"Este logro adquiere mayor relevancia en el contexto actual, con la negativa de firmar paritarias a altos porcentajes, lo que dificultó la discusión y obligó a los sindicatos a plantarse", celebró Rafael Güenchenen, del Sindicato de Petroleros Privados.
"La Comisión Directiva agradece a las compañeros afiliados por el acompañamiento, y al cuerpo de Delegados por el apoyo y el compromiso con el que día a día trabajamos en función de preservar y defender los derechos de cada uno de nuestros representados/as", destacaron desde los sindicatos de Jerárquicos de Neuquén y Río Negro.
También participaron el Sindicato de Petroleros Privados, con Marcelo Rucci; de Chubut, Jorge Ávila; José Lludgar, de Jerárquicos de la Patagonia Austral; Julián Matamala, de Jerárquicos de Cuyo y La Rioja; Juan Pablo Capón Filas, de Jerárquicos de Salta, Jujuy y Formosa y Gabriel Barroso, de la Federación Argentina Sindicato del Petróleo, Gas y Biocombustibles.
El acuerdo se alcanzó en el Ministerio de Trabajo donde los sindicatos se reunieron junto a la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos y la Cámara de Empresas de Operaciones Petroleras Especiales. Allí, los sindicatos reclamaron que se abra de inmediato la negociación para la próxima paritaria 2024/ 2025.
PREOCUPACIÓN POR IMPUESTO A LAS GANANCIAS
Rumores sobre la posibilidad de establecer un mínimo en torno a los $1.800.000 mensuales, equivalente a $1.494.000 netos, sin considerar deducciones por cónyuge o hijos, han despertado inquietud tanto entre los trabajadores del sector como en las provincias petroleras, particularmente en la Patagonia y el sur bonaerense, según destacó ámbito.
Gabriel Matarazzo, tesorero de la Federación Argentina Sindical del Petróleo, Gas y Biocombustibles (FaSiPeGyBio), expresó su preocupación al respecto, advirtiendo sobre las implicancias que podría tener en el sector y en los trabajadores.
Según Matarazzo, el impuesto a las ganancias representa "un ajuste a la productividad del trabajador, poniendo de manifiesto las tensiones que esta medida genera entre los empleados del sector”.
“En un momento en el que se ve cómo se desvanece el poder adquisitivo de los ingresos de la mayor parte de la población y las empresas sufren una significativa caída de las ventas, fijar el mínimo no imponible en un piso tan bajo no hará más que intensificar el desplome del consumo”, agregó.