El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) presentó los resultados de los flujos físicos de energía de Argentina entre 2018-2021 en el marco del Sistema de Contabilidad Ambiental y Económica (SCAE)
El SCAE es un marco conceptual multipropósito que busca complementar con la dimensión ambiental el Sistema de Cuentas Nacionales (SCN) a fin de medir el impacto de la actividad económica sobre los recursos naturales y el ambiente en general.
En 2021, Argentina ofertó a la economía local 240.126,0 kTEP, que incluye el flujo de la energía que circula dentro de la economía (155.380,6 kTEP) e incorpora, además, la energía que se obtiene del ambiente (78.080,6 kTEP de insumos naturales) y la porción de ésta que vuelve al ambiente en forma de residuos (6.664,8 kTEP).
El 93,6% de la energía extraída del ambiente corresponde a los insumos provenientes de recursos energéticos o mineros, como el petróleo, el gas y el carbón. En segundo lugar, se obtiene energía de fuentes renovables, como la hídrica, eólica o la solar (4,5%). Por último, el 2,0% de la energía proviene de los recursos basados en biomasa (insumos vegetales como soja, maíz y caña)
El 93,0% de la energía proviene de la producción nacional en tanto el 7,0% proviene de las importaciones. El 65,3% de estas importaciones corresponde a gas. El 28,5% de la generación de energía eléctrica proviene de fuentes renovables.
El 2,8% del total de la energía ofrecida vuelve al ambiente en forma de pérdidas durante los procesos de extracción y de distribución.
El 82,8% de la energía que ingresa a la economía es utilizada por las actividades productivas. Los sectores de suministro de servicios de electricidad, gas y agua, industrias manufactureras y transporte, almacenamiento y comunicaciones son responsables por el 89,2% del consumo intermedio. La demanda de los hogares representa el 13,5% del consumo energético. El gas es la principal fuente de energía (38,6%), seguida por la nafta (29,5%), la electricidad (24,9%) y el gasoil (7,0%).
Productividad energética: 4,6 PIB sobre la suma del consumo intermedio y el consumo final de los hogares. Intensidad energética: 0,2 Suma del consumo intermedio y el consumo final de los hogares sobre el PBI.
El indicador de productividad es útil para medir cuán eficiente es una economía en el uso de sus recursos energéticos, dado que relaciona todo lo que se produce en un país a lo largo de un año con la energía requerida para alcanzar ese nivel de producción. Entonces, si una economía produce más que en períodos anteriores con la misma cantidad de energía, o bien, si produce lo mismo pero con menor cantidad de recursos energéticos, estaría siendo más productiva y, por ende, más eficiente en el uso de estos.
Por el contrario, si una economía alcanzó el mismo nivel de producto que en años anteriores, pero necesitó más energía para lograrlo, el uso energético fue más intensivo. Lo deseable, en términos de eficiencia energética, es que la economía de un país evidencie indicadores altos en productividad y bajos en intensidad.
En el análisis estacional, el documento del INDEC remarca que la oferta energética total decreció 1,6% entre 2018 y 2019 y 8,0% entre 2018 y 2020. Si bien en 2021 la oferta total creció respecto a 2020, fue igualmente inferior en 2,9% a la oferta de 2018.
La oferta de productos energéticos está conformada mayoritariamente por producción interna, superando al 90% del total a lo largo de todo el período. El gas presenta el 68,0% en promedio de todos los productos energéticos importados durante 2018-2021.
El gas es el producto energético con mayor participación en la oferta total de energía en Argentina durante el período 2018-2021. Si bien la oferta de este producto experimentó un leve descenso hacia 2021, los valores permanecieron estables. En el caso de la electricidad, se observa un leve incremento, aunque sostenido, en la proporción dentro de la oferta, desde 2018 en adelante. La proporción de los otros productos energéticos que componen la oferta total es también estable a lo largo del período.
Según explican desde el INDEC, los resultados presentados corresponden a una cuenta experimental y podrán sufrir modificaciones en próximas revisiones, en función de ajustes y mejoras en el uso de las fuentes de datos empleadas o en los cálculos desarrollados.