La década entre 2013 y 2023 no fue buena para el upstream. Según el último informe del  Instituto Argentina de la Energía General Mosconi la  la producción de petróleo ha sufrido una fuerte y crónica declinación y en cuanto al gas natura se manifestó un estancamiento en la producción que no ha recuperado los valores de producción observados en 2019.

LAS CIFRAS PARA EL PETRÓLEO

En la última década la producción de petróleo ha sufrido una fuerte y crónica declinación hasta mediados del año 2018, la mayoría de los indicadores que se utilicen para medir su desempeño ha estado en retroceso durante ese periodo.

A partir de entonces se observa marcada recuperación de la producción, temporariamente interrumpida en el año 2020 debido a los efectos de la pandemia del Covid 19, en toda la industria a nivel local y global. A su vez, durante los años 2022 y 2023 la producción aumentó de manera significativa, un 13,5% y 9% anual respectivamente y alcanzó el nivel más alto de la última década.

La producción de petróleo crudo aumentó en los últimos diez años en términos absolutos en un contexto de reservas comprobadas que se recuperan luego de varios años de caída a la vez que se han observado transferencias crecientes a la producción en distintas versiones (Ej. Barril Criollo) durante buena parte del periodo, y de precios internacionales que han sido favorables durante algunos de años de la década analizada, en particular entre los años 2013 y 2015 y luego de la invasión de Rusia a Ucrania a principios del año 2022

El Gráfico N° 1.1 muestra que en 2023 la producción de petróleo llegó a los 36.868 Mm3 y marca un récord de la última década. Estas cifras arrojan un incremento absoluto del 16,1% entre los años 2013 y 2023, de lo cual se desprende que la producción aumentó a una tasa promedio anual del 1,5% en el periodo descripto.

Un dato significativo es que en la última década la producción anual de petróleo aumentó, respecto del año anterior, en 6 de los 10 años del periodo. Dentro de los seis años de variación positiva se puede observar que el año 2015 tuvo un virtual estancamiento de la producción mientras que 2021 se explica por el recupero de la caída durante la pandemia. Por esto, es preciso afirmar que los años de crecimiento genuino de la producción han sido 2018, 2019 y, en particular, 2022 y 2023.

En los últimos 10 años la producción aumenta sólo en la cuenca neuquina mientras disminuye en las demás cuencas en todas las mediciones: inter anual (con excepción de la cuenca noroeste), en términos absolutos y en promedio anual durante el periodo.

La Cuenca Neuquina, que en la actualidad representa el 63% del total de la producción nacional de petróleo, tuvo un aumento absoluto del 79,7% en los años comprendidos entre 2013 y 2023 y muestra un incremento promedio anual del 6% en el periodo. En esta cuenca la producción del último año fue 17% superior a la del año anterior, y promedia una tasa de crecimiento del 20,9% en los últimos tres años.

"Este dato reviste especial atención debido a que, observada la importante caída en las restantes cuencas, explica la totalidad del aumento, más que compensando a las restantes, en la producción total en todas las mediciones. Esto sucede por tercer año consecutivo", indica el informe del IAE.

La cuenca con mayor caída en la producción de la última década ha sido la del Austral, con una disminución absoluta del 56,6% y una tasa promedio anual de caída del 8% durante el periodo 2013-2023. La Cuenca Noroeste exhibe una disminución absoluta del 46,9% entre los años 2013 y 2023, y una tasa promedio anual de caída del 6,1%.

La Cuenca Cuyana tuvo una disminución absoluta del 43,6% en su producción en la última década, con una tasa de disminución promedio de 5,6% durante el periodo. Esta cuenca es la única que presenta caídas inter anuales en todos los años de la década.

Por último, la Cuenca Golfo San Jorge –la segunda mayor cuenca productora de Argentina- que representa el 31% del total de petróleo producido en el país, tuvo una disminución absoluta del 22,6% entre 2013 y 2023.

Esto implica una tasa de disminución promedio del 2,5% en la última década. Por otra parte, la producción de petróleo en la segunda cuenca petrolera más importante del país disminuyó 1% en 2023 respecto de 2022. Esta cuenca presenta cinco años consecutivos de caída inter anual a una tasa y promedio del 2,9%.

En cuanto a la desagregación de la producción por tipo de recurso, la dinámica es algo diferente: la producción no convencional de shale y tight oil continuó creciendo en 2023 en contraste con la caída observada de la producción convencional que representó el 52% de la producción petrolera en 2023.

La producción convencional de petróleo ocupó el 52% del total y, en 2023, es 2,9% menor a la del año 2022, 37,4% inferior a la del año 2013 y muestra una tasa de disminución promedio anual del 4,6% en el periodo. Esto implica una disminución monótona y crónica sin pausa en la última década: todos los años se produce menos petróleo convencional que el año anterior.

En contraste, la producción No Convencional, impulsada por el shale oil, crece durante todos los años en la última década llegando a representar el 48% del total del petróleo producido en 2023. La producción no convencional de petróleo creció a una tasa promedio anual del 42,6% entre los años 2015 y 2023, periodo en el cual se puede considerar que ha tenido una producción suficiente a modo comparativo anual. Al comienzo de la década muestra niveles de producción prácticamente inexistentes.

