crudo.
LOS YACIMIENTOS MÁS PRODUCTIVOS
Entre los yacimientos más productivos de Brasil se destacan los campos de Lula y Búzios, ubicados en la Cuenca de Santos. El campo Lula (conocido popularmente como Tupi), descubierto en 2007, ha sido fundamental para el auge petrolero brasileño y, hasta 2022, producía cerca de 875.000 barriles diarios de petróleo.
Por su parte, el campo Búzios, descubierto en 2010, se ha consolidado como el mayor campo petrolero en alta mar, con una producción que ronda los 730.000 barriles diarios. Ambos yacimientos se sitúan en la zona del presal, cuyas reservas se encuentran a más de 7.000 metros bajo el nivel del mar, debajo de una espesa capa de sal, lo que ha exigido tecnologías avanzadas para su explotación.
Este crecimiento ha sido posible gracias a la estatal Petrobras, que ha liderado la exploración y producción en estas áreas de difícil acceso. Petrobras ha invertido en tecnología de punta para perforación en aguas profundas, lo que le ha permitido desarrollar con éxito estos campos.
Además, Brasil ha logrado atraer inversiones extranjeras a través de subastas de bloques petroleros, lo que ha dinamizado aún más la industria energética del país. En 2022, la Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles (ANP) reportó que la producción total de Brasil alcanzaba aproximadamente 3,06 millones de barriles diarios.
A pesar de los desafíos técnicos y ambientales que plantea la extracción en aguas profundas, el éxito de Brasil en esta área ha posicionado al país no solo como un líder regional, sino también como un jugador relevante en el mercado energético mundial.
Con las crecientes reservas descubiertas en el presal, las proyecciones apuntan a que la producción de petróleo en Brasil seguirá en aumento en los próximos años, consolidando su rol como uno de los principales exportadores de crudo a nivel global.