MARIANNA PARRAGA
Ecuador espera que su producción de petróleo alcance los 550.000 barriles por día (bpd) para fines de 2025, ya que otorga a los productores extranjeros extensiones de contratos que habían estado en suspenso.
La producción de Ecuador ha caído en los últimos años debido a la inestabilidad, la falta de interés de las empresas energéticas en las áreas de petróleo y gas que ofrece el país andino y los frecuentes cambios de contratos.
El país se ha visto obligado a renegociar acuerdos de petróleo a cambio de deuda. La producción actual ronda los 485.000 bpd, por debajo de un máximo de unos 560.000 bpd hace una década.
El gobierno del presidente Daniel Noboa, que asumió el cargo a fines del año pasado, está relanzando ofertas para áreas que la administración anterior no logró asignar, incluido el prometedor campo de gas Amistad cuya producción es necesaria para la generación de energía, bajo un modelo de extracción compartida.
"El gas es un combustible para la transición energética, por lo que creemos que es clave", dijo la ministra de Energía, Andrea Arrobo, en el marco de la conferencia energética CERAWEeek de S&P en Houston.
Los contratos de producción compartida son lo que las administraciones anteriores en Ecuador han intentado y fracasado en negociar en los últimos años. Según informó Arrobo, el gobierno también está buscando modernizar el modelo para reforzar los compromisos comunitarios, asegurar una mayor productividad, reducir la huella de carbono y eliminar la quema de gas.
Esta semana, el gobierno de Noboa firmó una extensión de contrato petrolero que estaba en suspenso con Andes Petroleum, un consorcio que incluye a China National Petroleum. Además, planea firmar pronto uno similar con ENAP Sipetrol, unidad de la chilena ENAP.
En el importante grupo de campos de ITT, el gobierno formó un comité para completar en agosto un plan para abandonar los campos luego de un referéndum en el que la mayoría de la gente votó en contra del desarrollo del área ambientalmente sensible. Según informó la ministra, el cierre podría costar hasta US$ 1.300 millones.