La producción de shale oil creció 26% entre 2022 y 2023, mientras que la producción de Tight Oil se redujo 2,9% en el último año. En conjunto, la producción No convencional de petróleo en 2023 es 25,3% superior a la del año anterior.

El shale predomina sobre el tight y explica todo el crecimiento no convencional y es determinante para observar la variación de la producción total en el año 2023.

En este sentido, el Shale presentó una producción de 17.739 Mm3 en 2023 con una tasa de crecimiento del 44,5% promedio anual entre 2015 y 2023, mientras que en el caso Tight Oil la producción fue de 332 Mm3 observándose una tasa de crecimiento promedio anual del 10,8% en el mismo periodo.

EL DECLINO DEL GAS

La producción de gas natural de 2023 se redujo 0,8% respecto a 2022. Esta variación revela estancamiento en la producción que no ha recuperado los valores de producción observados en el año 2019 ya que implica un nivel 2,5% inferior a la de aquel año. A su vez, la producción es 15,3% mayor a la del año 2013 y aumentó 1,4% promedio anual. 

Hasta el año 2013 existió una tendencia decreciente en la producción de Gas natural, iniciada en el año 2006. Sin embargo, como se puede observar en el Gráfico N° 1.2, fue interrumpida en el año 2014 momento en que empieza a crecer hasta el año 2019. Esto indicó un cambio en la tendencia productiva que se mantuvo hasta el año 2019 pero que fue interrumpida durante 2020 debido principalmente a los efectos de la pandemia del Covid-19.

Entre 2021 y 2023 no se logró recuperar los niveles de producción pre-pandemia. Entre los años 2022 y 2023 se observa un estancamiento en la producción producto de la declinación crónica de las cuencas. En este sentido, las cuencas que mantienen el nivel de producción son la Neuquina y Golfo San Jorge.

La cuenca Neuquina, que es responsable del 69% de la producción total de gas natural del país, tuvo un crecimiento absoluto del 47,3% entre los años 2013 y 2023, lo cual implica una tasa de crecimiento promedio anual del 3,9%. Esta cuenca es la única que mantuvo una tasa anual de crecimiento positiva con la excepción del año 2020. A su vez, durante los años 2022 y 2023 la producción en esta cuenca creció un 14% y 1,1% anualrespecto del año anterior, y es la que presenta las mayores tasas de crecimiento positivo entre los años 2013 y 2023.

Durante 2022 y 2023 la cuenca neuquina superó el nivel de producción pre-pandemia. De esta manera, se presenta como la única cuenca que alcanzó este logro.

Por su parte, la Cuenca Austral, que en la actualidad responsable del 19% del total de Gas natural producido en el país, ha tenido una reducción absoluta del 11,6% entre 2013 y 2023, es decir que la producción en esta cuenca se redujo a una tasa promedio anual del 1,2% en la última década, mientras que en 2023 presentó una caída anual del 6,9%.

La cuenca Golfo San Jorge tuvo un aumento del 0,9% respecto del año anterior y muestra una disminución absoluta en su producción del 21,4% en el periodo. Esta cuenca muestra una reducción promedio anual del 2,4%. La cuenca con mayor caída absoluta fue la del Noroeste, con una disminución del 60% entre 2013 y 2023. Esto implica que la cuenca ha disminuido su producción a una tasa promedio anual del 8,8% durante la última década. Adicionalmente, en el año 2023 la cuenca tuvo una producción 7% inferior a la del año anterior. Esta cuenca muestra tasas de caída inter anual en todos los años del periodo.

La Cuenca Cuyana presenta una disminución absoluta del 10,7% entre 2013 y 2023, a lo cual le corresponde una tasa de disminución promedio anual del 1,1%. Por otra parte, en el último año la producción creció 1,8% respecto del año anterior. En cuanto a la desagregación de la producción por tipo de recurso, la producción de gas natural No Convencional muestra una muy buena performance durante la última década que ha sido interrumpida en el año 2020 debido a las particularidades de la pandemia del Covid-19

Como se puede observar, la producción Convencional de gas natural en 2023 es 8,8% menor a la del año 2022, 49,3% inferior a la del año 2013 y muestra una tasa de disminución promedio anual del 6,6% en los últimos diez años. Esto implica, al igual que en el caso del petróleo convencional, una disminución crónica sin pausa que se refleja en el hecho de que no tuvo ninguna variación positiva anual en la última década.

En contraste, la producción no convencional creció en todos los años analizados con excepción de 2020, momento en que se interrumpió la tendencia producto de la pandemia del Covid-19 y sus restricciones. En 2023 la producción No Convencional es 6,1% mayor a la del año anterior. La explicación del crecimiento anual se debe a que la producción de Tight Gas se redujo 16,8% entre 2022 y 2023, mientras que la de shale gas se incrementó 16,1% en el último año.

Se produjeron 21.007 MMm3 de shale gas en 2023 con una tasa de crecimiento del 43,6% anual entre 2015 y 2023, mientras que en el caso del tight gas la producción fue de 7.004 MMm3 observándose una tasa de crecimiento promedio anual del 2,9% en el mismo periodo. En conjunto, la producción No Convencional de gas natural creció a una tasa promedio del 19,5% anual entre 2015 y 2023