CARLOS GALVÁN
Alberto Weretilneck, gobernador de Río Negro, se mueve para que el mega proyecto exportador dese instale en Punta Colorada, una localidad de su provincia. La planta, que demandará una inversión de unos US$ 30.000 millones, también es ambicionada por Bahía Blanca.
Una de las cuestiones que puede inclinar la balanza para una u otra provincia es la adhesión al Régimen de Incentivo de Grandes Inversiones (RIGI), que incluye una serie de beneficios y garantías para los inversores. Río Negro adhirió al RIGI la semana pasada. Axel Kicillof dice que no lo hará.
A continuación, un resumen de la entrevista que Clarín le realizó a Weretilneck.
- ¿Sin el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) que se aprobó en la Ley Bases y a la que Río Negro adhirió antes que cualquier provincia es inviable el gasoducto para sacar el gas de Vaca Muerta y la planta productora de Gas Natural Licuado?
- Sí. Por la alta inversión que significa. Y al tener, obviamente, socios extranjeros lo que se busca es la mayor previsibilidad posible, no solo para la baja de interés en la búsqueda de financiamiento, sino también para tener la tranquilidad en lo competitivo.
- El kirchnerismo rechazó en en el Congreso Nacional y en la Legislatura rionegrina el RIGI bajo el argumento de que se hacen concesiones demasiado grandes. ¿Es así?
- La Argentina tiene una trayectoria de incumplimientos con la inversión internacional muy fuerte. Por lo tanto, la ha transformado en un país poco previsible y poco serio para los negocios. Y esto ha significado que la inversión real directa en el país haya sido prácticamente nula en los últimos años.
Es decir, desde la apropiación de Aerolíneas, la apropiación de Repsol, la expropiación de Suez más el cepo cambiario actual, más todos los cambios en las condiciones de las regulaciones y el marco tarifario de las distintas empresas internacionales que estuvieron o están en Argentina.
La única manera, desde mi punto de vista, para que Argentina vuelva a ser un país atractivo para la inversión internacional es tener reglas de juego absolutamente claras, transparentes, que den garantía jurídica.
El RIGI de alguna manera viene a resolver toda la historia argentina de incumplimiento de contratos internacionales. Puede parecer en algunos aspectos exagerado, pero yo en lo personal considero que es la única manera de volver a recibir capital internacional en inversiones muy importantes.
- ¿A cuánto ascendería la inversión total?
- Son distintas etapas. Hay una primera etapa que son los barcos, con lo cual la inversión es menor y después está la planta, donde la inversión es mayor. Pero la primera etapa es el gasoducto más el acceso a los barcos y después de eso sería la segunda etapa de la planta. Pero por eso son distintos momentos en toda la inversión. Pero la inversión general sería de US$ 30.000 millones.
- Río Negro tiene ahora una puja con Buenos Aires, que quiere la planta de GNL en Bahía Blanca. ¿Por qué sería mejor alternativa Punta Colorada que Bahía?
- Hay varios aspectos. Primero la disponibilidad prácticamente absoluta del Golfo de San Matías para transformarse en un puerto exportador de todo lo que es hidrocarburos. Cosa que no tiene Bahía Blanca porque comparte su puerto con lo que son cereales y otras actividades. Punta Colorada le permite a la industria tener absoluta previsibilidad porque sería un golfo exclusivo para la exportación de Vaca Muerta.
Dos, es un mejor mar. Bahía Blanca tiene que ser dragado permanentemente, balizado permanentemente. Nosotros tenemos a 7 kilómetros de la costa y a 40 metros de profundidad, lo cual lo hace mucho más competitivo. Para tener una idea. Por tres buques de petróleo, no de gas, que tendrían que entrar a Bahía Blanca se necesita solamente uno en Punta Colorada.
Para llegar a los buques factoría y para llegar al buque grande de petróleo necesitas sí o sí adentrarte al mar. La menor distancia de la tierra a la boya es lo que te genera la competitividad. Además el barco no tiene ningún tipo de complejidad portuaria.
